“Necesito que los compañeros, los de la noche, envíen a La Nación, si no al ‘Face’ comentarios en contra de esta mujer”.
Estas palabras están en un audio que recibió Anabelle Fernández, única docente de la sección nocturna del CTP de Dulce Nombre de Cartago que no está en huelga.
El mensaje le llegó luego de haber denunciado a este medio el acoso y el boicot a sus clases, problemas de los que ha sido víctima por no apoyar la manifestación contra la reforma fiscal, que este viernes cumple 75 días.
Fernández afirmó que fue el director del colegio, de nombre Édgar Evans, quien envió ese audio a sus compañeros, luego de que se diera a conocer su denuncia en La Nación.
“Yo no he dicho nada de eso, no, no, si quiere me lo manda (el audio) para ver”, manifestó el director cuando se le consultó por el mensaje difundido.
Se le envió el material pero ya no respondió los mensajes ni llamadas. Una hora más tarde, comunicó por mensaje de texto que enviaría un documento sobre lo denunciado por Fernández.
Avanzada la tarde el documento no había llegado.
Luego del audio del director; sin embargo, otra educadora de la sección nocturna del Colegio Técnico Profesional (CTP)de Dulce Nombre que sí está en huelga escribió a este medio lo siguiente:
“Buen día, soy docente del colegio nocturno del CTP de Dulce Nombre. Con respecto al reportaje donde una docente hace varias afirmaciones sobre el funcionamiento del colegio, me parece que muchos de los problemas que ella cita son por su propia culpa.
"No tiene llaves de los baños de profesores, yo tengo menos tiempo que ella laborando y tengo las llaves de los baños del primer y segundo piso, porque las solicite al personal administrativo. Solo tiene llaves de un aula: falta de comunicación con sus compañeros de departamento para solicitarlas, lo cual es deber de ella”.
Denuncia
Anabelle Fernández, docente con 26 años de experiencia, dijo que desde el comienzo de la huelga, el 10 de setiembre, informó a sus 40 estudiantes de que no se sumaría al movimiento de protesta y, por lo tanto, impartiría clases normalmente.
Según la profesora, a pesar de su decisión, el director les dijo a los alumnos que no tenían la obligación de ir a sus lecciones, que si no llegaban todos, ella no podía impartir lecciones ni seguir con el programa, ni registrar ausencias.
También, relató la funcionaria, cada vez que llega a trabajar tiene que pedirle al guarda que abra el colegio. Adentro, ha encontrado pupitres bajo llave, y ha descubierto que agua y luz están desconectados.
Todo esto ocurre aunque el director vive a 300 metros del centro educativo y supuestamente no está en huelga. De acuerdo con la educadora, él llega en algunas ocasiones a marcar entrada y luego a marcar salida.
Sobre todo esto, Fernández presentó pruebas de videos, audios y documentos.