Para Julián Barquero el cabello representa seguridad, la seguridad de saber que su tratamiento de quimioterapia, para tratar una leucemia, está dando resultados.
Por esta razón, cortarse el cabello no es una opción, es más bien una forma de revivir que la enfermedad le quitó sus negros y largos rizos durante bastante tiempo. Basados en este argumento, los magistrados de la Sala Constitucional le dieron la razón, cuando acudió a ellos para objetar una decisión del colegio donde estudia, pues lo obligaban a ir a clases con el pelo más corto.
Para Julián, un colegial de 18 años, el cabello representa seguridad, “es la motivación y la alegría de saber que yo puedo andar como me sienta cómodo”. Así reaccionó este lunes, luego de conocer el fallo de la Sala IV que obliga a las autoridades del Colegio Nuestra Señora del Pilar, en Escazú, San José, a respetar su presentación personal.
Este joven padece leucemia linfoblástica aguda desde el 2016, un tipo de cáncer en la sangre y el cual comienza en la médula ósea. Desde entonces, empezó una seguidilla de exámenes y diagnósticos que derivaron en un severo tratamiento oncológico que le hizo perder el cabello y el año lectivo.
En el 2017, mientras repetía el décimo año, el centro educativo le permitió asistir a las lecciones con un sombrero, que poco a poco dejó de usar, conforme aceptó su condición. A finales del año, su cabellera empezó a crecer y empezó a ser más larga de lo permitido.
Por eso, y tras la queja de algunos estudiantes, quienes no conocían su condición de salud, las autoridades del colegio le pidieron que se cortara el pelo y aunque en una primera ocasión accedió al pedido, el joven no estaba preparado para dar ese paso.
“El cabello es una gran etapa y el colegio estaba adelantándome a una fase para la que no estaba listo”, argumentó, Barquero, al explicar el porqué accedió a la primera solicitud y porqué se ha negado a partir de entonces.
Para tratar de defender su posición, Julián presentó a las autoridades de su centro de estudios un diagnóstico de su psicólogo, el cual recomendaba realizar una excepción, para permitirle asistir a clases con el cabello largo. Sin embargo, la propuesta fue rechazada y le reiteraron que debía ajustarse a lo establecido en el reglamento interno.
Eso lo obligó a acudir a la Sala IV, donde los altos jueces resolvieron que lo dispuesto por el Colegio Nuestra Señora del Pilar “violentaba el interés superior del menor”.
La notificación agrega que el joven es un estudiante que “pese a las dificultades físicas y mentales, ha sido perseverante, ha hecho un gran esfuerzo personal y académico para terminar sus estudios de secundaria, para lo cual, le faltan únicamente tres meses”.
Los magistrados también consideraron que la recomendación médica es de un psicólogo especialista de la Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios.
La Nación consultó sobre este asunto a los voceros del Colegio, pero indicaron que no han sido notificados y que, por lo tanto, no se referirán al fondo de la resolución.
A pesar de que la Sala Constitucional valida que en un centro de enseñanza privada se puede exigir el cumplimiento de ciertos términos contractuales “para permanecer en la institución”, en este caso el Tribunal determinó que “se está ante un caso atípico que presenta una condición especial diferente, pues existe una recomendación médica y existen razones técnicas y objetivas para hacer la excepción”.
La sentencia unánime (2018-11723) fue votada por los magistrados Fernando Cruz Castro, quien presidió, Fernando Castillo Víquez, Paul Rueda Leal, Fernando Salazar Alvarado, Nancy Hernández Gutiérrez, Marta Esquivel Rodríguez y Ana María Picado Brenes.
Al preguntarle a Julián qué espera de su futuro, no duda en afirmar que ve con la frente en alto lo que está por venir. “Yo lo visualizo con bastante positivismo, ya vencí una enfermedad y ya gané un caso. Como me lo dijo mi psicólogo: el límite es el cielo. Los sueños están ahí y uno lucha por ellos”. Así, este fiebre del skate espera con ansias el día que pueda volver a andar sobre su patineta.