Aulas, laboratorios equipados y un simulador naval de última generación; capacitación y un edificio nuevo. Todos estos recursos quedaron subutilizados ante la decisión de la Universidad de Costa Rica ( UCR) de suspender de manera indefinida la carrera de Ingeniera Marina Civil, en la sede de Limón.
Solo en equipos, la UCR invirtió este año $3,8 millones (¢2.300 millones al tipo de cambio del 19 de diciembre), de los cuales el más importante es el simulador, para el que incluso hubo que entrenar a profesores y otro personal.
La decisión de bloquear las nuevas matrículas para la carrera es que la casa de enseñanza aún no cumple con cuatro requisitos internacionales, necesarios para graduar estudiantes.
Tal crisis se presenta aunque la carrera se abrió desde 2012. De hecho, hay 130 jóvenes cuyos estudios se mantienen en la incertidumbre, nueve de los cuales están listos para realizar su práctica profesional.
Según los jerarcas universitarios, la medida de suspender la matrícula, precisamente, es para concentrarse en atender la problemática de esos estudiantes.
“La carrera no está cerrada, la carrera está solamente suspendida. Esto se ha hecho para estar atendiendo a los nueve estudiantes que están próximos a realizar las embarcaciones (prácticas profesionales). Entonces desde la Universidad se creyó prudente hacer una suspensión del ingreso para atenderlos a ellos”, aseguró el coordinador de carrera, Matías Chaves.
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A finales de mayo, antes de que se decidiera la suspensión, la UCR también inauguró un edificio equipado para los estudiantes de Ingeniería Marina Civil e Ingeniería Química, carrera que también quedó en suspenso para 2019.
De esta manera, la oferta académica de la sede de Limón de la UCR quedó en 10 carreras, dos menos de las que ofreció a inicios del presente año.
En ese edificio quedará el simulador naval que por ahora solo podrán utilizar los estudiantes que cursan los programas de Navegación II y Navegación III, a la espera de la reapertura de la carrera universitaria.
“Toda esa inversión se va a seguir utilizando, porque son 130 estudiantes activos que van a continuar la carrera. Para eso es la inversión que se está haciendo”, aseguró la vicerrectora de Docencia, Marlen León.
¿Por qué la carrera de Ingeniería Marina Civil está varada?
Los 130 estudiantes actuales de la carrera quedaron en el limbo porque están sin firmar cuatro convenios internacionales, necesarios para que los jóvenes puedan realizar su práctica profesional y presentar su tesis.
El primero de los requisitos pendientes es el convenio denominado STCW, que está en manos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). La implementación de este proceso le permitiría a los estudiantes recibir su tarjeta de navegación para utilizar embarcaciones.
También en la Asamblea Legislativa están a la espera de aprobación el Convenio sobre Trabajo Marítimo de la Organización Internacional de Trabajo y el Convenio para Prevenir la Contaminación Por Buques de la Organización Marítima Internacional. Ambos están engavetados, uno de ellos desde el 2013.
Por último, la UCR tiene pendiente la implementación de la norma ISO 9001, cuyo proceso avanza en apenas un 50%, según reconocieron las mismas autoridades universitarias.