Limón. Medir tiempos y reacciones ante un derrame o incendio, operar con lluvia o de noche. Esas son algunas de las pruebas que se realizan con las grúas de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), Limón, en las últimas semanas como preparativos para el inicio de labores en febrero próximo.
Equipos y personal parecieran estar listos, tanto, que el director de la concesionaria APM Terminals, Kenneth Waugh, se atreve a afirmar que si tuvieran que recibir embarcaciones comerciales hoy mismo, estarían en capacidad de atenderlas.
Sin embargo, eso no es posible pues la empresa que operará el megapuerto durante los próximos 30 años aún tiene pendientes la aprobación de dos permisos que le deben ser otorgados por el Consejo Nacional de Concesiones (CNC).
Tales autorizaciones podrían llegar en cuestión de semanas. Una vez que las tengan podrían comenzar a operar, aún sin haber inaugurado, aunque solo en un puesto de atraque.
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“Bajo las condiciones de concesión tenemos la posibilidad de operar el primer puesto de atraque de manera comercial, para esto la condición que existe es que podamos brindar servicios de carga, descarga, movilización de contenedores y atención de la nave de una manera segura y precisamente hoy estamos demostrando eso”, explicó Waugh.
Eso significa que la terminal podría recibir embarcaciones en una fase preliminar, incluso antes de su inauguración.
Según Waugh, el personal se ha estado entrenando en distintas circunstancias, por ejemplo de día, de noche o con fuerte lluvia o viento.
También se simulan situaciones de emergencia como un incendio de un contenedor o un derrame de sustancia peligrosa.
La idea es que cada operador pueda manejar los diferentes equipos y se aprovechan estas pruebas para hacer ajustes finales y medir tiempos, explicó Eduardo López, gerente de operaciones de APM.
“Tenemos barcos con contenedrores refrigerados, carga seca... esos escenarios los adecuamos en el sistema de operaciones y los simulamos de manera real para que el personal se enfrente a todos los escenarios”, añadió.
Casi terminada
De acuerdo con los encargados la terminal se encuentra en un 97%.
Faltan por terminar la instalación de los últimos conectores para contenedores refrigerados, así como algunos detalles constructivos en las edificaciones operativas de la terminal.
Además, paralelamente se avanza en la capacitación de los operarios.
Actualmente, cuentan con 150 funcionarios de este tipo, de los cuales cerca del 20% está capacitado tanto para manejar las grúas pórticas (que cargan y descargan los barcos de gran tamaño) como las llamadas grúas de patio, que se utilizan para acomodar los contenedores.
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López aseguró que eventualmente el número de operadores se duplicará conforme aumente el trabajo en el puerto.
Otra de las acciones que realiza la concesionaria de cara a su entrada en operación son las capacitaciones con transportistas externos, a quienes se les instruye sobre seguridad dentro de la terminal, así como detalles de operatividad
“Se trata de que sepan ubicarse, porque la terminal es automatizada, que conozcan cómo llegar a dejar y recoger las mercancías, ellos lo que quieren es durar lo menos posible en la terminal. Ya hemos tenido muchas pruebas y la retroalmentación ha sido muy positiva”, dijo López.
La TCM implementará un sistema de citas para los transportistas, con el fin de agilizar la circulación dentro del puerto. Esas citas las podrán tramitar vía web o mediante un call center.
Terminal en detalle
El megapuerto se construyó sobre una isla artifical de 40 hectáreas.
La obra tuvo un costo de $1.000 millones.
El contrato de concesión con APM Terminals establece que la empresa se hará cargo del proyecto hasta el 2048.
Durante ese tiempo deberá pagar un canón de $1.000 millones a Japdeva
En la TCM operarán seis grúas pórticas tipoPost- Panamax (buques con hasta 22 hileras de contenedores con una manga de 56 metros) y 29 grúas de patio.
A la fecha tienen 334 trabajadores. Una vez que empiece a operar dará trabajo en total a unas 650 personas en esta primera fase.
Todas las maquinarias (a excepción de los camiones) en la TCM operan con electricidad por lo que esta será carbono neutral y a la vez el consumidor de energía más grande del país.
El tiempo de atención de cada barco bajará de 40 a 15 horas en promedio.