Luego de 13 años de trabajos y tras consumir $184 millones (98% del presupuesto asignado), la constructora Sánchez Carvajal entregó la carretera entre Sifón de San Ramón y la Abundancia de San Carlos con un 60% de avance.
Ese es el resultado del análisis realizado por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) luego de formalizar la ruptura del contrato con la constructora, el 17 de noviembre, debido a los atrasos. Ahora, la intención es contratar a otra empresa.
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Pese a los inconvenientes, el Gobierno se fijó como meta entregar el proyecto, en un 30%, al finalizar el 2022. Este porcentaje contempla otra sección de la carretera: la punta sur (7,9 km entre Sifón y Naranjo) y una serie de obras adicionales que requiere la vía.
Según Conavi, Sánchez Carvajal logró asfaltar 22 kilómetros de los 29,7 kilómetros que comprende el llamado tramo central, sin embargo no se realizó señalamiento vial, ni ninguna otra labor de seguridad.
“Al comparar el total de obra es como el 60%, faltaba como un 40% de proyecto por ejecutar. Lo que pasa es que para el proyecto originalmente se habían asignado $188 millones y de eso quedaban como $4 millones cuando se venció el plazo”, explicó el director del Conavi, Mario Rodríguez.
Una de las razones de que el dinero prácticamente se haya agotado, dijo, es que durante la ejecución surgieron imprevistos que consumieron los recursos y atrasaron los avances.
Fue en ese momento cuando se determinó que hacen falta entre $250 millones y $300 millones para completar la obra ideada hace 50 años y que hará más rápido y cómodo el viaje a ese cantón.
Precisamente esa cifra fue la presupuestada por el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, para terminar la ruta, pues la idea es incluir dentro del nuevo plan, la construcción de los 7,9 km de la punta sur, que va desde Naranjo hasta Sifón.
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Uno de los principales problemas que tuvo la constructora y a los que ahora deberán hacer frente, dijo el director de Conavi, son las fallas geológicas.
Durante la ejecución, explicó, surgieron 73 puntos geológicos que requerían atención especial, de los cuales aún quedan 34 por atender.
“Hay dos puntos neurálgicos: uno es el puente sobre el río Laguna y otro el deslizamiento del kilómetro 21, que es una masa de tierra que se está desplazando y que incluso afecta caminos vecinales en esa zona”, añadió Rodríguez.
Debido a esos problemas, indicó, se estudia si existe una solución en el trazado actual o si la magnitud de esos problemas los obliga a hacer un rediseño en la ruta, es decir que la vía vaya por otro sector.
Además, a la fecha, ninguno de los tres puentes principales que se debían construir están terminados. Incluso, uno de ellos, el del río Laguna debe demolerse y volverse a construir a causa de la enorme falla, que es considerada una de las más grandes del país.
Los dos restantes, sobre los ríos Espino y La Vieja, quedaron a un 30%.
De esta forma, la tarea del MOPT y la nueva empresa que resulte adjudicada con la obra, incluirá los estudios que definan el trazado, la construcción de los puentes, la estabilización de los 34 puntos con problemas, el asfaltado de los ocho kilómetros que faltan y la construcción de la punta sur.
Rodríguez dijo que debido a la complejidad con la que se han topado, prevén que la punta sur y el tramo central se terminen casi al mismo tiempo.
“El ministro ha insistido que las cosas hay que hacerlas bien hechas, con estudios técnicos que garanticen que es estable y no construir algo y con el tiempo estar teniendo deslizamientos", insistió el jerarca del Conavi.
Para atender esta primera fase de ejecución, el MOPT y Conavi dividieron el proyecto en tres actividades “significativas” que empezarían a realizarse en enero del 2019.
Según Rodríguez, lo primero será asfaltar el tramo de 2,5 kilómetros entre La Abundancia y Alto Sucre en Ciudad Quesada, con el fin de que los vecinos de Florencia de San Carlos aprovechen el paso de la punta norte que se habilitó en octubre de este año, sin pasar por Ciudad Quesada.
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Esa obra, luego de todo el proceso de adjudicación, se comenzaría a ejecutar a mediados del próximo año.
Lo segundo, es trabajar en los dos puentes que tienen algo de avance (Espino y la Vieja). Esos carteles saldrían en marzo del otro año a concurso.
Lo tercero son los estudios geológicos en los puntos más complicados.
"Esos estudios van a empezar en enero, para ir haciendo los otros tramos y ahí podremos definir a finales del otro año, si se puede seguir por el trazo actual o hay que hacer un trazado de ruta distinto”, agregó Rodríguez.
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Preocupante deterioro
Patricia Romero, presidenta de la asociación pro-carretera de San Carlos, aseguró que ante el panorama actual, hay dos situaciones que les inquietan, pues ya saben que deberán esperar algunos años más por el proyecto.
“Lo que nos preocupa es que la carretera llegue a deteriorarse, que se pierda lo que se ha construido porque no hay mantenimiento, lo que nos gustaría es que esa carretera por la que se ha esperado muchos años sea una prioridad”, dijo.
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Según explicó, otra de las situaciones que han indicado al MOPT es el tema de la vigilancia, pues se han estado robando materiales e implementos como barandas de puentes.
Además, aseguró que la punta sur debería avanzar paralela al tramo central, por ejemplo, dijo, se pueden ir haciendo expropiaciones.