Sobre la vieja línea férrea entre Siquirres y Moín (Limón) descansa un negocio que el ICE y el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) se proponen despertar: un tren eléctrico para el transporte de carga.
Irene Cañas, jerarca del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), y Elizabeth Briceño, presidenta de Incofer, confirmaron que desde hace varios meses trabajan en conjunto para la eventual rehabilitación del servicio de transporte que, hasta 1994, funcionó a base de electricidad. En la actualidad, opera con diésel.
El plan avanza a tal velocidad que Casa Presidencial haría un anuncio oficial en diciembre, cuando también se actualizarían los avances en el proyecto de un tren eléctrico de pasajeros en la Gran Área Metropolitana (GAM).
El plan del tren de carga con electricidad sería una oportunidad de negocio para Incofer y el ICE, pero también es parte de los esfuerzos oficiales para descarbonizar la economía pues este eliminaría el uso de diésel en el tren de carga y reduciría el uso intensivo de furgones de carga en todo el trayecto hasta los puertos en Limón.
Hace algunos años, Incofer reactivó el servicio ferroviario de carga con maquinaria vieja y vías maltratadas en lo que Briceño calificó como una operación “muy modesta” sobre 65 kilómetros de vías.
La funcionaria explicó que cuando el servicio se retomó con diésel hace unos años se debió a que, entonces, la tarifa de impulsarlo con electricidad le impedía al Incofer ofrecer precios competitivos al sector privado para mover sus cargamentos. Sin embargo, ahora el panorama es distinto.
Cañas, por su parte, confirmó que como parte del proyecto, el ICE proveerá otra vez la energía y además instalará la catenaria (así se llama el cableado de tendido eléctrico para trenes). En este momento, el ICE estructura cómo sería la instalación y el eventual costos por la energía.
La expectativa de cooperación con esta iniciativa de Incofer, explicó Cañas, es de su “mayor interés” al ser una oportunidad de negocio distinta para el Instituto pero siempre en la venta de electricidad.
A inicios de mes, Cañas informó de que el ICE desarrollará nuevos esquemas de negocios debido a una desaceleración de la demanda en el consumo nacional iniciada desde el 2006 y que ya existen suficientes plantas instaladas para atender la demanda durante al menos una década.
“Hoy las condiciones para ofrecer electricidad son diferentes y el ICE lo entendió cuando le hicimos la propuesta. Irene (Cañas) ha mostrado una gran apertura y ahora estamos estructurando el proyecto y buscando financiamiento”, explicó Briceño.
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Ingresos de Incofer
En el 2017, el Incofer estimó ingresos por ¢790 millones provenientes del transporte de carga, para el 2018, calculó ¢816 millones.
La meta ahora sería mucho más ambiciosa de reactivarse el transporte con electricidad ya que, con un costo de la energía más competitivo, más empresas del sector privado quizás querrían mover sus cargamentos con Incofer aprovechando la Terminal de Contenedores de Moín que administra la empresa holandesa APM Terminals.
Las estimaciones de los holandeses indican que, en este año, con la apertura de la obra, se moverán unos 700.000 contenedores. Para el 2025, la cifra subirá a 1,25 millones de contenedores. Ese puerto estaría por completo concluido y en operación plena en febrero de 2019.
El año pasado, el Incofer había consultado al Instituto Nacional de Seguros (INS) qué posibilidades tenía de recibir un crédito por $40 millones para ese tren. Elian Villegas, presidente ejecutivo del INS, explicó entonces que si existía la posibilidad de otorgar el financiamiento y esperaba la propuesta formal para valoración.
Briceño declinó por ahora estimar costos de relanzar el servicio a base de electricidad o fechas de inicio porque, recalcó, todavía se afinan esos cálculos. Sí confirmó que Incofer está acondicionando sus talleres ferroviarios en Siquirres y Limón con los cuales atendería operaciones para un tren de carga eléctrico.
La funcionaria, además, explicó que el servicio de carga requeriría al menos cinco locomotoras nuevas y rehabilitar 120 plataformas portacontenedores que posee la institución sobre el trayecto.
“Ahorita estamos analizando cómo sería una estructura de negocio para nosotros para darle el servicio al sector privado y según sea la tarifa que luego nos cobre el ICE de quien hemos recibido muchísimo apoyo; así como de Casa Presidencial. Es una situación de ganar –ganar para todos–, aseguró Briceño.
La presidenta de Incofer recordó que el tren eléctrico de carga incluso podría ser del interés de los transportistas debido a los trabajos para la ampliación a cuatro carriles sobre 107 kilómetros de la ruta 32 comprendidos entre el cruce hacia Río Frío y el centro de Limón.
“Es previsible que se darán atrasos por congestiones viales por esos trabajos. Con un tren de carga como este, podríamos crear una dinámica de transporte intermodal para que los transportistas dejen su carga en Siquirres y nosotros se la ponemos por ferrocarril en Limón. Así se despejaría ese tramo de la ruta 32 de camiones mientras se amplía la obra y sin afectar el traslado de importaciones e importaciones”, adelantó Briceño.