San José.
En su primer informe de labores ante el Congreso, el presidente Luis Guillermo Solís solicitó el apoyo para proyectos de fortalecimiento fiscal impulsados por el Ejecutivo y entrar directamente en la discusión de cómo detener ese déficit público; un problema de endeudamiento del Estado que el político calificó como una "bomba de tiempo" por desactivar.
De paso, llamó a diversos sectores de la sociedad a elevar la calidad del debate público en referencia a las críticas recibidas este año y los errores que el propio político también reconoció desde sus primeras palabras del discurso. Solís mencionó que llegaba a la sesión solemne de hoy a compartir "aciertos y desaciertos, alegrías y sinsabores, retos y esperanzas, realidades e ilusiones".
Al referirse a ese desequilibrio entre los gastos del Estado y sus ingresos, Solís recordó que si hace una década el Estado pagaba a sus acreedores $795 millones al año solo por concepto de intereses, este 2015 la misma obligación ya asciende a poco más del doble que hace 10 años: $1.600 millones.
"Reconozcámoslo: estamos ante una auténtica bola de nieve, que crece más y más conforme rueda. El endeudamiento público es una bomba de tiempo que debemos desactivar", afirmó Solís quien empezó a las 8:28 p.m. a dirigirse al Plenario legislativo.
El político recordó que hace años se habla de "esta calamidad fiscal que nos envuelve" pero sin haberse adoptado los cambios correctivos necesarios.
"Señoras y señores diputados, representantes del pueblo costarricense, y conciudadanos en general, se los digo de la manera más franca y directa: en materia fiscal, el tiempo nos alcanzó. No dejemos que nos sobrepase", expresó durante la lectura de su alocución.
Específicamente, Solís pidió al plenario dar impuslo a proyectos para mejorar la recaudación fiscal previniendo la defraudación tributaria y otros para preservar la estabilidad y transparencia económica como el de ordenamiento y actualización de los regímenes de exoneraciones y eficiencia y transparencia en la administración de recursos públicos.
Transformación política. Solís también se defendió de las críticas recibidas este año al señalar que, en su primer año, el sistema político avanzó de "la democracia formal a la democracia real" al mencionar que "contrario a lo que algunos agoreros suelen anunciarnos, el país avanza hacia la ruta del cambio".
"Más allá de los males que las voces del tremendismo político dicen avizorar, a veces con estridencia inusitada y en muchos casos olvidando su propia responsabilidad en las calamidades que ahora señalan con el vano cálculo de erigirse en salvadoras del destino nacional, el país comprende que el cambio es irrenunciable y ha de ser irrversible", lanzó el mandatario.
Del mismo modo, acusó de actitud "insensata, poco responsable y nada edificante" a quienes han descalificado algunas de las propuestas del Gobierno para luego exhortar al Plenario, sectores sociales y económicos, medios de comunicación colectiva y ciudadanía en general "a que elevemos la calidad del debate público".
"Hemos cometido errores. Cierto; los propios e inevitables en todo proceso humano y máxime cuando se quieren corregir desviaciones muy arraigadas en las estructuras económicas y políticas" reconoció el presidente quien también repartió responsabilidades y señaló tropiezos ajenos.
Por ejemplo, habló de "serias anomalías" en diversos servicios y hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
"No disimularé mi desazón y verguenza por la reiterada falta de atención a graves problemas que, acumulados desde hace muchos años, se han convertido en un conjunto de permanentes amenazas a la vida", señaló Solís en referencia a la denuncia que hizo hace a mitad de abril la jefa de Cardiología del Hospital México de cómo la falta de cateterismos en ese hospital provocó la muerte a 141 pacientes que, de haber recibido el tratamiento médico oportuno, aún vivirían.
Aparte de recordar que solicitó a las autoridades de la CCSS transparencia y colaboración con la investigación correspondiente, tomar medidas "rápidas y eficaces" para ponerle fin a estas "reiteradas expresiones de disfuncionalidad institucional".
El académico universitario que ascendió a la presidencia con el apoyo de 1.3 millones de votos resumió sus primeros 365 días como un período de estabilidad macro-económica en que Costa Rica "recuperó niveles de estabilidad que hacía tiempo no disfrutaba".
Al cerrar su disertación, también llamó a "separar el grano de la paja y enfrentar el trozo de historia que, como inquilinos del poder, nos ha tocado defender, construir y sobre todo cuidar para cuando la misma historia nos llame a cuentas".