Cinco fracciones legislativas y un bloque de diputados independientes que, en total suman 53 congresistas, se pusieron de acuerdo para impulsar una reforma al Reglamento de la Asamblea Legislativa con el objetivo de reducir drásticamente los tiempos de trámite de los proyectos de ley.
Se trata de las bancadas de Liberación Nacional (PLN), Acción Ciudadana (PAC), Unidad Social Cristiana (PUSC), Restauración Nacional (PRN) e Integración Nacional (PIN), quienes públicamente se comprometieron a cambiar el paradigma en la tramitación de iniciativas legales.
También, se unieron a la iniciativa los diputados del bloque independiente recién separado de Restauración Nacional.
La idea del proyecto es evitar que las diversas etapas del trámite de una ley sean interminables. Para ello, se les pondrían definidos, además de que se cerrarían algunos de los portillos que permiten discursos interminables y salidas para que los diputdos no tomen decisiones.
Entre las modificaciones, está la de ampliar el plazo para que las comisiones dictaminen un proyecto, de 30 a 60 días, pero se prohibiría que esos foros puedan solicitar prórrogas indefinidas como ocurre hoy, lo que permite que un plan pase años en comisión. Los legisladores solamente podrían prorrogar el plazo una vez.
El proyecto acordado también amplía las potestades de la presidencia legislativa para que fije plazos para la discusión de los informes de comisiones investigadoras, y que este tipo de expedientes no vaya a dormir el sueño de los justos o abultar la agenda del plenario por siempre.
Actualmente, las votaciones sobre acusaciones y suspensiones a funcionarios públicos, incluyendo las de los jerarcas de los supremos poderes de la República, se hacen de forma secreta. Estas cambiarían a públicas.
De aprobarse, esta sería la primera gran reforma al Reglamento legislativo en 56 años.
También, se reducirían hasta a la mitad o a un tercio los minutos que los legisladores tienen para defender mociones, proyectos o para hablar sobre asuntos no regulados.
La presidenta del Congreso, Carolina Hidalgo; el jefe liberacionista Carlos Ricardo Benavides, y la diputada del PIN, Zoila Rosa Volio, destacaron que la iniciativa que ahora pasará a discusión se ha venido trabajando desde hace varios, meses, incluso antes de que asumieran como legisladores.
“Este es un gran momento”, dijo la jerarca parlamentaria. “Después de meses de trabajo, logramos un consenso importante en reformas al Reglamento”, añadió.
Hidalgo destacó que el Reglamento de hace cinco décadas respondía al bipartidismo imperante hasta el año 2002, pero que no encaja para nada en la gran diversidad de pensamiento que hoy tiene el parlamento.
“Estas reformas brindan agilidad en los procesos y va en la línea de la toma de decisiones. Esta institución no ha estado exenta de la toma de decisiones, postergadas, la forma de resolver el conflicto ha sido la de evadir las votaciones y no resolver en plazos”, dijo Hidalgo.
El cambio sería, según la presidenta del Directorio legislativo, no solo en el procedimiento, sino también cultural.
Nueva vía rápida para proyectos de ley
Además de pasarle guillotina a los excesivos tiempos para el uso de la palabra, la reforma también introduciría una nueva vía rápida para los proyectos de ley que ya no necesitaría la aprobación de 38 votos, salvo cuando se trate de impuestos, convenios internacionales o venta de activos.
Eso significa que una moción de vía rápida podría aprobarse apenas con 20 votos si en el plenario hay 38 personas, la mínima cantidad posible para sesionar.
Ese trámite abreviado de proyectos solo se podría aplicar a diez iniciativas legales por legislatura (periodo de mayo de un año a abril del siguiente; un periodo legislativo consta de cuatro legislaturas).
Además, los proyectos con trámite abreviado ocuparían el primer lugar de la agenda del plenario y permitirá que la comisión donde se estudió el proyecto sesione de forma extraordinaria tres días por semana, con un mes como plazo para dictaminar.
Esa nueva vía rápida también fija plazos definidos para el trámite del proyecto en el plenario.
El liberacionista Carlos Ricardo Benavides apuntó que la reforma al Reglamento es una necesidad urgente que al PLN no se le permitió impulsar cuando era gobierno, hace casi cinco años, y que ahora promueven desde la oposición.
“No nos dejaron en gobierno y decían que quitar aquellos obstáculos que permiten el filibusterismo le iba a permitir a las mayorías pasar por encima de las minorías y una serie de argumentos antidemocráticos”, comentó el verdiblanco.
Según el vocero liberacionista, en Costa Rica se crean leyes a destiempo, salvo cuando hay unanimidad, y afirmó que si no se aplican el 208 bis a un proyecto, es prácticamente imposible que se apruebe.
“Los diputados hoy tienen poder de veto infinito. Esta vez hemos avanzado, pero si alguno quiere usar este Reglamento para impedir que pase algo, lo podría hacer y ya vendrán momentos polémicos en que alguien quiera enlodar la cancha”, comentó.
Discursos más cortos, decisiones más rápidas
La reforma está centrada en pasarle machete a los discursos de media hora, para asuntos no regulados, que ahora serían de 10 minutos, y a mociones de revisión, por ejemplo, que le dan chance al diputado de hablar 15 minutos; con la reforma, serían solo 10.
También habrá una norma que obligue a conocer las opiniones consultivas emitidas por la Sala Constitucional apenas llegan desde ese tribunal.
Lo mismo sucedería con el informe de la liquidación del Presupuesto Nacional que hacen todos los años los legisladores, con lo que se establece una fecha fija para su conocimiento en el plenario y votación.
Los instrumentos que hoy permiten el bloqueo de proyectos, como la avocacion de expedientes (mecanismo que permite al plenario tomar para su propia agenda un proyecto que se haya venido tramitando en una comisión con potestad plena) también tendrían límites.
Ese límite es la obligación de que se vote una avocación con 38 votos.
La misma cantidad de votos se necesitará, una vez aprobada esta reforma, para retrotraer proyectos, o sea, cuando se devuelven al trámite anterior al primer debate, con el objetivo de hacerle cambios de fondo.
El jefe de fracción de la Unidad, Erwen Masís, apuntó que no se pueden seguir esperando resultados distintos, haciendo las cosas de la misma manera.
“Si un proyecto de ley dura hoy en trámite 800 días en promedio, no podemos avanzar a la velocidad a la que el país requiere”, dijo.
Tanto Mileidy Alvarado, de Restauración, como Zoila Rosa Volio, del PIN, le aseguraron el apoyo de sus partidos a la iniciativa.
“No podemos seguir arrastrando vicios de legislaturas pasadas que se acogían al Reglamento actual”, comentó.
Para Víctor Morales, del PAC, esta reforma integral del Reglamento se trata de un asunto de democracia, de Estado Social y Democrático de Derecho.
“El Poder Legislativo requiere reglas claras, que permitan consagrar los principios democráticos y que las cosas puedan resolverse en tiempos razonables”, añadió.
Las reformas al Reglamento de la Asamblea Legislativa
-Los diputados no podrán pedir que se lean documentos en plenario, solo incluirlos en el acta.
-Las comisiones tendrán 60 días para dictaminar proyectos, solo podrán pedir una prórroga.
-Si las comisiones no dictaminan, proyectos se van al archivo.
-La presidencia fijará fecha para que se discutan informes de comisiones investigadoras.
-Se elimina la votación secreta sobre acusaciones y suspensiones de funcionarios.
-Se permite que el diputado se abstenga de votar si tiene impedimento o beneficio por decisión que tomaría.
-Reduce uso de la palabra para “asuntos no regulados” de 30 a 10 minutos.
-Reduce uso de la palabra en mociones de 15 a 5 minutos y por el fondo, de 30 a 15 minutos.
-Regula figura del debate reglado para asuntos que no sean proyectos de ley, por acuerdo de 38 votos.
-Reduce de tres a una las sesiones del plenario para reiterar mociones de fondo de los proyectos.
-Limita uso de la palabra en reiteraciones a 5 minutos el diputado proponente.
-Opiniones consultivas de la Sala Constitucional se conocerán en primer lugar de régimen interno.
-Reduce de 15 a 10 minutos uso de la palabra para segundo debate de proyectos-
-Reduce de 15 a 10 minutos uso de la palabra en mociones de revisión-
-Fija 5 minutos para usar la palabra en mociones de fondo, avocación, delegatorias y otras.
-Reduce tiempo para defender apelaciones, de 30 a 10 minutos, tanto para apelante como para presidencia.
-Reduce tiempo para debatir mociones delegatorias de 30 a 5 minutos.
-Reduce tiempo para explicar dictamente en comisiones plenas de 15 a 10 minutos.
-Reduce de tres a dos las sesiones para presentar mociones de fondo a un proyecto, sin prórroga.
-Reduce tiempo para hablar sobre un proyeto en primer y segundo debates de 15 a 10 minutos.
-Limita presentación de mociones para avocaciones de proyecos a solo una por iniciativa; otras avocaciones requieren apoyo de 38 diputados.
-Fija límite para presentación de informe de liquidación del presupuesto y fecha para su discusión, así como tiempos para debatirlo.
-Moción para retrotraer proyectos a antes de su primer debate necesitarán 38 votos; solo se admite una moción por fracción.
-Se crea un nuevo proceso de vía rápida de proyectos, con plazos fatales de trámite en comision y plenario; solo se aplicaría a 10 proyectos por año.