El diputado Dragos Dolanescu, del Partido Republicano Social Cristiano, ahogó la reforma fiscal con más de 500 mociones para proponer, por ejemplo, eximir del pago del IVA a los malabaristas que trabajan en los semáforos, a los payasos, a los vendedores ambulantes, a los productores de petróleo y a los limpiabotas.
También, dedicó numerosas hojas para eximir a magos, actores callejeros, futbolistas, árbitros y entrenadores deportivos, así como a ingenieros, cementeros y consultores de partidos políticos.
De sus 500 mociones de fondo, 374 mociones proponen eximir del impuesto al valor agregado (IVA) a múltiplessectores sin importar si son profesionales, técnicos o simplemente trabajadores informales que no reciben otra paga que el efectivo que recauden en los semáforos.
También, incluyó mociones para eximir del IVA a jardineros, cogedores de café y recolectores de basura.
El republicano fue el legislador que presentó más modificaciones al plan fiscal en el primer día habilitado para la presentación de las mociones de fondo, el jueves 5 de julio.
Sus 500 mociones ahogarían el trámite del expediente legislativo 20.580, Ley para el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, con el cual el Gobierno pretende paliar la crisis financiera, pese a que la iniciativa se tramita por la vía rápida.
La reforma fiscal transformaría el impuesto de ventas en impuesto sobre el valor agregado (IVA), con el cual se gravaría una mayor cantidad de servicios con una tasa similar a la actual: 13%.
Sin embargo, también se plantea una tarifa reducida del 4% para tiquetes aéreos, servicios de salud privados, medicamentos y la educación privada, así como una tasa super reducida, del 2%, para la canasta básica y los seguros personales, de trabajo, agropecuarios y de viviendas de interés social.
En su interminable lista de actividades productivas exentas del IVA, Dolanescu incluyó también las loterías de la Junta de Protección Social y las rifas de la Cruz Roja, a los mensajeros en moto y bicicleta, los tajos, la producción de plástico biodegradable y la producción de energía.
También, incluye los servicios de abogacía de toda índole, desde los divorcios y las separaciones judiciales, hasta el reconocimiento de hijos extramatrimoniales, anulación de matrimonios, traspaso de derechos.
Muchas propuestas están repetidas entre sí y muchas son idénticas a las que había presentado el entonces diputado Otto Guevara en la anterior legislatura.
Las mociones también se extienden, por ejemplo, a la operación de maquinarias para producir papel, los albañiles, los conservadores de museo, los encuadernadores, blanqueadores, los periodistas, locutores, impresores, mecánicos y, así mismo, los médicos de todo tipo.
¿Copy-paste?
Aparte de la peculiaridad de la inmensa mayoría de estas mociones, hay una característica común en prácticamente todas ellas: la similitud de centenares con las que había presentado Guevara, del Movimiento Libertario, a mediados de marzo (1.300).
Este jueves, este medio intentó conocer la posición de Dolanescu al respecto. Sin embargo, no aceptó atender consultas por vía telefónica. Dijo que respondería la próxima semana, en la Asamblea Legislativa.
“Dependiendo, ¿de qué se trata?”, contestó Dolanescu cuando se le pidió hablar con este medio. “Ah no, este… con mucho gusto, la otra semana, te atiendo en la Asamblea”, agregó. Cuando se le requirió la razón de no querer responder sobre ese asunto, añadió: “No, dejémoslo así”.
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La semana anterior, cuando él llegó con un folder lleno de mociones a la Secretaría del Directorio, difundió a través de su encargado de prensa un comunicado en el que asegura que siente la necesidad de “evitar una injusticia social si se aprueba el proyecto 20.580 tal como está”.
“Hay que tomar en cuenta que en este proyecto todo lo que no está excluido va a quedar gravado. Hay una serie de artes, oficios y realidades humanas que, de no quedar expresamente excluidas por no sujeción o exención, se verán directamente afectadas. Esto para mí no es letra muerta, tienen rostro humano”, dice Dolanescu en su nota de prensa.
Mociones repetidas
Aparte de la gran cantidad de mociones para eximir de impuestos a toda clase de profesiones y oficios, técnicos o no, Dragos Dolanescu repitió una gran cantidad de esas propuestas.
En otras palabras, varias de esas mociones aparecen hasta dos o tres veces en la lista de las 500, tal como lo pudo determinar La Nación en una revisión minuciosa de cada una de esas propuestas.
Además, presentó una serie de sugerencias para cambiar otros artículos del proyecto 20.580, por ejemplo el impuesto a las rentas de capital.
En ese artículo específico, el 31 C del título II del plan fiscal, se propone una tasa del 15% a las rentas de capital y de ganancias de capital. Una moción de Dolanescu plantea dejar ese tributo en un 3%, otra lo deja en un 4%, otra más en un 5%, o un 6%, o un 7%, o un 8% y así.
Otra seguidilla de mociones se enfoca en eliminar, uno a uno, los incisos del artículo 2 del capítulo sobre el IVA, donde se plantea cuál es el hecho generador de ese impuesto. El desenlace es otra moción que plantea eliminar de tajo ese artículo. Incluso, hay una sugerencia para una nueva redacción de ese numeral.
Lo mismo hace con un abanico de propuestas para eliminar varios párrafos del artículo 1 del plan fiscal, donde se explica cuál es el objeto del impuesto al valor agregado.
Por ahora, las mociones de Dolanescu van de la 62 a la 531 y de la 547 a la 587.
El trámite del plan fiscal continuará el próximo lunes, cuando la presidenta legislativa, Carolina Hidalgo, lea una resolución en el plenario, sobre el ordenamiento de las 1.008 mociones que los diputados le presentaron a la reforma fiscal.
Una vez que se conozca esa resolución, las mociones pasarán a estudio de la Comisión Especial de Reforma Fiscal, donde Dragos Dolanescu no es miembro, pero puede llegar a defender sus propuestas de modificación a la iniciativa.