El Gobierno de Nicaragua expulsó esta tarde, hacia Costa Rica, a la activista costarricense-nicaragüense, Ana Quirós, defensora de derechos humanos que residía en el país vecino desde hace muchos años.
La Cancillería confirmó que Quirós fue entregada en Peñas Blancas. “Su estado de salud es óptimo”, dijo la Casa Amarilla.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció, alrededor de la 1:30 p. m., que la mujer fue detenida esta mañana, cuando acudió a una citatoria que le hicieron las autoridades migratorias nicaragüenses.
Óscar Camacho, cónsul general de Costa Rica en Managua, confirmó la retención a La Nación. Según el funcionario, el gobierno de Daniel Ortega también informó de que Quirós sería expulsada de Nicaragua, por lo que le solicitó al consulado costarricense que elabore un documento de viaje.
“El consulado de Costa Rica en Managua, Nicaragua, ha sido informado hace unos minutos por las autoridades del gobierno de Nicaragua de la detención y próxima expulsión de la ciudadana costarricense Ana Quirós Víquez, quien reside en este país hace muchos años y quien es una activista de los derechos feministas”, comunicó Camacho.
LEA MÁS: Activista tica: 'Llegaron a atacarnos, a robarnos y a golpearnos con tubos y cadenas'
Quirós es la misma activista costarricense que resultó herida en la cabeza, la espalda y las manos en una de las primeras protestas que se realizaron contra el régimen de Ortega durante el mes de abril, en Managua.
Ella residía en Nicaragua desde la época de la Revolución Sandinista (1979-1990). Ahí, funge como directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas). Esta especialista en salud pública se identifica como defensora de derechos humanos.
“Actualmente se encuentra a las órdenes de la Dirección General de Migración. Procederemos como consulado y como cónsul general en Nicaragua a pedir una visita consular urgente para ver el estado de salud de la señora y su condición jurídica; asimismo, para elaborar el debido documento de viaje que nos fue solicitado hace unos minutos”, informó Camacho alrededor del mediodía.
Ana Quirós, lideresa feminista y de la diversidad, se encuentra retenida hace más de una hora, luego de que se presentara a una citación migratoria. La #CIDH recuerda al Estado de #Nicaragua que cualquier privación de libertad debe ajustarse estrictamente a causas legales. pic.twitter.com/LqkEz07HAn
— CIDH - IACHR (@CIDH) November 26, 2018
El director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, confirmó a la agencia de noticias AFP que Quirós ingresó a la oficina de Migración nicaragüense en horas de la mañana, y que no había noticias de ella más de cinco horas después.
Carrión dijo que a la abogada del Cenidh, Wendy Flores, quien asesora a la activista, no le permitieron entrar a la cita y que las autoridades de migración le pidieron que se retirara de sus oficinas después de esperar durante horas.
Antes de acudir este lunes a la oficina de Migración, cuya seguridad ha sido reforzada con antimotines, Quirós ofreció una conferencia de prensa en la sede del Cenidh, en Managua, en la que manifestó su temor de que le retiren la nacionalidad.
"No es fácil para nadie seguir viviendo en este país con tantas injusticias, con tantas arbitrariedades", dijo Quirós.
También fueron citadas a Migración las feministas españolas Ana y María Jesús Ara, así como la suiza Beatriz Huber.
LEA MÁS: Denuncian asedio y agresión contra periodistas críticos del gobierno en Nicaragua
Ellas acudieron a la entrevista con las autoridades migratorias en horas de la tarde sin que se conozcan los motivos, según fuentes opositoras.
El viernes, la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, leyó una proclama en la que acusó a los grupos feministas opositores de participar en “crímenes de odio” durante las protestas.
Las protestas contra Ortega iniciaron contra una reforma al seguro social, que luego desencadenó una demanda de salida del mandatario por la violencia y muerte ejercida contra sus opositores.
Grupos humanitarios estiman que más de 320 personas murieron por la represión, mientras que la policía registra 198 víctimas, cuyo deceso atribuye a los manifestantes.