El gobierno y los diputados manejan tres escenarios para seguir adelante con la reforma fiscal, luego de que la semana pasada los legisladores le quitaron casi ¢100.000 millones anuales al proyecto en la recaudación esperada.
El Poder Ejecutivo trata al máximo de no perder los recursos, pero diputados de Restauración Nacional, Integración Nacional, Frente Amplio y uno de Liberación Nacional procuran no ceder en su decisión de exonerar la canasta básica del impuesto sobre el valor agregado (IVA), con lo cual el Ministerio de Hacienda pierde unos ¢66.000 millones anuales.
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Este martes, se suspendieron de nuevo las sesiones de la comisión fiscal y serán reanudadas el próximo martes. El ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, se reunió de nuevo con Gustavo Viales, diputado del PLN que se salió de la línea de fracción y votó por desgravar la canasta básica. Sin embargo, no hubo acuerdo.
Estos son los tres escenarios sobre las mesas de negociación:
Primer escenario
El primer escenario es restablecer el impuesto al valor agregado (IVA) sobre la canasta básica, con una tarifa del 1% para los bienes agropecuarios y otra del 2% para los demás, pero creando un mecanismo de devolución del dinero del tributo para las personas de menos recursos.
Rocío Aguilar, ministra de Hacienda, declaró que esta opción es posible. Explicó que, para ello, primero será necesario aprobar las mociones de gobierno que restituirían el IVA sobre la canasta básica y sobre la educación privada (con un 2%) y, luego, una moción del Frente Amplio para introducir la devolución.
Al consultársele qué tan caro y complejo crear ese mecanismo, respondió: “Es muy caro no tener ¢66.000 millones”, en alusión al dinero que el gobierno no percibiría si se mantiene exonerada la canasta básica.
“No es muy caro. Hoy, existe el expediente simplificado, hay una serie de cambios que han sucedido en los últimos años con respecto a las cuentas..., lo más caro es no tener los ¢66.000 millones y no tener la trazabilidad. Hay varias formas, no diría que lo tenemos (calculado) con centavos, pero no creo que cueste ¢66.000 millones y no creo que hay otra forma de compensar la evasión", añadió.
La moción 184, de José María Villalta, establece la devolución del IVA a los dos deciles más bajos de la población, lo que sumaría el 20% más pobres, así como al siguiente decil, que son las familias en vulnerabilidad, o sea, las que podrían caer bajo la línea de pobreza que por un cambio en sus condiciones.
El problema que la moción le plantea a Hacienda es que le impediría cobrar el IVA a la canasta básica hasta que la Defensoría de lo Habitantes certifique que existe un mecanismo efectivo de devolución.
El frenteamplista explicó que él propuso ese escenario desde antes de la presentación de mociones de fondo. Pero ahora, luego de que Restauración Nacional, Integración Nacional, Frente Amplio y un diputado Liberación Nacional se trajeron por el suelo el IVA a la canasta básica, la dificultad es que Villalta aporte su voto para restablecer el impuesto tal como lo quería el Ministerio de Hacienda.
El voto de Gustavo Viales podría ser determinante para consolidar ese panorama. Hasta el momento, él se niega a echar para atrás en su decisión de la semana pasada.
Segundo escenario
El segundo escenario es restituir el IVA a la canasta básica, pero con una tasa del 1%, tanto para productos agropecuarios como para los demás bienes bajo esa categoría, con lo cual Hacienda perdería ingresos en el caso de los bienes no agropecuarios, pues la tasa original para estos era de un 2%.
Para esta opción, se tendría que aprobar la moción 700, firmada por diputados del Partido Acción Ciudadana (PAC), que restituiría el capítulo original sobre el IVA, con tasas de 1% para productos agropecuarios de canasta básica, 2% para el resto y 2% para educación privada.
Luego, se tendría que aprobar una moción de los diputados Pedro Muñoz y Pablo Abarca, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que reduciría a un 1% el impuesto para toda la canasta básica.
El fallo que ven los legisladores en ese panorama es que, al resetear el artículo 8 del título sobre el IVA, entonces se borrarían varias exenciones que ya fueron aprobadas en la Comisión de Reforma Fiscal, por ejemplo a la red de cuido.
El diputado Viales ha dicho que esa es una posibilidad y, al ser una moción socialcristiana, también podría tener el apoyo del PUSC.
Para la liberacionista Silvia Hernández, esa no es la mejor opción, pues ella apuesta por la tasa del 2% para la canasta básica y educación privado. Sin embargo, dejó en claro que esta negociación no se debe a la forma en que ella votó.
Tercer escenario
El tercero escenario es el que Hacienda menos desea. Se trata de las mociones 405 y 548 de Walter Muñoz, del Partido Integración Nacional (PIN), que no resucitaría el impuesto sobre la canasta básica, sino que más bien implicaría exonerar toda la cadena de producción agropecuaria.
El liberacionista Gustavo Viales sostiene que, con ese camino, se resolverían los reclamos de los productores agropecuarios por la exoneración de la canasta básica.
Para ellos, el problema es que se exoneró el producto pero no los insumos, lo que los obligaría a pagar el IVA a sus proveedores pero les impediría cobrárselo a sus compradores.
Al respecto, Nogui Acosta, viceministro de Hacienda, afirmó: “Hay dos cosas bien importantes, hay una preocupación para el Gobierno de que puedan disminuir, aún más, la capacidad recaudatoria del proyecto. En ese sentido, estamos dispuestos a negociar para volver al 2% y 1%, acuerdo reflejado en el sustitutivo. Si esa no es la voluntad de los legisladores, estamos abiertos a la posibilidad de que sea un 1%, en tanto mantengamos la trazabilidad y la neutralidad para Hacienda”.
Agregó que el escenario de las mociones de Walter Muñoz le acongoja al gobierno, en el sentido de que podría presentarse una situación poco deseable para las finanzas públicas y para el seguimiento del impuesto en la cadena de producción.
‘Canasta a cero no es viable’
Por otra parte, el presidente de la Comisión Fiscal, Welmer Ramos, afirmó que dejar la canasta básica con una tasa cero no es viable, porque habría omisiones en varios servicios de la cadena productiva.
“Se golpearía con fuerza al sector de bienes de la canasta, que no es solo agro, hay pymes, hay agroindustria”, dijo.
El oficialista dijo que hay salidas, pese a la posición de “defensa de los más pobres” que ha planteado el liberacionista Viales.
“Si se tasan los insumos de la canasta básica igual al 2%, el impacto sería muy pequeño en el consumidor final, porque se generarían créditos fiscales que se reflejan al consumidor final, pero cuando la canasta está exenta del impuesto, los productores tiene que reflejar los costos de producción que han tenido”, dijo Ramos.
Agregó que, en ese caso, serían más competitivas las importaciones que la producción nacional, y eso generaría problemas para los productores costarricenses, causando desempleo.
La liberacionista Hernández afirmó: “Para mí es muy difícil opinar sobre esos escenarios, porque no estoy de acuerdo con ninguno. Yo quisiera volver al escenario original, incluso para salvar el impuesto a la educación privada”.
Hernández dijo que ella y Yorleny León, la otra liberacionista de la comisión especial, están abiertas a intentar salvar la mala redacción de la moción de Restauración, el mal enfoque y la pérdida de recursos lo máximo posible.
Agregó que el escenario de rescatar el impuesto al 1% parece ser el más posible. “Yo también tengo que valorar eso, aunque yo me mantenía en la postura al 2%. Mi intención y la de la diputada León es que no se mantenga el 0%”, comentó.