El Ministerio de Hacienda ejerce una débil fiscalización sobre el cobro del impuesto de ventas, lo que podría estimular la evasión de este tributo que equivale a un 13% del monto de los productos.
Así lo concluye un informe de la Contraloría General de la República (CGR) sobre las acciones implementadas por Hacienda para combatir la evasión fiscal desde el año 2010.
Según el estudio, los bajos niveles de fiscalización "originan que los contribuyentes no perciban sensación de riesgo, lo cual estimula la evasión, incide directamente de manera negativa en la recaudación e impide que se realice una adecuada gestión en la lucha contra el fraude fiscal”.
La preocupación de la Contraloría se acrecienta porque, con la reforma fiscal, el impuesto de ventas será transformado en impuesto sobre el valor agregado (IVA) a partir del 1.° de julio del 2019, y este es una de las principales herramientas con las que el gobierno pretende aumentar sus ingresos.
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“Nos genera incertidumbre y cierta desazón que el impuesto general sobre las ventas, que no es tan global, no se ha podido controlar adecuadamente y ahora va a ser mucho más difícil con un impuesto como el IVA”, afirmó Arnoldo Sanabria, gerente de Servicios de Administración Financiera de la CGR.
El IVA tendrá una base más amplia de contribuyentes porque, además de productos, gravará servicios que hoy están exentos.
Según el informe de la Contraloría, entre el 2012 y el 2016, los contribuyentes evadieron pagar ¢650.000 millones. Esta cifra se fundamenta en estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La CGR también destaca que, entre esos mismos años, subió de un 29,1% a un 31,1% la evasión del impuesto de ventas, es decir, de su potencial de recaudación entre contribuyentes inscritos, sin tomar en cuenta los negocios informales.
Al respecto, ¿qué acciones toma el Ministerio de Hacienda? Según el informe, hace muy poco, al grado de que ha reducido las fiscalizaciones con las que se verifica la veracidad de las declaraciones de los contribuyentes del impuesto de ventas.
Por ejemplo, mientras en el 2011 el Ministerio fiscalizó a 71 grandes contribuyentes (20% del total), en el año 2017 solo lo hizo con cuatro (1,3% del total).
Peor aun, en la masividad, es decir en el resto de personas o empresas inscritas como recaudadoras del impuesto de ventas, Hacienda solo verificó la declaración del 0,02% el año pasado.
Esta situación se debe a que el Ministerio está más enfocado en fiscalizar a los contribuyentes del impuesto de renta.
“Ahí el asunto es que ellos, en la Administración Tributaria, le han puesto énfasis a renta y la misma estructura ha hecho que gran parte de los funcionarios que trabajan en fiscalización esté dedicando su tiempo a renta, y una cantidad muy poca en Ventas”, indicó el funcionario de la Contraloría.
La Nación solicitó una reacción de Hacienda sobre estos hallazgos, pero no hubo una respuesta inmediata.
El impuesto de ventas es el segundo que más recursos le genera al Gobierno, después del de renta, con el inconveniente de que se frenó su ritmo de crecimiento.
En el 2011, la recaudación del tributo de ventas creció casi un 12%, mientras que el año pasado, solo un 2,8%.
Nominalmente, el monto pasó de ¢1 billón a ¢1,45 billones del 2011 al 2017, pero hay una desaceleración.
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La Contraloría también encontró que uno de cada cuatro contribuyentes del impuesto de ventas no presentan declaración.
Asimismo, 7 de cada 10 contribuyentes reportan declaraciones del impuesto en cero, menos de cero o muy cercanas a cero.
Sin embargo, eso no significa necesariamente que haya evasión. Sanabria explicó que la declaración es el saldo entre el impuesto que pagan las empresas o personas a sus proveedores y el que le cobran o retienen a sus clientes.
Aumento de morosos
En forma paralela, 7 de cada 10 contribuyentes tienen una deuda con Hacienda por el impuesto de ventas.
El monto total de las deudas subió de ¢28.500 millones a ¢71.700 millones del 2014 al 2017.
Sanabria comentó que la forma en que Hacienda almacena la información de los contribuyentes “no le permite a Hacienda hacer un control o un adecuado análisis de esa cartera morosa”.
"Estamos recomendando que establezca un mecanismo que le permita el análisis detallado para conocer quiénes son”, añadió.
El problema es que las acciones contra la evasión no responden a un análisis de riesgo, sino que dependen de las autoridades de turno, concluyó la Contraloría.
El informe destaca que la recaudación del impuesto de ventas ha perdido relevancia y participación entre todos los ingresos tributarios. Pasó de representar el 37,2% en 2011 a el 33,1% en 2017.
Según Sanabria, con las leyes vigentes Hacienda tiene potencial para una mayor recaudación, siempre que tome acciones.
Este informe fue dado a conocer a las autoridades de Hacienda, incluida la ministra Rocío Aguilar, para que se implementen mejoras en los controles y en la eficacia de las medidas que actualmente están en vigencia.