Cuando la tuvo de frente, no se lo dijo. Tampoco lo hizo después, ni por medio de una llamada o de un correo, aunque estaba al tanto de la situación.
El exministro de Hacienda, Helio Fallas, omitió informarle a su sucesora, Rocío Aguilar, que le heredaba un faltante en el presupuesto para pagar la deuda pública en el 2018.
El hueco terminó siendo gigantesco: de unos ¢800.000 millones.
Aún siendo ministro y vicepresidente de la República, Helio Fallas sostuvo una reunión de transición con Rocío Aguilar cuatro días antes del cambio de mando.
El encuentro se produjo la mañana del viernes 4 de mayo durante unos 90 minutos. Sin embargo, el exjerarca no tocó el tema.
Tras su comparecencia de este lunes, ante la Comisión de Ingreso y Gasto Públicos, Helio Fallas reconoció a La Nación que no lo advirtió a su sucesora de la necesidad de presentar un presupuesto extraordinario para corregir el desbalance. Alegó que el encuentro fue muy corto.
La versión fue corroborada a este medio por Rocío Aguilar. “Efectivamente”, contestó cuando se le preguntó si el exministro omitió informarle.
“No recuerdo haber tenido despues contacto con don Helio, menos por correo, tampoco por teléfono”, agregó la jerarca de Hacienda.
En consecuencia, una vez en el cargo, Rocío Aguilar se vio obligada a pagar a acreedores del Gobierno ¢182.000 millones por deudas de largo y de corto plazo sin contenido presupuestario, porque la administración de Luis Guillermo Solís no solicitó permiso al Congreso para aumentar las partidas y tampoco le avisó de la situación al país.
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Los pagos correspondían a bonos de deuda soberana que vencían en el 2018. Es decir, el Estado se había comprometido a devolver este año el capital prestado.
Este medio reveló que el Ministerio de Hacienda subestimó, el año pasado, el presupuesto para cubrir la amortización de deuda de corto y largo plazo en 2018. Lo hizo confiado en que sortearía el pago de ¢300.000 millones mediante canjes de deuda que no se concretaron.
El canje consiste en cambiar a inversionistas títulos a punto de vencer por unos nuevos de largo plazo, con lo que se posterga la devolución inmediata del capital. Sin embargo, el gobierno anterior fracasó en ese objetivo.
Además, en los últimos meses del año pasado y también bajo la dirección de Helio Fallas, Hacienda colocó ¢927.000 millones en bonos de corto plazo, más del doble de lo que el Congreso había autorizado para pagar este año: ¢448.000 millones.
Y, en vez de informar al Congreso de la necesidad de incrementar la partida, en marzo de este año firmó un decreto para mover ¢413.000 millones de la partida para pagar títulos de largo plazo a la de corto plazo, dejándole un enorme hueco al gobierno actual en la primera.
Este lunes, ante el Congreso, el mismo Helio Fallas admitió que ese decreto es algo “inédito”.
De igual manera, el exjerarca argumentó, ante los diputados, que el gobierno de Solís se “jugó el chance” de no presentar un presupuesto extraordinario porque confió en los canjes de deuda, pese a que la operación se declaró infructuosa el 13 de marzo.
Carlos Ricardo Benavides, del PLN, le preguntó si no solicitaron el presupuesto extraordinario al Congreso por un cálculo electoral.
Fallas respondió: “El hecho de que no se hiciera ese presupuesto extraordinario, básicamente es por el asunto del canje. Pero pensar ya en términos políticos, de que se estaba jugando eso, yo francamente, yo tengo conciencia de que con esas cosas no se juega así".
"Sencillamente, vimos la posibilidad (de continuar con el canje) y entonces se jugó ese chance de hacerlo (la presentación del presupuesto) un poco más adelante, si había que hacer un presupuesto. Todavía no teníamos esa información, pero en algún momento sí había que hacerla”.
“Cuando se dio la transición, no se contemplaba la opción de hacer un presupuesto extraordinario, pues apenas habían transcurridos cuatro meses del año y se esperaba revertir esa situación”, insistió Fallas, en su comparecencia.
Posteriormente, Rocío Aguilar anunció que el gobierno actual tendría que solicitar dos presupuestos extraordinarios tanto para cubrir el hueco en la deuda como el efecto de una baja en la recaudación de impuestos. El primero es por unos ¢600.000 millones, el segundo será de ¢300.000 millones.
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Culpó a mandos medios
El exjerarca argumentó, una y otra vez, que los mandos medios no le informaron sobre el impacto que tendría lo que estaba ocurriendo con el canje en el presupuesto y que por eso no solicitó el presupuesto extra.
Se atrevió a decir que no era posible ordenarle a la dirección de Presupuesto Nacional que le indicara cuánto supondría el extraordinario. Alegó que esa dependencia tiene un calendario de trabajo, el cual contempla una revaloración del presupuesto entre junio y julio.
Sin embargo, para esos dos meses, el Ministerio de Hacienda ya no tenía contenido presupuestario para pagar la deuda, por lo que la ministra actual, tuvo que recurrir a la práctica ilegal, de acuerdo con la contralora, de amortizar ¢182.000 millones, sin autorización del Congreso.
¿Por qué no avisaron?, cuestionaron varios diputados, como Yorleny León de Liberación. Fallas respondió: “A mí me gustaría que usted le hiciera la misma pregunta a la directora de Presupuesto Nacional, porque ella es la encargada de elaborar el presupuesto”.
También, achacó la responsabilidad a los responsables de Crédito Público por no advertir a la administración del avance en la colocación de deuda.
Aunque dejó la responsabilidad a los mandos medios, en una respuesta a los diputados, Fallas no consideró que fuera necesario una sanción administrativa contra estos funcionarios.
Por su parte, el diputado Roberto Thompson reprochó esa supuesta negligencia: “Era obligación del Ministerio de Hacienda informar que se conocía de esta situación, de que el segundo semestre iba a quedar desfinanciado por este ‘hueco’... ¿Por qué no se le dijo al país la verdad?”, dijo el diputado.
Fallas argumentó también que, en marzo, aún tenía la expectativa de que los diputados retomaran el ánimo de aprobar una reforma fiscal, aunque desde diciembre se había roto un pacto entre los partidos políticos de apoyar dicho plan.
Culpables políticos
Fallas atribuyó a decisiones y actores políticos varias de las causas que desencadenaron el desfinanciamiento del gobierno.
En primer lugar, reiteró que lo ocurrido se debe, principalmente, a la falta de más recursos que podrían ser captados con una reforma fiscal.
Según el exjerarca, el gobierno de Solís advirtió sobre las consecuencias de no cambiar la estructura tributaria.
Sin embargo, los diputados le reprocharon la ligereza con la cual la administración Solís trató el tema fiscal al inicio de su administración, introduciendo la reforma fiscal dos años después del inicio de la gestión. Además, le recordaron al exjerarca los aumentos salariales al sector público otorgados en su administración, y el aumento del presupuesto de las universidades públicas para el presupuesto 2015.
En tanto, Fallas aseguró que el fracaso en la colocación de deuda se debió a declaraciones de políticos que minaron la confianza de los inversionistas, pues esas voces cuestionaron la validez del trámite.
Aunque fue consultado sobre cuáles fueron esos actores, Fallas declinó de señalarlos.
En un documento de 12 páginas que dejó a los diputados, el exjerarca precisó que esa colocación no fructificó por “información errónea" en relación a los contratos; la no aprobación del plan fiscal; así como la incertidumbre por el resultado de las elecciones en la primera ronda.
Estas declaraciones dejaron malas impresiones en los diputados que asistieron a la comisión.
“El gobierno anterior no sólo dejó la casa en desorden: la hipotecó, gastó todos los recursos para hacer frente al problema y además escondió los avisos del banco. Engañó a todos diciendo que las cosas estaban bien y hasta quiso hacernos creer que fue heroico cuando en realidad nos estaba conduciendo al despeñadero. En síntesis, dejaron el terreno minado al que viniera, tal vez pensando en que el PAC no continuaría en el poder”, señaló el diputado de Restauración Nacional, Jonathan Prendas, quien preside la comisión.
Por su parte, el diputado Carlos Ricardo Benavides aseguró que la comparecencia de Fallas “no contribuyó para esclarecer las responsabilidades de su gobierno sobre el hueco fiscal... Creo que don Helio fue evasivo".
“Dios libre”
Pese a que los diputados alegan falta de claridad en la audiencia, Fallas sí dejó claro una cosa: no quisiera estar en los zapatos de Rocío Aguilar en este momento.
Así lo dejó ver ante una consulta hipotética que hizo el diputado de Restauración, Eduardo Cruickshank.
La pregunta se basó en el supuesto de si Fallas fuera el actual ministro de Hacienda, si habría pagado los ¢182.000 millones de deuda sin autorización, tal como lo hizo Aguilar.
En respuesta al supuesto si él fuera ministro de Hacienda, la reacción de Fallas fue: “Dios libre”, y luego agregó “ahora sí me pegó un susto”. Al final, respondió que coincide con la actuación de la ministra.
Más adelante en la comparencia, Fallas aclaró que cuatro años como ministro es el periodo más largo del que asumieron sus antecesores.