La exjueza Patricia Solano Castro, de 58 años, asumió este miércoles como magistrada de uno de los tribunales más cuestionados de la Corte Suprema de Justicia, la Sala III, donde asumirá como propietaria junto con Jesús Ramírez, el magistrado más con más años en el cargo.
Luego de jurar, con la mano derecha levantada, ante el plenario legislativo, que observará y defenderá la Constitución Política y las leyes, Solano saludó a los diputados y atendió a los medios de comunicación.
Ante los micrófonos, dijo que prefería no opinar sobre varias decisiones y acciones de los magistrados de la Sala Penal que los llevaron a ser destituidos, sancionados o a jubilarse. Sí opinó, en cambio, que la cuantía de los salarios no debe ser motivo para que un funcionario judicial sea corruptible.
Añadió que, eventualmente, se podría revisar si algunos merecen los incentivos salariales y si otros no. Eso sí, advirtió que en ningún país la administración de justicia es barata y añadió que ella está en contra de algunas reformas de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
Específicamente, alegó que hay partes del plan fiscal que afectan el funcionamiento del Poder Judicial, aunque no especificó cuáles.
A continuación, la entrevista con la nueva jueza penal:
-¿Qué significa para usted llegar a una sala que en los últimos meses, tal vez dos años, ha sido muy cuestionada por acciones de sus miembros, incluso por decisiones que ha tomado en conjunto?
-No hay distinción más grande. Es un gran honor, por la confianza que depositan en mí, en momentos en que el Poder Judicial se ha visto en crisis. Tengo vasta experiencia, 30 años de judicatura, de labor impecable, nunca tuve problemas ni cuestionamientos y, pese a las decisiones que han pasado y la crisis del Poder Judicial, quiero servir al país.
Cuando postulé mi nombre para este cargo, estaba muy consciente de la responsabilidad que tiene la justicia penal, la confianza que tiene la ciudadanía y a la que tenemos que darle una mayor fortaleza, en que la ciudadanía vuelva a ver al Poder Judicial como lo que para mí significa, la casa de la justicia, los hombros sobre los que descansa nuestra democracia.
Me siento muy honrada, daré lo mejor y, pese a estos temas que usted me dice, daré trabajo, trabajo digno, trabajo honrado y vamos para adelante. Es un gran honor.
-¿Qué debe cambiar en el Poder Judicial y, en particular, en la Sala III?
-En realidad, siempre la diferencia la hacemos las personas en todos los lugares. Parte, a veces, se ha discutido cuál es el sistema de elección de magistrados. En todos los países hay diferentes formas de elegirnos, pero con independencia de cuál sea el sistema de elección, siempre la diferencia la vamos a hacer los seres humanos.
Eso es, por supuesto, que en esa parte yo tengo una gran confianza en que Dios está por delante, que me va a iluminar para tomar las mejores decisiones y, como no es ajeno a mí el Poder Judicial, sino que siempre ha sido mi casa, en esas partes simplemente será un nuevo tribunal, con integración diferente, lo pasado, pasado; borrón y cuenta nueva.
-¿Califica de grave todo lo que pasó en la Sala III, ha sido la peor crisis?
-Hay decisiones que son cuestionables. Siempre se tiene que descansar sobre..., y hay un respeto absoluto de la independencia judicial y son temas que, en su momento, dado que podría entrar a analizar esos temas, obviamente no me puedo referir a ese tipo de decisiones.
-¿Se reunió con algunos diputados para pedirles el voto?
-Este concurso viene de la Asamblea Legislativa anterior, entonces ya estaba en el plenario legislativo. Desde que la actual Asamblea entró en funciones, fueron claros en que había una prohibición absoluta y yo me atuve al respeto de las reglas que se impusieron.
Ya estaba el expediente, las recomendaciones y creo que se decantaron por los informes que había en plenario, porque ya el expediente estaba en plenario.
-Usted participó de los otros concursos que estaban abiertos. ¿Qué opina de la metodología implementada por la Comisión de Nombramientos para los concursos que están abiertos?
-Sí concursé en una de las plazas. El hecho de estar recomendada y ser la única mujer dentro de la terna del concurso en que fui designada, obviamente no es una garantía de que se me fuera a designar, porque es una recomendación y dentro de las potestades que le da la Constitución a la Asamblea, está elegir dentro de la terna o salirse de la terna, incluso escoger dentro de los postulantes al concurso, porque así lo prevé la Constitución.
Concursé por una plaza, a la metodología le hago un tipo de crítica, en tanto generalmente no se potencian las habilidades blandas, generalmente son las habilidades blandas, además de las académicas, las que lo llevan a uno al éxito.
-Usted ya estaba jubilada, recibía una pensión de alrededor de ¢4 millones. ¿Qué opina sobre las pensiones de lujo, buena parte de ellas pertenecientes al Poder Judicial?
-El sistema de jubilación del Poder Judicial es el más antiguo de Costa Rica. Se ha cuestionado mucho cuáles son las pensiones, pero por lo menos en mi caso, hay aspectos que no se analizan, por ejemplo que nosotros somos de los pocos que seguimos cotizando.
En bruto, a veces, suena un montón, pero en líquido no es tanto, cuando se le hacen todas las deducciones que, por el sistema propio del Poder Judicial, se realizan. Por lo menos en mi caso, yo siempre fui profesional, yo entré al Poder Judicial como profesional y me retiré como tal.
Las regulaciones que se les han hecho a las pensiones más elevadas, con los impuestos solidarios, pienso que la contribución que se hace provoca que el monto de las pensiones sea bastante más bajo que lo que anteriormente se daba.
-¿Qué valoración hace de la jurisdicción penal en este momento? El impacto del crimen organizado, cómo ha elevado su presencia, insertándose en los cuerpos policiales, Poder Judicial incluso.
-El crimen organizado no es un fenómeno de Costa Rica, es un fenómeno mundial. Es un fenómeno importante, no hay un solo cuerpo en ninguna policía ni organización del mundo donde no haya infiltración del crimen organizado.
De manera que, para esto, hay que poner filtros suficientes, para que dentro de la institución se pueda detectar cuáles son esas células que se pueden estar infiltrando. Hay métodos para hacerlo. Tengo experiencia.
Entre el 2014 y 2015 hice uno de los últimos cursos, fueron 232 horas de análisis de crimen organizado y, desde ese tema, hay metodologías para poder detectar esas infiltraciones. Pero no son propias de Costa Rica, eso se da a nivel mundial.
-¿Usted cree que reformar los pluses salariales podría implicar mayor corruptibilidad de los jueces y funcionarios del Poder Judicial?
-Todo trabajo tiene una remuneración. Pero no es el cuánto del salario lo que puede provocar que alguien, y sobre todo un administrador de justicia, un operador del sistema, se pueda corromper. Principios diferentes son los que pueden hacer que usted esté por la senda recta.
No es el salario, eso no hace diferencia.
-¿Pero son válidas las críticas a los pluses del Poder Judicial? Mucho se ha hablado de que son salarios de privilegio, que hay demasiados beneficios, ¿qué dice de eso?
-En realidad, esos son... Cuáles son todos los pluses, en las diferentes categorías, hay unas partes que, dependiendo de las críticas que ustedes hacen, la labor desde el Poder Judicial es diferente desde cualquier otro ámbito de la administración pública. La peligrosidad con que se asume, los riesgos que se asumen son diferentes a otro tipo de funciones.
De manera que eso es propio de la función de administración de justicia. En ningún país del mundo la administración de justicia es barata.
-El presidente de la Corte, Fernando Cruz, dijo en la Asamblea cuando vino a defender el Presupuesto 2019, que los incentivos judiciales se han satanizado. ¿Piensa usted que se han satanizado esos pluses, ante la opinión pública?
-No recuerdo, en este momento, la forma exacta en que lo pudo haber dicho don Fernando. Sin embargo, el escalafón es diferente, pero por supuesto que todo está tendiente a revisión, desde las mismas modificaciones que se le hicieron al régimen de pensiones del Poder Judicial.
Finalmente, los salarios, las pensiones se ven reducidas, eso es muy diferente.
-Pero, entonces, está de acuerdo por la naturaleza del trabajo, ¿no se deberían limitar esos pluses?
-Hay que regular, exactamente, cuál es y que en algunas cosas no haya un efecto multiplicador, por supuesto que hay que revisarlo, cómo están algunos, para quién sí y para quién no. Esa es una parte que tenemos que revisar y verlo bien.
-¿Usted está de acuerdo con las reformas salariales que se hacen en el plan fiscal?
-Hay algunas partes que comparto, hay otras que no.
-¿Cuáles no comparte?
-Hay algunas áreas que tiene que ver, en algunos aspectos propios de funcionamiento, no todas tienen que ver con lo que es función del Poder Judicial, pero la independencia de alguna manera la tienen que respetar, es una norma constitucional que no pueden pasar por alto.