El más reciente magistrado electo en Sala Segunda, Jorge Olaso Álvarez, aseguró este jueves, luego de jurar la protección a la Constitución y las leyes, que el Poder Judicial no es una isla aparte, sino que debe integrarse dentro del Estado, funcionar como tal y asumir las reformas necesarias.
Las declaraciones las dio ante los medios de comunicación, luego de que se le consultó su opinión sobre los pluses salariales y las pensiones millonarias en el Poder Judicial, así como las reformas que modificarían ese esquema.
“La modificación a los salarios y a las pensiones es interesante y trascendente, porque es lo que está en boga. Se implementan ahora cambios normativos que los jueces debemos aplicar”, comentó.
Olaso agregó que, bajo el esquema antiguo de las pensiones judiciales, él se podría haber jubilado ya porque tiene 50 años y más de 30 de ser empleado judicial, pero las reformas aprobadas en el Congreso hacen que deba afrontar 15 años más de función pública.
De esos 15 años que prevé el nuevo magistrado seguir trabajando, antes de pensionarse, pasará al menos los próximos ocho como magistrado de la Sala Segunda.
“Es un tópico que la Corte Suprema de Justicia tiene que afrontar, una de las principales interpretaciones que tiene que hacer”, explicó el nuevo magistrado.
Agregó que el Poder Judicial debe estar preparado para los cambios estructurales que implican varias reformas, directos e indirectos, “contra salarios y pensiones”. Entre ellas está el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
“El Poder Judicial es parte de un Estado, no es una isla aparte, debe integrarse, va con un lineamiento. No somos una isla parte, somos parte de este Estado y la Corte tiene que asumir las medidas necesarias para ser parte de esa integralidad”, manifestó Olaso.
Jorge Olaso ha sido funcionario judicial por 30 años, desde auxiliar en tribunales hasta juez de menor cuantía y, poco a poco, ha llegado a la función de juez laboralista, magistrado suplente y, ahora, propietario de la misma Sala en la que ha trabajado los últimos años.
Aparte de asuntos relativos a incentivos salariales y pensiones, el magistrado reconoció que tendrían que aplicar, como jueces superiores de la materia de familia, las modificaciones que implica la sentencia de la Sala Constitucional sobre el matrimonio igualitario.
“El voto de la Sala Constitucional es vinculante. Desde el punto de vista de la interpretación que tendrá que hacer la Sala Segunda, sería en función de lo dicho por ellos, independientemente de que haya reforma legislativa o no”, comentó Olaso.
Por el momento, el tribunal constitucional recién notificó su fallo sobre matrimonio entre personas del sexo este miércoles. Cuando esa sentencia se publique en el Boletín Judicial, empezará a correr un plazo de 18 meses para que los diputados hagan un marco normativo para la aplicación de la figura del matrimonio igualitario.
De no suceder así, entonces la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo dejaría de existir, pues de todas formas ya los magistrados constitucionales la declararon inconstitucional, en sintonía con la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Sobre la interpretación que deberán hacer los magistrados de la Sala II, Jorge Olaso añadió que hay todo un marco interpretativo surgido del voto de ese tribunal, que llevará a la interpretación de los juzgadores en materia de familia.
“El voto se tiene que interpretar desde el punto de vista de las normas, tanto las que señala como las que toca indirectamente. La Sala Segunda tendrá una posición relevante sobre eso”, dijo el magistrado.
En cuanto al procedimiento de elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Olaso se mostró conforme.