Después de golpearle la mesa a la Corte Plena por oponerse a la reforma tributaria, el presidente Carlos Alvarado dijo que confía en que la Sala Constitucional tomará una decisión favorable sobre el plan fiscal, ahora que recibió una consulta facultativa sobre el proyecto, la cual prepararon las fracciones de Restauración Nacional (PRN), Frente Amplio e Integración Nacional (PIN).
El mandatario afirmó que la oposición de una mayoría de los magistrados de Corte Plena a la reforma fiscal se debe a resistencia al cambio y aseguró que los argumentos de los altos jueces en contra del proyecto lo hicieron sentir que “va por la ruta correcta” al promover e impulsar el proyecto fiscal.
Carlos Alvarado ofreció este domingo una entrevista a La Nación en la que también habló sobre el aumento de la pobreza, la cual se incrementó de un 20% en el 2017 a un 21,1% este 2018. Así lo reveló la más reciente Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), dada a conocer la semana anterior.
En criterio del gobernante, el paquete fiscal es necesario al planear las acciones que reduzcan ese índice en el futuro. Así, enfatizó, se generará confianza para aumentar la inversión y, con esta, habrá más fuentes de empleo.
La siguiente es la transcripción completa del intercambio entre este medio y el presidente de la República.
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-¿Según su percepción, cuáles son las causas de ese aumento de un 1,1% en la pobreza?
-El principal factor está en el mercado laboral, en los ingresos de los hogares por trabajo, sea por trabajo asalariado, por trabajo independiente, o por emprendimientos. Cuando uno ve los datos, ve que la política social más bien se ha expandido, está llegando más a los hogares. Eso significa que ahí hay un acierto, pero también se determina, por los datos, que los hogares de menor ingreso sufren mayoritariamente por el mercado de trabajo. Tenemos que trabajar en eso.
“Otra variable que es de cuidado, sobre todo para los hogares más humildes, es el costo de la vida, que, en este caso, si bien la inflación se mantuvo baja, también tuvo una incidencia.
"Entonces, hay tres elementos claves que tenemos que tener presentes: la política social que, más bien, está conteniendo mayores aumentos en la pobreza, pero no es suficiente; la estabilidad económica, de precios y de la economía, porque genera más empleos, porque en una baja inflación y crecimiento de precios no se golpea a las familias más humildes.
"Y tercero que, en medio de lo social y de lo económico, tenemos que fortalecer esa bisagra que es el mercado laboral, que es la forma en que los hogares costarricenses se encadenan con la economía a través del empleo y de los emprendimientos. Y ahí es donde tenemos que trabajar todavía más fuerte, en la estrategia de incorporación sociolaboral de las personas, con el agravante de que este sector de la población tiene dos particularidades: la baja escolaridad y la mayor incidencia (de pobreza) en las zonas fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM). Lo territorial y lo educacional se vuelven claves para fortalecer el mercado laboral”.
-¿Cuál va a ser la estrategia para reactivar el mercado laboral?
-En cada una de estas dimensiones, económica, social y laboral, hay que aplicar herramientas. No hay una única herramienta que vaya a hacer que se reduzca la pobreza. En lo social, cuando relanzamos nuestra estrategia de combate a la pobreza, tenemos que apostar a la política social no solo de ayudas. Eso es algo que dejamos sentado desde hace cuatro años, cuando empezamos a trabajar la política social (el presidente fue ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social y ministro de Trabajo durante el gobierno de Luis Guillermo Solís) sino, que sea una política social que tiene asistencia, pero que está encadenada a la generación de capital humano. Eso es salud, capacitación, educación, oportunidades y es lo que hace la estrategia Puente al Desarrollo, que es ver a las personas, a las familias, no solo a través de la asistencia, sino cómo llevarles herramientas para que puedan involucrarse con el mercado laboral.
“Entonces, en lo social vamos a seguir el esfuerzo y el compromiso que tenemos, que es duplicar la atención para sumar otras 200.000 personas a las 200.000 a las que ya se les llegó con Puente al Desarrollo. Mantenemos el compromiso de duplicar esa cantidad durante estos cuatro años con un modelo no asistencial, sino, más bien, un modelo de promoción humana, con novedades, porque hemos identificado que no solo tenemos que trabajar el núcleo familiar, sino que hay que empezar a trabajar en las comunidades. En esta segunda etapa también se trabajará el entorno de las familias, porque hemos identificado que en los entornos de pobreza tenemos casos de violencia, de adicciones, de delincuencia, de falta de oportunidades en el agro, por ejemplo. Es decir, vamos a trabajar en la familia y en su entorno con sus particularidades, trabajando el concepto de seguridad humana de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
-¿Cómo explicarse entonces que si desde el 2015 se desarrolla la estrategia Puente al Desarrollo, la pobreza terminó aumentando en el último año?
-Hay que ver que es una medición que cambia la tendencia de los últimos tres años, (el aumento en la pobreza) mucho lo explica el tema del mercado laboral (…) el desempleo ha venido sostenido entre un 9% y un 10%. Ahí es donde tenemos que hacer el mayor trabajo, en la bisagra que une lo social y lo económico, que es el empleo. La política social venía avanzando. En la parte económica, Costa Rica venía creciendo y casi que uno decía automáticamente que iban a bajar los otros indicadores, y no necesariamente ocurrió porque nuestro crecimiento económico está cada vez más basado en servicios, en capital intensivo, y no necesariamente en emplear personas. Por eso el eje tiene que ser esta estrategia sociolaboral, que es algo que estamos llevando adelante, no solo desde Puente al Desarrollo, sino vinculado con el Ministerio de Trabajo, con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y con el sector privado.
“Entonces, en lo social vamos a profundizar los programas, pero avanzando en las posibilidades de encadenamiento con lo laboral. Eso es clave, como la capacitación, la intermediación laboral, generación de oportunidades en los territorios”.
-¿Qué cree fundamental en el aspecto económico para avanzar en la disminución de la pobreza?
-En lo económico, es clave la estabilidad macroeconómica, con bajas tasas de interés, que sigamos creciendo, que evitemos una crisis fiscal, y el siguiente paso, entonces, es cómo vincular a las personas en los distintos territorios con empleos o emprendimientos para lograr reducir el índice de desempleo, pero, también, reducir así la pobreza, y ese es el gran esfuerzo que llevaremos adelante en los próximos cuatro años. La educación es clave, porque Costa Rica necesita cada vez mayores niveles de capacitación. Otro punto clave es reducir la informalidad laboral.
-¿Su gobierno se replantearía el tema del bachillerato en secundaria, de manera que deje de ser un cuello de botella para que la gente consiga empleo?
-Así es, le he pedido al ministro de Educación, Édgar Mora, que junto con el Consejo Superior de Educación, revisen el bachillerato como requisito. Nosotros planteamos en el Plan de Gobierno que debería ser una prueba de diagnóstico. Es decir, que al final de la secundaria diagnostique cuál es el estatus en el que se educó, pero que no se convierta en un filtro, en un cuello de botella para que la persona pueda seguir adelante en otros espacios. Ese va a ser de los más grandes esfuerzos para lograr reducir indicadores de pobreza y de desempleo.
-¿Es necesariamente la reforma tributaria que usted impulsa la pieza del engranaje que impediría que la pobreza siga creciendo?
-Es una precondición para la estabilidad (económica), entonces, eso es deseable y positivo. Pero la estabilidad por sí sola no nos va a llevar a reducir la pobreza o el desempleo. Sin embargo, sin estabilidad, en un escenario de crisis, no es posible ni una ni otra. La estabilidad es una precondición sobre la cual tenemos que montarnos para empujar el crecimiento económico, pero inclusivo.
-¿Y cómo toma forma esa inclusión?
-Para eso es que el Gobierno se organizó de forma tal que pueda darle un énfasis a la iniciativa de creación de empleo con enfoque territorial. Lo hemos hecho un poco en Guanacaste, en Puntarenas centro, en Limón. Es decir, volcar las iniciativas privadas, de inversión, de incentivo para la generación de empleo donde más se necesita.
“Cuando uno ve los indicadores, se percata de que la GAM (Gran Área Metropolitana) es la que tiene menores índices de desempleo y de pobreza; es porque ahí se concentran muchas de las oportunidades. No es que queremos que deje de crecer esta área, sino que lo queremos es que las demás áreas generen crecimiento, y para esto tenemos que llevar inversión como se está haciendo en los casos de Limón y Puntarenas.
"Es ahí donde toma importancia el programa de reactivación económica que hemos presentado, que solo en lo que es infraestructura vial compromete $3.000 millones para reactivación, generando condiciones de infraestructura, pero también empleo. Por eso, además, es tan importante seguir apostando al sector agropecuario para generar empleo en las zonas rurales, por eso seguimos empujando el Programa de Abastecimiento Institucional, que genera trabajo a muchas personas. En el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) estamos llevando adelante una iniciativa para que muchísimas de sus fincas se formalicen, porque muchas veces se llevan parcelas a las personas, pero nunca se les traslada el título y tenemos comunidades enteras que no pertenecen a las personas, sino que siguen siendo del Inder, y la gente no puede endeudarse, no puede invertir, no puede formalizar patentes, entre otras cosas. En ese esfuerzo de formalización también hay una herramienta de desarrollo”.
-¿De qué ha servido entonces el trabajo de cuatro años que precisamente usted realizó durante el Gobierno pasado si la pobreza aumenta?
-Nosotros, hace cuatro años, veníamos de un paradigma en el que la pobreza solo se medía por ingreso y no teníamos las políticas institucionales articuladas. El trabajo de cuatro años nos hace tener registros de pobreza por ingreso, pobreza multidimensional, nos hace tener mapas de pobreza, un sistema de registro único de beneficiarios, es decir, hay toda una gama de herramientas con las que hoy podemos contar para hacer un abordaje mucho mejor de la pobreza, pero también hay que reconocer que es un fenómeno complejo que no lo vamos a resolver solo con programas de transferencias.
‘(El plan fiscal) es una precondición para la estabilidad (económica), entonces, eso es deseable y positivo. Pero la estabilidad por sí sola no nos va a llevar a reducir la pobreza o el desempleo’, Carlos Alvarado, presidente de la República.
-Este aumento de la pobreza, entonces, no quiere decir que la estrategia Puente al Desarrollo no sirviera…
-No quiere decir que ha fallado porque, más bien, muchas de las familias que han pasado por ahí, según lo demuestran cualitativamente las evaluaciones, tienen un antes y un después de que se implementó la política social en esa familia. Se ha generado capital humano, oportunidades, lo que sí necesitamos es el entronque entre lo que se logra socialmente y el mercado laboral o los emprendimientos.
“Podemos lograr llevar a una familia en pobreza extrema con el trabajo de la familia, a tener educación, salud, capacitaciones, bienestar, pero si no hay un entorno con oportunidades y fuentes de empleo, muchas personas tendrán que migrar para buscar una oportunidad o se quedarán con el capital humano, pero no necesariamente con mejores condiciones de ingreso en lo hogares. Por eso es tan importante generar más inversión y fuentes de empleo distribuidas a través de todo el país y empujar los emprendimientos”.
-¿Cuál es la estrategia de la administración Alvarado para generar fuentes de empleo en zonas como Puntarenas y Limón, por ejemplo? En Puntarenas, su actividad económica primordial era la pesca y el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) y no ha sabido capacitarlos para que tengan una actividad alternativa de generación de empleo.
-En el caso de Puntarenas, por un lado se están haciendo los estudios de pesca de camarón, algo que no se había hecho. Ya salieron los primeros dos buques para hacer la investigación necesaria. A muchas de las mujeres que trabajan en la pela de camarón se les está incluyendo en proyectos con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), para que tengan sus granjas con gallinas y puedan comercializar sus huevos. Se está modernizando el paso de La Angostura para llevar más inversión. Se ha lanzado una estrategia turística directamente en Puntarenas, con rutas turísticas tanto gastronómicas como culturales, algo que ha liderado la primera dama, Claudia Dobles, con el Instituto Costarricense de Turismo (ICT). Además, está iniciándose el programa para ampliar el puerto que maneja el Instituto Costarricense de Puertos (Incop), para que puedan atracar naves de más calado; es decir, hay una serie de inversiones.
La próxima semana estaremos iniciando con la construcción del tramo Cañas-Limonal. Se están haciendo una serie de mejoras, pero toma tiempo recuperarse. El Gobierno está comprometido para que esas obras se lleven adelante, igual que el fomento a la capacitación.
En el caso de Limón, también hay un portafolio de proyectos que van desde los proyectos propios de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), el de ampliación de la Ruta 32, los proyectos de acueductos que generarían nuevas posibilidades, como la nueva terminal de cruceros, y la reactivación del tren de carga. Hay portafolios de proyectos para generar empleo para las personas de esas comunidades. Eso no pasará de la noche a la mañana, pero sí se están ejecutando cosas que tienen prospecto laboral en esas provincias.
-¿Hay ya una estrategia de modernización de los planes de educación del INA, por ejemplo, en Puntarenas?
-Estamos haciendo una revolución que lleva adelante Andrés Valenciano (presidente ejecutivo del INA), como por ejemplo, la estrategia de bilingüismo, para ampliar la cobertura del idioma inglés como una forma también de aumentar la empleabilidad de las personas. Ahí hay un ejemplo específico de cómo se está llevando eso adelante con el INA.
Lo que sigue ahora con Puente al Desarrollo es un abordaje de las familias y del entorno. Por eso incluimos al Ministerio de Vivienda, al Área Estratégica de Desarollo Humano, hemos incluido también al Ministerio de Justicia en la materia de prevención, a las municipalidades, siguiendo el modelo que implementó la ciudad de Medellín, en Colombia, porque ya no solo queremos mejorar las condiciones del lugar, sino de su comunidad.
Muchas veces pasaba que cuando la gente mejoraba sus ingresos y su capacitación gracias a Puente al Desarrollo, se iba de la comunidad porque encontraba otras oportunidades. Aquí lo que queremos es elevar las potencialidades de la familia y del entorno. Entonces, ahí hay un cambio sustantivo en el que estamos hablando de mejoras en asentamientos informales, recuperar espacios públicos para la recreación, el deporte, la educación, bajar la incidencia de adicciones, llevar seguridad ciudadana y profundizar en la estrategia sociolaboral, para crear salidas viables para el trabajo o para los emprendimientos de los jefes de hogar.
-¿Usted ya ha conversado con el sector empresarial privado sobre la generación de más empleo? ¿Ha encontrado disposición a crear más trabajos? ¿Es posible eso en las circunstancias económicas actuales?
-Yo veo en Costa Rica un país que, por la situación regional, tiene elementos de competitividad superiores a los de muchos otros, por la estabilidad, por la paz, por tener un régimen de ley que nos da condiciones mucho mejores en la región a las de nuestros competidores. Hay cosas que mejorar en las que estamos trabajando, como la agilidad de trámites, pero también hemos anunciado una estrategia digital para reducirlos, para invertir en infraestructura, que es uno de los grandes cuellos de botella (…). El plan de reactivación es una condición necesaria. ¿Por qué? Porque el plan fiscal viene no solo a buscar tener nuevos ingresos para el Gobierno y reducir gastos para una estabilidad económica, pero el objetivo no es la estabilidad económica persé, es lo que podamos hacer sobre ello.
"El plan de reactivación es una señal de qué estamos haciendo. Simplificación de trámites, por ejemplo. Eso es agilizar la parte económica. Los anuncios en infraestructura. Eso es para mejorar la parte económica, con el empleo que genera, pero también la competitividad del país. Una de las principales quejas en el país es la infraestructura. Bueno, ahí está un plan que busca remediar eso. El plan de reactivación también metió todos los elementos de la capacitación con INA y con el Ministerio de Educación Pública (MEP). Por ejemplo, con el Ministerio de Trabajo para generar mejoras en la formación de personas. Otro de los elementos de competitividad centrales como país es el talento humano. El talento de los costarricenses es muy demandado internacionalmente, y localmente muestra ser uno de los mejores.
-Pero el corazón del plan fiscal es aumentar impuestos...
-Y contención del gasto….
-Correcto. Pero ¿qué economía se reactiva con más impuestos?
-Sin plan fiscal es el peor escenario para la economía. Un ‘no plan’ es el peor escenario para la economía, y eso no va a beneficiar ni el crecimiento ni nada. Más bien, va a perjudicarlo todo.
"El plan, ciertamente, tiene muestras de más ingresos progresivos, como se ha demostrado –se toma de quienes más tienen–, reduce el crecimiento del gasto, lo cual es una señal del Gobierno de que es responsable, no simplemente que va a sacar más impuestos sino que también se zoca la faja, y que también busca la eficiencia. Por eso, si nos quedamos hasta ahí, no habría señales para pensar que la economía va a crecer más. Por eso he dicho que esta reactivación que hemos lanzado de previo es, más bien, un motor, un incentivo, para que nuestra economía crezca. ¿Basada en qué? En confianza de estabilidad; eso sí nos lo da el plan (fiscal).
Además, vamos a agilizar trámites, como lo estamos haciendo. Estamos mejorando la formación del talento humano, estamos también construyendo mejor infraestructura, más agilidad. ¿Para qué? Para que haya más incentivos para mantener al país y para que nuestra economía se mueva. Es un tema donde hemos puesto varios de los componentes sobre la mesa. No estamos poniendo solo uno. Ciertamente, es el que genera más ruido, pero sobre este plan fiscal, de lado hay una estrategia de reactivación económica, de lado hay una estrategia de lucha contra la evasión, la elusión y el contrabando. Hay una estrategia en marcha en eso, que nos ha generado ingreso, pero también para señalar a las personas que estamos cobrando impuestos como se deben cobrar.
Pero aquí la variable es la confianza. Es feo decirlo, pero nosotros estamos en una situación de privilegio, en general, en la región, por el mundo en el que estamos viviendo. Nosotros, con una economía sólida como la que queremos garantizar, y ampliando, por ejemplo, la base de conocimiento –lo he dicho antes y lo digo ahora– no tenemos quién nos detenga, porque somos un país que genera confianza para la inversión, para el crecimiento, para la generación de empleo.
Lo que tenemos que hacer ahora es garantizar que eso está disponible para todas las personas del país y no solo para los que se pueden beneficiar del mercado internacional o del mercado del conocimiento".
-¿Usted ve al sector privado abrazando el plan fiscal?
-Yo lo veo entendiendo su importancia, pero varios sectores lo entienden. Lo ha entendido el sector privado, lo ha entendido el sector solidarista, una parte importante de la academia lo está entendiendo, una parte importante del sector agropecuario lo comprende, una parte importante de los profesionales y de los trabajadores lo entiende.
“Finalmente, hemos entendido una dura realidad, que es la necesidad de avanzar en esto. Pero también tenemos que entender que hay un día después de esto, y que es un día de mucho trabajo para progresar en distintos campos”.
-El caballo de batalla del inicio de su gobierno ha sido el plan fiscal, pero tomando en cuenta ese ‘día después’ del que usted habla, ¿cuál es el plan B de no aprobarse la reforma fiscal?
-El plan tiene que pasar, porque la discusión del ‘plan B’ es una que Costa Rica no quiere llegar a tener. Yo confío en que vamos a salir adelante con el plan fiscal.
"Pero habrá otros grandes caballos de batalla. Este tema de la lucha contra la pobreza y la revisión de la desigualdad es uno de ellos. Si estamos generando condiciones de estabilidad, no es para, simplemente, quedarnos a ver esa estabilidad. Lo que queremos es, sobre una base firme, construir un país de menos pobreza, de menos desigualdad, de más progreso, de más tecnología, de más inclusión, que se genere empleo en diferentes partes del país.
Por eso es que queremos lograr un plan, no como un fin en sí mismo, sino como una plataforma que nos permita otras cosas. Aprovechar la sociedad del conocimiento. Yo he visto jóvenes de todas partes del país aprendiendo programación, robótica. No digo que todos los jóvenes lo están haciendo, pero en todas partes del país hay jóvenes que están sometidos a esto; demuestran la capacidad que tenemos como país. Lo que necesitamos es expandir, que eso sea un beneficio compartido de todas las personas.
Otro plan que llevamos ahí es la interconexión de todos los centros educativos con banda ancha, lo que hemos llamado La red del bicentenario, que es los 4.500 centros educativos de Costa Rica con banda ancha en una internet de conocimiento que permite compartir y educarse mucho mejor. Eso significa que cualquier joven, de cualquier parte del país en la educación pública, puede tener al alcance de su mano un mejor conocimiento para salir adelante en la vida y eso es un gran elemento de competitividad para nuestro país".
-Es un hecho que su gobierno no ve otra salida que no sea el plan fiscal, pero ¿ha hablado su equipo de trabajo de una alternativa si este no se aprueba?
-Hemos hablado de escenarios, pero a mí, particularmente, no me gusta lo que implican…
-¿Qué implicarían?
-Implican varias cosas, pero eso se puede derivar de otros ejemplos de lo que ha ocurrido en otras partes de la región y del mundo cuando se llega a esas situaciones. Eso yo no lo quiero para Costa Rica, por eso yo sigo, de manera determinada, en esta ruta.
-En un plan B, imaginamos a los organismos multilaterales poniéndole condiciones a Costa Rica para lanzarle un flotador económico o financiero, nos obligarían a hacer despidos en el sector público, a cerrar instituciones… La reforma del Estado a la fuerza sería el escenario del plan B. Es una opción que hay que cotejar… Hubo una posición férrea de Corte Plena recientemente. ¿Usted confía en que la Sala Constitucional analizará el asunto en forma objetiva?
-Yo confío en que va a ser una decisión costarricense, y decisión costarricense llamo –como ya fue adoptada en primer debate– por la mayoría legislativa, que son los representantes de los costarricenses. Y, eventualmente, en las instancias como la Sala Constitucional, por magistrados de un poder de la República, que entenderán cuál es la mejor ruta para el país.
"Lo que sí creo es que, dichosamente, aún estamos en el marco de tomar decisiones costarricenses, y no decisiones que nos traigan de afuera. Es un plan, como lo saben, que no genera despidos, que no les toca el bolsillo a las personas trabajadoras de las escalas más bajas. Y aun así, es un importante alivio para las finanzas del país. Es decir, nos permite seguir adelante.
Yo creo que estamos todavía en el margen de decisiones costarricenses, y que no nos pongan condiciones para tomar decisiones. Yo no quiero que lleguemos ahí, y todo lo estamos haciendo para evitar llegar ahí”.
-¿Ese plan fiscal necesario para crear una plataforma de estabilidad para el país ya tiene los 38 votos que lo aseguren en caso de que el escenario sea el peor a nivel constitucional y legislativo?
Bueno, aún falta ver qué resolverá la Sala Constitucional en relación con el número de votos que requiere el plan. Habrá que esperar eso, pero, como hemos dicho, tanto la presidenta del Congreso (Carolina Hidalgo) como yo, necesitamos seguir trabajando los consensos, para ampliar esa base de apoyo legislativo.
Creo que la ciudadanía, mayoritariamente, ha entendido la necesidad. Aunque –todos lo hemos dicho, yo lo dije de primero– es un trago amargo, pero ya hemos entendido que es necesario. Yo creo que eso se puede, también, trasladar a ampliar el apoyo que tiene en la Asamblea Legislativa.
-Hablando de tragos amargos, usted, la semana pasada, se mostró bastante enérgico cuando se refirió al criterio de Corte Plena, que consideró que la reforma fiscal afecta el funcionamiento del Poder Judicial. ¿Cómo toma el presidente un episodio de esos?
-Yo lo que digo y repito es que nuestros actos no son para responderle a un gremio, o a un sector o a un grupo. Nuestros actos, en el presente y en el futuro, van a ser leídos por y para Costa Rica.
"A mí me preguntaban que si yo le respondía a alguien en particular, y yo decía: ‘No, mi trabajo es responderle a Costa Rica nada más’.
Cuando se atomiza esta discusión sectorialmente, todos los sectores, mayoritariamente, se atrincheran. ¿Por qué? Porque es un plan que toca a todos los sectores. Y la tentación sectorial es de atrincherarse y responder a la propia tribuna que se representa. Pero cuando uno se pone en otro plano y ve a Costa Rica como un todo, entendemos que necesitamos avanzar en esto por el bien de todas y todos. Eso es responder a Costa Rica.
Hay un 21% de pobres en este país, y al mismo tiempo vemos al Poder Judicial defendiendo sus salarios, sus privilegios. ¿Qué sintió usted cuando los sueldos más altos de este país, precisamente los de los magistrados, se ponen a defender su ‘estatus quo’ en este contexto? ¿Eso lo hirió?
No. Lo que sentí fue fortaleza para seguir adelante. La fortaleza que da saber que estamos haciendo lo correcto en este momento histórico.
¿Pierde este país sin un Poder Judicial solidario con lo que está ocurriendo?
Yo creo en la fuerza de que las cosas están cambiando poco a poco, y lo que estamos viendo son manifestaciones de ese cambio. Si bien son manifestaciones de resistencia –y hablo en general, no en particular–, pero son manifestaciones de resistencia al cambio. Eso quiere decir que las cosas están cambiando, y a mí me satisface que las cosas estén cambiando porque para eso me contrataron.
“Pero lo que me da es fortaleza para seguir adelante”.
-Sin plan fiscal, ¿su gobierno se atrevería a recortar los fondos para el asistencialismo?
-Varios planos, porque también impulsamos el plan para mantener la política social de este país.
"Ahí dicen que el plan lo que va a hacer es recortar Fodesaf (Fondo de Asignaciones Familiares) y todo eso… Vean, yo trabajé los últimos cuatro años haciendo política social y conozco muy bien Fodesaf. Casualmente, hacemos esto para defender la política social y, ojalá, para poder expandirla y hacerla más eficiente, porque sabemos cómo tiene un efecto transformador.
Hay tres variables que son las que se ven más afectadas en un caso de déficit como el que hay. ¿Cómo pagar la deuda? Porque nosotros somos los principales tenedores de deuda; la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), los bancos, los fondos de pensiones. No pagar la deuda es pegarnos un tiro en el pie nosotros mismos. Los salarios públicos, la panilla de los trabajadores públicos, o los programas de ayuda. Esos son los tres principales componentes.
Algo que ya sufrió mucho es la inversión para desarrollo. Por eso es tan importante generar condiciones para poder pagar la deuda, mantener un servicio público eficiente y hacerlo cada vez más eficiente, y poder mantener los programas sociales".
-Pero de esas tres variables, ¿cuál se sacrificaría primero en un escenario poco favorable?
-No creo que haya que caer en que es una cosa u otra. Hay que moderar los niveles de deuda y hacerla sostenible; todos los países tienen deuda, lo que hay que hacer es hacerla sostenible.
Todos los países tienen empleo público, lo que necesitamos es que sea eficiente, que dé resultados. Y hay que tener instituciones para desarrollar un país; Costa Rica es lo que es gracias a sus instituciones.
Y los programas sociales. ¿Que se pueden hacer más eficientes? Nosotros hemos logrado reducir filtraciones, hacer que lleguen primero a quien más lo necesita. Hemos logrado mejorar esas incidencias, pero cada vez se puede lograr más.
Necesitamos también ampliar las inversiones, pero las inversiones en capital, que generan desarrollo, como la infraestructura.
Pero yo no quiero caer en el debate de que vamos a cortar a la mitad, y que vamos a eliminar esto y lo otro porque, a la larga, de todo se requiere.
-¿Con plan fiscal o sin este, el dinero de Fodesaf para el asistencialismo está garantizado?
-Son casi ¢600.000 millones. La idea es que no tengamos reducciones en nuestra política social, sino que tenga un crecimiento sano para proteger a la población.
-¿La idea es esa con o sin plan fiscal?
-No, la idea ‘con’.
-¿Y ‘sin’?
-Es difícil. Cualquier escenario es difícil.
-Usted ha afirmado que uno de los factores por los cuales los programas contra la pobreza no dan resultados es, precisamente, el nivel educativo de la gente que no se puede montar en el vagón de la economía de los servicios, pero lograr la preparación de esas personas tomaría décadas. ¿Cuáles podrían ser medidas inmediatas para generar fuentes de empleo para ellos?
-En lo inmediato, por ejemplo, sectores intensivos para emplear personas, no necesariamente de alta escolaridad, como los sectores de construcción. Para eso se están agilizando trámites, la inversión pública que se está haciendo y también generar la confianza de las inversiones privadas.
"Sectores como el agropecuario, que la contratación es intensiva. Es un sector que nos ayuda mucho cuando tiene expansión. El sector turismo es otro que estamos fomentando mucho, en la pequeña y mediana empresa. Es uno que reparte muy bien sus beneficios en todo el país, y en empresas grandes, pero también empresas familiares. Es un sector muy democrático.
Entonces, tenemos herramientas para lograr reducir los índices en el corto plazo, pero también entendiendo que la economía del futuro requiere que seamos intensivos en conocimiento, en manejo tecnológico, en desarrollo de habilidades blandas.
Ciertamente, en el plazo de este gobierno hay que hacer dos cosas: hay que expandir el empleo en los sectores donde más se requiere, al tiempo que generamos las condiciones de la economía del futuro. Y son dos retos que tienen que correr paralelos".
-¿Cuáles son los incentivos del paquete de reactivación económica más urgentes? ¿Qué se ha puesto a caminar ya, en aras de que la economía crezca y que se genere más empleo?
-Agilizar las inversiones que tiene que realizar el Estado en los próximos años, es decir, que se ejecuten, que sean eficientes, que no se prorroguen. Toda la parte tramitológica, digitalizar; eso genera incentivos para el desarrollo económico. La mejora en el talento humano.
"Pero, ciertamente, yo creo que, el que tengamos confianza en la estabilidad del país tiene impacto tanto en materia de tasas de interés como en dar confianza a la inversión.
En la economía, si bien es un tema de números, hay un intangible que es el más fuerte de todos: la confianza. Lo hemos visto en los últimos días: cada vez que damos un paso adelante, damos una señal positiva de confianza, y cada vez que alguien hace lo contrario, eso debilita.
Yo quiero que demos un golpe definitivo para dar una señal clara de confianza y, de ahí, seguir construyendo para la materia de reactivación. Todos estos esfuerzos que estamos haciendo son positivos, pero si no tenemos lo otro en mano, quedarían en el aire".
-¿Este aumento de la pobreza de un 1,1% lo obliga a revisar los planes de reducción de la pobreza para el resto de su gobierno?
-Es un reto. A ver, un gobierno, cuando inicia, toma de línea base la medición del año anterior, y lo que hace es retarnos porque, como país, tenemos el desafío de bajar la pobreza, y bajarla de manera consistente, por debajo de un 20%. Ese es el gran reto que tenemos como país y eso es lo que yo quiero que logremos en los próximos cuatro años.
“El otro gran reto será cómo hacerlo en un ambiente de austeridad, pero que también obliga a una política social más eficiente y más sofisticada, que no solo se basa en transferencias, en captación de capital humano, sino que tiene que pasar un nivel de encadenamiento laboral, de intermediación laboral”.
-¿Cuál es la estrategia de abordaje para la población de trabajadores informales?
-Hay una mesa de trabajo, que se creó desde que yo era ministro de Trabajo, en el tema de la informalidad, y vemos una veta muy importante en materia de trabajos particulares. Por ejemplo, ¿qué tiene que hacer la Caja para facilitar la formalización?
"También, el trabajo que tenemos que hacer para combatir aquellas formas informales (de empleo) que lucran y que son competencia desleal para las formales; todo lo que es contrabando, todo lo que es evasión. Todos esos elementos entran a la economía y compiten de manera desleal con quienes sí están en la formalidad, y eso es un desincentivo a la formalidad. Entonces, tenemos que facilitar el tránsito a todos los que quieran ser formales y que puedan serlo –las pymes, por ejemplo– y desincentivar a todos aquellos agentes que evadiendo, o no cotizando, o no declarando (impuestos) ganan frente a quienes sí lo hacen formalmente.
-Sobre el fomento a los emprendimientos, además de la ventanilla única, que les permitiría a los emprendedores agilizar trámites para montar su propio negocio, ¿qué otras alternativas hay, de manera que el Estado deje de ser una traba para ellos?
Los temas de aseguramiento son importantes. Los temas tramitológicos. Otro de los grandes retos es el acceso a crédito; sea desde la Banca para el Desarrollo, que si bien ha tenido avances importantes, no ha llegado a expandirse en todo lo que podría.
Y también el apoyo que necesitamos de la banca para apoyar a las pymes. En Costa Rica tenemos un sistema bancario fuerte, robusto, pero que también se ha llenado de mucha regulación, que en algunos casos va más allá de lo necesario, y eso inhibe el crédito a quien lo está necesitando para expandirse, o está lanzando a muchos de los miembros de nuestro pequeño empresariado a endeudarse en mecanismos informales, lo cual tampoco es deseable. Entonces, la parte crediticia hacia las pymes es un área que hay que trabajar fuertemente en los próximos años".