El presidente del Movimiento Libertario, el exdiputado Danilo Cubero, reconoció que la actividad política “es prácticamente nula" en el partido desde febrero pasado, cuando fracasó en el intento de mantener una bancada en la Asamblea Legislativa para el periodo 2018-2022.
Fue la primera vez que el partido no logró amarrar una curul en 20 años de participar en elecciones presidenciales y de congresistas. Obtuvieron poco menos de 21.000 votos para presidente y unos 45.000 para diputados.
Cubero incluso reconoció que actualmente el exdiputado y excandidato presidencial libertario, Otto Guevara, dejó de lado su vida partidista para enfocarse en actividades profesionales privadas, en parte, según él, por el desgaste que le ocasionó ser el referente del partido por dos décadas.
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“Don Otto está en otras circunstancias y no tiene una participación política partidaria en el Movimiento Libertario, digamos, muy activa”, afirmó.
En estos momentos, el Movimiento Libertario es un partido que existe solo para honrar más de ¢1.000 millones en deudas.
Ese panorama crítico, unido al desmantelamiento de la estructura administrativa por falta de dinero para sostenerla, y a la desbandada de partidarios tras los malos resultados electorales de este año, hace difícil pensar que el Movimiento Libertario reactive su maquinaria electoral para pelear en las elecciones municipales de medio periodo del 2020, proceso para el que la mayoría de los partidos políticos ya se empieza a preparar.
Cubero ni siquiera se atrevió a alimentar esperanzas sobre la presencia del Movimiento Libertario en esos comicios.
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“En este momento, yo no podría lanzarme a generar una expectativa porque falta bastante. Tendríamos que tener una reunión de Comité Ejecutivo y convocar a una Asamblea Nacional e ir generando esa construcción desde las bases, reagrupando a los líderes históricos del partido, como exdiputados, exregidores, exalcaldes. Hay que hacer un trabajo para reagrupar, para plantear una proyección rumbo a la próxima elección municipal”, afirmó.
El problema, según Cubero, es que una iniciativa de este tipo está lejos de crecer: “Estamos muy en mantillas para eso. En lo personal yo sí he conversado con algunos compañeros del Comité Ejecutivo, como don Franz Tattenbach, que es el Secretario General, y le he dicho que tenemos que volver a nuestras raíces", comentó.
En coma y sin mejoría financiera
Por ahora el partido se enfoca en chapotear para no ahogarse en un mar lleno de deudas que ha acumulado durante varias campañas políticas.
En febrero pasado el entonces tesorero de la fuerza política, el exdiputado Carlos Herrera, recomendó el cierre del partido a raíz de la crítica situación financiera.
No obstante, el Comité Ejecutivo tomó la decisión de hacerle frente al endeudamiento y mantener al partido conectado al respirador artificial.
Danilo Cubero dijo que la decisión fue la correcta y que, a estas alturas, ya lograron saldar una deuda de ¢20 millones con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). El dinero salió de las liquidaciones trimestrales de gastos ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
“Estamos en un proceso de análisis, incluso hemos tenido algunas reuniones con diferentes personas del Tribunal Supremo de Elecciones, para ver si, de estos recursos, de algunos fondos que están ahí reservados, que se han hecho liquidaciones que están a favor del partido, se pudiera buscar alguna forma de honrar algunas deudas con acreedores. Esta es una etapa en la que estamos explorando”, detalló.
A febrero pasado, según el ex tesorero, las principales deudas del Movimiento Libertario eran ¢209 millones por una condena por estafa contra el partido en perjuicio del TSE, deudas por ¢120 millones con el Banco Lafise que datan de la campaña antepasada y otra por ¢150 millones con el Banco Promérica, que les facilitó para financiar la campaña 2018.
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En febrero del 2016, el Banco BCT se adjudicó por dación de pago una propiedad de 7.000 metros cuadros en Puntarenas que Otto Guevara le hipotecó en el 2010 para financiar su cuarta campaña presidencial. Guevara puso a responder el terreno a favor del partido.
Cuando perdió el terreno, el político procedió a cobrar al partido los ¢124 millones en que estaba valorado el lote. En aquel momento Guevara tenía esperanzas de que el partido le pagara la deuda con las donaciones para la campaña del 2018, pero sus planes fallaron.
A pesar del panorama, Danilo Cubero cree que no todo está perdido para el partido. Según él, hay casos, como el de la Unidad Social Cristiana (PUSC), que demuestran que las divisas se pueden recuperar después de sufrir debacles electorales que repercuten en su situación financiera.