El fuerte aumento del precio del dólar, cuya venta alcanzó los ¢616 colones este martes, debe ser interpretado como una “llamada de atención” por la urgencia de llevar confianza a la economía mediante la reforma fiscal, afirmó el ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza.
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“Es una llamada de atención, la economía tiene reglas más allá de la disposición de un gobierno y la regla más importante, en estos temas, es crear confianza”, indicó el ministro de la Presidencia, este martes, tras el Consejo de Gobierno.
“Me parece que en ese campo es necesario llevar tranquilidad y confianza a la economía, particularmente por el proyecto de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (plan fiscal). Mientras exista esa incertidumbre, veremos fluctuaciones más amplias de las que se habían desarrollado en el pasado”, señaló.
Tanto el Banco Central como los analistas atribuyen la presión a la incertidumbre sobre el futuro del proyecto fiscal, que hace a las personas buscar la divisa como refugio y a los deudores comprar anticipado para pagar las cuotas de sus préstamos.
Piza descartó que estos cambios abruptos del tipo de cambio sean parte de una estrategia del gobierno para presionar la aprobación del proyecto de ley que se encuentra en la Sala Constitucional, tras tres consultas facultativas que hicieron los diputados, y que serán resueltas a más tardar el 26 de noviembre.
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“Cualquiera que conozca los números sabe, evidentemente, que no puede ni tiene sentido lógico que es la campaña de un gobierno, el gobierno se ve afectado... Le afecta también el financiamiento de los gastos públicos. El principal interesado en la estabilidad macroeconómica del país, incluyendo el tipo de cambio, es el gobierno, igual que todos los costarricenses”, puntualizó.
La deuda del Gobierno en dólares, tanto interna como externa, alcanza los $11.600 millones, según datos del Ministerio de Hacienda.
Aunque el Banco Central de Costa Rica (BCCR) tiene autonomía en su función y decisiones, Piza defendió que se han estado realizando intervenciones por unos $1.300 millones para contener el efecto que provoca la gran demanda de dólares en el país.
"La política de flexibilidad es que no haya cambios abruptos, pero al mismo tiempo que responda a las realidades. Lo que necesitamos son señales claras que le den tranquilidad a los inversionistas y costarricenses sobre el tipo de cambio y la política económica y eso pasa necesariamente por la aprobación del proyecto de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
“Lo que sí hemos señalado hace tiempo es que conforme se atrasa más las decisiones de un tema urgente puede llevarnos a una situación muy difícil... La mayor tranquilidad que le podemos dar al país, y lo venimos diciendo hace meses, en ese tema, en el tema de las tasas de interés, en el tema del crecimiento económico, es fundamentalmente el compromiso decidido de mejorar las finanzas públicas. Y el proceso para mejorar las finanzas públicas pasa por aprobar una ley que ya tiene muchos años de discutirse”, dijo el ministro.