El nuevo gerente médico de la Caja, Roberto Cervantes Barrantes, cambió la cabeza de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE) como parte de las medidas para fortalecer los controles en la producción de los quirófanos y el pago de horas extraordinarias para bajar las listas y los tiempos de espera; especialmente en cirugías.
La información la confirmó este martes el presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Román Macaya Hayes, en entrevista con La Nación.
Macaya, quien acaba de asumir las riendas de la Caja, el 1.° de agosto, prefirió no revelar el nombre del sustituto de Manuel Navarro, quien durante los últimos años coordinó la UTLE.
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Aunque se quiso ampliar la información con Cervantes, la oficina de prensa de la CCSS dijo que se realizará una conferencia en una fecha no precisada todavía.
Macaya, sin embargo, reconoció que este es un tema prioritario: “Es, hasta cierto punto, de personas, muy enfocadas y capaces de hacer lo que hay que hacer, de regular esas horas extra, esas jornadas extraordinarias asegurando que la productividad en el horario ordinario se llegue a ciertos compromisos antes de habilitar las horas extraordinarias”.
La UTLE es la unidad designada por la Gerencia Médica para administrar los recursos institucionales dirigidos a depurar los registros de pacientes en espera de cirugías, procedimientos diagnósticos y consulta con el médico especialista.
También, administra recursos multimillonarios destinados al pago de tiempo extraordinario (después de las 4 p. m.) al personal médico y administrativo que participe en proyectos previamente aprobados por la Gerencia para reducir las listas de espera en los hospitales.
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Una revisión realizada en el 2015 por este diario, concluyó que, al menos, desde 1993 se han lanzado programas multimillonarios, que han incluido, entre otras medidas, cirugía vespertina (hoy se le conoce como jornada de producción en horario vespertino), pago de horas extra y firma de contratos con hospitales para reconocer el pago de cirugías a los médicos.
Las anteriores autoridades de la institución admitieron, en diferentes oportunidades, fallas en la gestión de las listas: desde registros que se llevan en papel, hasta recuentos de pacientes manejados en desorden, como quedó patente en la crisis del servicio de Cardiología, en el Hospital México, hace tres años.
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A finales del año pasado, la CCSS informó de que había realizado una inversión cercana a los $800 millones desde el 2014 en la estrategia para desarrollar el Plan de Atención Oportuna a las Personas, aprobado por su Junta Directiva.
Esos $800 millones, según la Caja, se han utilizado para reforzar equipamiento, tecnología e infraestructura en todos los niveles de atención del sistema de salud. La intención, sin ninguna garantía, es evitar que se vuelvan a generar plazos y cantidades de pacientes en espera, inmanejables.
‘Hay cuellos de botella’
Para Román Macaya, los cambios que se han hecho hasta ahora en la institución –y los que vendrán– serán para “mejorar la eficiencia de las unidades”.
“(...) una mejor gestión de camas, de procedimientos, de quirófanos, de la misma lista. A más largo plazo, será resolver más a nivel primario para que no lleguen tantas complicaciones a nuestros hospitales de tercer nivel. Hay hospitales donde uno de cada cinco pacientes que llega a Emergencias llega por alguna complicación”, dijo Macaya.
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Prometió que no se harán más diagnósticos porque Cervantes es más un gerente de hacer que de diagnosticar, pero sí aclaró que “hay ciertos cuellos de botellas que no se resuelven de un día para otro”, y habrá inversiones que se podrán resolver más rápidamente.
A diferencia de otros años, las jornadas de producción hospitalaria se cancelan a los profesionales luego de la realización de los procedimientos. Antes, sucedía todo lo contrario y la institución nunca sentó eventuales responsabilidades por la forma en que se utilizaban los recursos.
Para Macaya, resulta medular que los hospitales primero confirmen que su capacidad instalada no es suficiente para resolver la demanda de citas, cirugías y procedimientos diagnósticos durante la jornada ordinaria. Esto debe hacerse mucho antes de aprobar millonarios proyectos con pago de horas extra.
La depuración de los datos, de la que se habló tanto en la última administración, es otro de los asuntos considerados básicos para la toma de decisiones y la definición de políticas en la administración de estas listas.
Por ahora, la CCSS no ha hecho públicos sus números. La última vez, fue hace dos años, cuando se admitió que había unas 68.000 personas en espera prolongada para una operación.
El número más alto se dio en el 2015, durante las comparecencias ante la Asamblea Legislativa por la crisis de cateterismos cardíacos en el Hospital México. Fue cuando se habló de hasta medio millón de personas en espera de algún procedimiento.
Los números nunca han sido claros. Empezando por el manejo de los registros y por el llamado “blanqueo de las listas de espera”, denunciado por sindicatos como la Unión Nacional de Empleados de la Caja.
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Esa práctica sigue siendo frecuente. Consiste en enviar a los pacientes para su casa sin asignarles una fecha para su cita con el especialista, el procedimiento diagnóstico o la operación.
La Gerencia Médica de la Caja emitió una directriz en su momento prohibiendo esa práctica, pero se sigue dando, según han denunciado pacientes afectados.b
Entrevista con Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS: ‘Queremos una mejor gestión de la UTLE y las listas de espera’
Solo acumula 12 días efectivos a la cabeza de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pero es probablemente una de las personas en el país que más conoce sobre la gestión institucional.
Por eso, Román Macaya Hayes reconoce la importancia de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE), y de mejorar la gestión de recursos multimillonarios que se destinan, últimamente, a apagar incendios en diferentes hospitales... hasta que la lista se vuelve a formar, y va de nuevo la misma historia.
Asegura que de la mano del nuevo gerente médico, Roberto Cervantes Barrantes, se buscará mejorar la gestión de los tiempos de espera. Macaya, como sus otros antecesores, aclara que las listas nunca desaparecerán.
- A pesar de los esfuerzos (plan de atención oportuna a las personas, con su millonario pago de horas extra por jornadas de producción hospitalaria), siguen apareciendo casos de asegurados con prolongadas esperas. ¿Cuál será su enfoque en este tema?
- No es un plan nuevo, sino continuar fortaleciendo ciertas áreas. La UTLE (Unidad Técnica de Listas de Espera) es una de ellas. El Dr. Cervantes (Roberto Cervantes, nuevo gerente médico) ha ido fortaleciendo su equipo. Acaba de cambiar al director de la UTLE.
- ¿Quién es el nuevo director?
- Mejor le dejo al doctor anunciarlo… Es un tema hasta cierto punto de personas, muy enfocadas y capaces de hacer lo que hay que hacer, de regular esas horas extra, esas jornadas extraordinarias asegurando que la productividad en el horario ordinario se llegue a ciertos compromisos antes de habilitar las horas extraordinarias.
- ¿Hasta que las justifique?
- Las justifique, exactamente. Abrir segundos turnos, pero eso en algunos lugares no es tan fácil por la falta de especialistas. Aquí tocamos otro tema, que es el de la formación de especialistas. Todo lo que sea mejorar la eficiencia de las unidades, una mejor gestión de camas, de procedimientos, de quirófanos, de la misma lista, y más de largo plazo resolver más a nivel primario para que no lleguen tantas complicaciones a nuestros hospitales de tercer nivel. Hay hospitales donde uno de cada cinco pacientes que llega a Emergencias llega por alguna complicación.
- Los CAIS desaprovechados. El de Desamparados descubrió su maternidad cuando estalló la crisis en el servicio del Calderón Guardia...
- (Asiente) Hay que integrar mejor la red.
- Desde hace dos años, la CCSS no actualiza o no da cifras sobre listas de espera a pesar de que se solicita la información. ¿Conoce usted los últimos datos de pacientes y tiempos de espera en consulta externa, procedimientos y operaciones? ¿Qué piensa usted sobre el manejo de esas cifras?
- Sí. Yo creo que hay que definir cuáles listas de espera. A veces se habla de ‘la lista de espera’, pero igual podemos hablar de la lista de espera de radioterapia, de oftalmología... Cuando uno ve muy puntualmente, ve que en este hospital hay una lista de espera de tanto, entonces se gestiona para que se reduzca. Cuando se ve a nivel global, parece un poco más incierto. Entonces, hay que enfocarse en cada tipo de lista de espera.
- Usted sabe que con los números también se puede jugar de muchas maneras. Llevamos varios años hablando de depuración de listas. Se habló de que a junio del 2017 no debía haber pacientes esperando antes del 2015. ¿Cómo hacerlo? Usted que habla de innovación, ¿qué piensa hacer con ese tema porque desde afuera aún no se ve mucha transparencia?
- Eso es a lo que queremos llegar: esa mejor gestión de la UTLE, que es una punta de lanza en esta iniciativa. El Dr. Cervantes sabe que esto tiene una altísima prioridad para la ciudadanía. Usted le pregunta a cualquier persona en la calle y a pesar de que la Caja es probablemente la institución más querida, casi en la misma oración dice ‘pero dura mucho en que me atiendan’. En algunas cosas podemos implementar mejoras más rápidamente con gestión y otras requieren inversiones en quirófanos, en más camas de recuperación... hay ciertos cuellos de botellas que no se resuelven de un día para otro. No podemos prometer eso.
- Pero ya hay diagnósticos. ¿Van a hacer más?
- No, es ir ejecutando. El nuevo gerente médico está muy enfocado en esto. Viene del hospital de Heredia, que ha tenido resultados muy interesantes. Es una persona de hacer y no de quedarse en el diagnóstico. Claro, hay que basar las políticas en buena información, y eso es lo que queremos recopilar. Ambos somos nuevos, pero tenemos esto como una prioridad. Sí quiero dejar claro que hay listas de espera porque, de nuevo: no es una lista, son diferentes tipos, que dependen de inversiones en equipo, infraestructura y recurso humano que vamos a realizar pero que no es solucionable (sic) de un día para otro.
“También resaltar que en un sistema de salud como el de Costa Rica, donde hay cobertura universal ni copago, la demanda siempre va a florecer a tal punto que existirán listas. Y existirán en Reino Unido, en España, o donde quiera que tenga un sistema similar a este. Lo importante es qué tan rápido avance la lista. Y a esos nos vamos a enfocar: a tiempos de espera y no a la lista”.
- Desde la gestión de Álvaro Salas (1994-1998), los presidentes ejecutivos han venido diciendo lo mismo, palabras más o palabras menos. ¿Podemos confiar en que esto se va a resolver, que se va a tener, sí, una lista de espera, pero estratégicamente administrada?
- Esto es lo que podemos ofrecer, una mejor gestión. Al mismo tiempo de todo esto, tenemos en el entorno ese envejecimiento de la población que dispara el consumo de servicios, y por eso tenemos que enfocarnos en la lista per se o el tiempo de espera, y también desde el nivel de la comunidad con los Ebáis. Cómo podemos prevenir complicaciones, que la gente viva mejor con su enfermedad.