¿Qué significa para un país como Costa Rica llegar a los cinco millones de habitantes?
Para la demógrafa del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Olga Araya Umaña, representa un logro al ser el resultado de acciones realizadas durante décadas las cuales, entre otras cosas, permitieron el aumento de la esperanza de vida, la reducción de la mortalidad infantil y el acceso a servicios de salud de alta calidad.
Sin embargo, todo logro implica también un desafío. En este caso, que Costa Rica alcance los cinco millones de habitantes reta a su sociedad a tomar acciones para adaptar la nueva dinámica de población a los cambios en la cultura del trabajo, ambiente, vivienda, atención, infraestructura y hasta redes de cuido.
Se habla de habitante, dijo Araya, porque se trata de una persona que va a demandar todos los recursos disponibles en el país.
“Es una persona que va a requerir servicios y enfrentar un mundo muy diferente al que estamos viendo. Uno más desarrollado tecnológicamente, compitiendo incluso con la tecnología por trabajo”, advirtió.
La demógrafa, coordinadora de la Unidad de Estadísticas Demográficas del INEC, considera que no se debe cargar en las espaldas de las futuras generaciones la responsabilidad de mejorar el país.
“Debo cuidar la Costa Rica que le heredaré a mi nieto o nieta (...) siempre sobre la consciencia de que el país no solo es de ella, sino de sus hijos y sus nietos. Cuidarlo no es de una generación, sino de la siguiente, de la siguiente, de la siguiente y de todas las demás”, advirtió.
Olga Araya participó en una serie de cuatro videos como parte del proyecto informativo de La Nación sobre la llegada del tico 5 millones.
Varios especialistas analizan algunos de los escenarios más importantes para esta nueva generación.
El grupo lo integran la economista y demógrafa del programa Estado de la nación, Pamela Jiménez Fontana, el demógrafo Luis Rosero Bixby, y el geriatra Fernando Morales Martínez, director del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología.