El plan para distribuir combustibles más amigables con el ambiente va a paso lento en la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
A junio de este año, por ejemplo, el llamado Proyecto de Incorporación de Biocombustibles en la Matriz Energética carecía de ejecución presupuestaria aunque supuestamente todo el plan muestra una avance global del 38%.
La llamada de atención la hizo la Contraloría General de la República, en su informe Evolución Fiscal y Presupuestaria del Sector Público. Primer Semestre 2018, el cual evalúa el desempeño de las entidades autónomas en la ejecución de presupuestos como parte de un análisis sobre la crisis fiscal que atraviesa el país.
La intención de utilizar carburantes que contaminen menos está incluido VII Plan Nacional de Energía 2015-2030 que contempla acciones para reducir las emisiones derivadas de usar combustibles fósiles, desarrollar la industria de biocombustibles y aprovechar combustibles alternativos tales como el biodiésel o hidrógeno.
Incluso prevé efectuar cambios necesarios en la normativa vigente para incorporar biocombustibles a la matriz energética nacional.
A partir de ese año, Recope, además, definió como objetivo estratégico el desarrollo, la ampliación y modernización de sus bienes de capital para asegurar el suministro futuro de biocombustibles. Específicamente, prometió para este 2018 diluir hasta 5% de etanol en las gasolinas fósiles.
Para concretarlo, proyectó la construcción de tres tanques de 1.600 metros cúbicos de capacidad cada uno (10.000 barriles cada uno) que proporcionarán almacenamiento de etanol como parte de esa iniciativa.
A este momento, precisamente, lo único que ha avanzado es la etapa de elaboración preliminar del cartel licitatorio para levantar esos depósitos.
Por esa razón es que para la Contraloría, la iniciativa para incorporar etanol en la gasolina registra un nivel de atraso “crítico”.
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Este diario consultó a Recope sobre los señalamientos de la Contraloría pero, al cierre de esta edición, permanecía sin responder.
Dos meses atrás, Alejandro Muñoz, presidente de Recope, prometió que a finales de año empezaría a distribuir gasolina súper y regular con un 5% de etanol en su composición en el marco de una prueba o plan piloto de varios meses.
Según él, si la respuesta de los consumidores era positiva, la venta se regularizará y podría ampliarse a 10% el porcentaje de etanol en la mezcla.
Esta semana, La Nación dio a conocer la pretensión del Consejo Nacional de Producción (CNP) de venderle etanol a Recope para mejorar sus finanzas. La producción de este biocombustible permitiría, además, poner a funcionar al 100% la planta de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal).
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No obstante, el proceso está en negociación.
El atraso
Como “factor fundamental del atraso” Recope argumentó ante la CGR que necesita la publicación de un decreto que regule especificaciones físico-químicas de las gasolinas mezcladas con etanol. Ese decreto, daría carácter oficial a dos normas que el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (Inteco) elaboró desde 2016.
Según la Refinadora, la publicación de ese decreto le permitirá realizar las inversiones requeridas y las compras de etanol para iniciar la venta. Recope argumentó también que la gestión del decreto corresponde al Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
Carlos Manuel Rodríguez, jerarca del Minae, admitió el retraso con la publicación de la normativa. Argumentó, que la administración anterior dejó a la actual un borrador de decreto que se revisó y luego se remitió al Ministerio de Economía, Industria y Comercio para recibir observaciones.
“Nos devolvieron el documento con varias recomendaciones a nivel regulatorio que vamos a ajustar en el texto. Ahora sigue el procedimiento de elevarlo a Presidencia para aprobación”, explicó Rodríguez.
El ministro espera que “en poquitas semanas”, ya esté publicado.
Alexandra Rodríguez, directora de Inteco, explicó que las dos normas técnicas elaboradas en el 2016 tendrán carácter vinculante si, en efecto, el Gobierno primero desarrolla un reglamento técnico, el cual debe a su vez superar varias etapas nacionales e internacionales por el carácter obligatorio que tendrá.
Es decir, que el proceso podría tomar más tiempo para que finalmente el proyecto de biocombustibles se concrete.