El Ministerio Público investiga si con la decisión del ICE de comprar la empresa Cable Visión se habría incurrido en delitos de malversación de fondos públicos e influencia en contra de la Hacienda Pública.
Las pesquisas se siguen bajo dos expedientes; el 18-000122-1218-PE que se abrió en setiembre y el 18-000167-1218-PE de noviembre.
Ambos casos están a cargo de la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción contra persona ignorada, confirmó el departamento de Prensa del Poder Judicial.
La segunda denuncia ingresó a la Fiscalía después de que este diario diera a conocer un informe de la Contraloría General de la República, según el cual el ICE lanzó un salvavidas financiero de ¢23.000 millones a su subsidiaria Cable Visión de Costa Rica entre 2014 y 2017.
La tarde de este viernes, en un comunicado de prensa, el ICE jnformó de que fue la misma institución la que planteó la denuncia luego de un “análisis exhaustivo” que realizó sobre las operaciones y el estado de la empresa subsidiaria, entre los que se incluyó "los hechos que motivaron la compra (de Cable Visión) en 2013.
Según dijeron, el informe de la Contraloría proporcionó “elementos adicionales”.
El objetivo de la denuncia, añadieron es que se “determine si existió alguna responsabilidad por parte de los funcionarios o terceros que participaron en el proceso de compra de Cable Visión de Costa Rica S.A. (CVCR)”.
Salvavidas
La inyección de fondos para la cablera arrancó desde el primer año luego que el Grupo ICE comprara la compañía ya en una condición de deterioro financiero, según la auditoría del 28 de junio pasado que elaboró el Área de Fiscalización de Servicios de Infraestructura de la Contraloría.
La empresa fue adquirida en diciembre de 2013, en $12,3 millones.
Al año, según descubrió la CGR, la cablera ya presentaba pérdidas consideradas como “riesgosas” para la hacienda pública, representada en las finanzas del ICE.
Por esta razón, el órgano contralor considera que Cable Visión de Costa Rica se constituyó en una empresa “patrimonialmente deteriorada”, pues en vez de fortalecer el negocio del ICE le ha dejado pérdidas acumuladas por ¢5.534 millones, entre diciembre del 2014 y diciembre del 2017. Esa pérdida equivale a 48% del patrimonio de la cablera.
La Contraloría halló que, según los estados financieros auditados de Cable Visión de Costa Rica (del 2009 al 2013), la compañía supuestamente gozaba de solvencia patrimonial debido a la revaluación de sus activos en redes de telecomunicación (su principal recurso) y la acumulación de ganancias por su gestión operativa.
Estos dos componentes representaban 80% de su patrimonio total.
No obstante, }advirtió que esa condición se sustentó en “prácticas empresariales incorrectas” tanto administrativas, técnicas, comerciales y contables.
De todo ello alertó una firma de auditores externos en los informes de valorización de la cablera y otros documentos que fueron parte del análisis de la compra por parte del ICE.
Entre los problemas señalados había incongruencias sobre la información ligada a ventas y cantidad de clientes; falta de controles sobre el estado de la red de transmisión y hasta una revaluación de activos sin justificación técnica elaborada por un empleado de Cable Visión y –anota el ente contralor– “sin evidencia de una metodología medible y verificable técnicamente”.
Solo esa revaluación, indica el informe, duplica el patrimonio y los activos totales de la empresa.
Tampoco había control sobre inventario de materiales lo cual permitía dejar sin registro estimaciones o pérdidas por obsolescencia y deterioro de equipos.
Todos estas situaciones nunca se incorporaron al documento técnico que sustentó la adquisición de la empresa en el 2013, ni quedó en evidencia en actas que tales situaciones se hubiesen expuesto al Consejo Directivo del ICE. Además, aclara la Contraloría, tampoco obtuvo información que permitiera conocer por qué no se incluyeron tales datos.
Del 2013 al 2014, la Junta Directiva de Cable Visión, pese a reiteradas advertencias de su gerencia general y auditores externos, nunca presentó información fidedigna sobre el estado real de su red, su pérdida de clientes o la situación financiera general de la compañía.
“Por el contrario, mostró al Consejo Directivo del ICE proyecciones financieras en línea con las expectativas de negocio planteadas para efectos de la compra de la empresa por parte del ICE”, afirma el informe de la Contraloría.