Los empleados que laboren desde su casa en vez de desplazarse hasta las empresas ahorrarían cerca de ¢264.000 anuales solo en transporte, según un informe del Centro Internacional para el Desarrollo del Teletrabajo (Cidtt).
Así lo destacó este lunes el ministro de Trabajo, Steven Núñez, en la presentación de la nueva guía de teletrabajo para el sector privado.
Además del transporte, los asalariados dejarían de gastar ¢120.000 en ropa, ¢151.200 por alimentación y ¢60.000 por otros rubros, lo que dejaría un total de ¢595.200.
Los gastos serían de ¢23.124 por uso de la computadora, ¢5.448 por agua, ¢213.600 por internet y ¢25.596 por uso de mobiliario, para un total de egresos de ¢267.768.
Esta operación dejaría un ahorro de ¢27.286 mensuales y ¢327.432 anuales. Los trabajadores también tendrían alrededor de 60 horas libres más al mes y 720 al año.
Aparte del ahorro económico por empleado, también habría menos presas, las personas discapacitadas tendrán más facilidad para trabajar, el consumo de combustible disminuiría y 1.900 toneladas de dióxido de carbono se dejarían de emitir por año, de acuerdo al reporte del Cidtt.
Para los empleadores las ventajas serán un mejor aprovechamiento del espacio, aumento de la productividad de la empresa, mayor facilidad en la atracción de talento y menos ausentismo.
Las reglas
Debido a estos beneficios es que hay un interés de aumentar el número de asalariados que hacen el teletrabajo. Con ese fin se creó la guía, en cuya presentación participaron Gonzalo Delgado, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (Uccaep), y Olman Chinchilla, presidente de la Central del Movimiento de Trabajadores Costarricenses.
El acuerdo para elaborar el documento se logró en el Consejo Superior de Trabajo (CST), órgano integrado por representantes del Gobierno, empresas y sindicatos. También colaboraron el Cidtt y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
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Este sistema ya se ha implementado en el sector público, donde se ha promovido desde la publicación del decreto 39.255, del 2015.
Según una encuesta del Cidtt del 2016, un 93,5% de funcionarios piensan que esta forma de trabajo brinda valor agregado a su institución.
La guía, que ya está disponible en el sitio web del Ministerio de Trabajo, establece las etapas para utilizar el teletrabajo, que consisten en el diseño del plan en la empresa, su ejecución y la evaluación del empleado y de la efectividad del programa.
El documento también desmiente algunos mitos que alejan a los patronos de usar el teletrabajo, como por ejemplo que las jefaturas pierden el control de sus empleados, que disminuye la producción y el empleado se aísla, trabaja cuando quiere y no logra organizar la vida laboral con la familiar.
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Núñez indicó que a su llegada al Ministerio, la guía ya estaba avanzada, pero aún existían diferencias entre sindicatos y empresarios.
“Había algunas diferencias en cuanto a materia de salud ocupacional, algunos temas sobre qué tanto se apegaban la guías a las normas nacionales como el Código de Trabajo y en materia de seguros. Hay que tener claro que las guías son una recomendación de buenas prácticas y además la legislación nacional permite implementar el teletrabajo”, declaró el ministro.
En la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa está desde el 2014 el proyecto Ley para regular el teletrabajo, el cual es apoyado por el Ministerio de Trabajo y brindaría mayor seguridad jurídica a la modalidad, aseguró Núñez.
Una forma de hacer negocios
Gonzalo Delgado, de la Uccaep, explicó que aunque la guía apenas pretende orientar y dar apoyo técnico, confía en que sea aprovechada cada vez más por los patronos.
Según la encuesta Pulso Empresarial, solo dos de cada diez empleadores usan el teletrabajo en sus negocios, y un 54% de empresas no estarían dispuestas a implementarlo.
“Dentro de algunos años el teletrabajo podría ser una de las maneras más importantes de relacionarnos, y cuidado no llegue a ser una forma de hacer negocios”, afirmó Delgado.
Delgado resaltó que a pesar de que los sindicatos han visto a los empresarios “históricamente como enemigos”, en esta ocasión lograran resolver las diferencias y llegar a un acuerdo unánime en el CST.
“El sector sindical estaba en desacuerdo con las guías de teletrabajo, precisamente por falta de condiciones para todos los empleados que iban a hacer teletrabajo. Sin embargo, en el momento en el que se plantea el tema en el Consejo Superior de Trabajo, nosotros lo asumimos con una gran responsabilidad”, apuntó Olman Chinchilla, representante sindical.