Estimado lector, gracias por su tiempo. En este espacio le contaremos cómo surgió y cómo hicimos esta investigación sobre precios de combustibles en Costa Rica, publicada a partir de este 8 de diciembre de 2014 y hasta el próximo sábado. Una labor de reporteo, creación y análisis de bases de datos que, entre otras cosas, demuestra cómo la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos incluyó, en la fórmula de cálculo de precios, un subsidio oculto que aumenta el costo del diésel y la gasolina para beneficiar el del asfalto y el gas.
A mediados de julio, mi colega Mercedes Agüero y yo publicamos un reportaje que mostró el poco margen del Gobierno para bajar los precios de los combustibles. Estábamos satisfechas, pero sabíamos que el tema del precio de los combustibles daba para mucho más que un artículo de dos páginas. Discutimos al respecto y pronto surgió una lista de preguntas que nos urgieron a buscar respuestas:
• ¿Qué explica que en Costa Rica se cobren los precios más altos por litro de gasolina y diésel de Centroamérica?
• ¿Qué decisiones políticas y regulatorias nos han llevado a ser los más caros?
• ¿Es eficiente la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) al comprar combustibles en el mercado internacional y en su operación?
• ¿A dónde va a parar cada colón que pagamos por impuestos a la hora de llenar el tanque del carro?
• ¿Son comparables en condiciones los mercados de combustibles de la región?
• ¿Pagamos los ticos por hidrocarburos de mejor, igual o peor calidad que el resto del Istmo?
Durante los últimos cinco meses nos dimos a la tarea de hallar la evidencia (documental, digital, oral y de datos) para dar una respuesta lo más fundamentada posible a esas dudas. Mientras investigábamos, como suele ocurrir, surgieron nuevas preguntas.
En una conversación, una fuente comentó que los precios del diésel y la gasolina estaban alterados por un subsidio cruzado. Mercedes recordó que años atrás, otra fuente le había mencionado que algo no estaba bien con el cambio de fórmula de precios hecho por la Aresep a finales de 2008. Acudimos a una tercera persona, quien conocía del funcionamiento interno de la Autoridad Reguladora, y nos repitió la historia del subsidio.
La pregunta obligada era: ¿cómo probar la existencia de ese subsidio que no es visible en la fórmula de cálculo de precios? Primero, analizamos el expediente ET-153-2008, que contiene la información del proceso de cambio de fórmula. También estudiamos los argumentos del informe técnico que sustentó la nueva metodología. Posteriormente, revisamos la Resolución RRG-9233-2008, publicada en La Gaceta y que dio luz verde al cambio del cálculo. Finalmente, examinamos la correspondencia pública del entonces Regulador y las apelaciones contra la metodología, presentadas por Recope ante la Junta Directiva de la Aresep.
En esa etapa obtuvimos pistas invaluables, pero fue la creación de una base de datos lo que nos permitió entender cómo la Aresep incluyó el subsidio cruzado en la fórmula de costos de Recope y cómo, finalmente, esa distorsión la terminó pagando, prácticamente, el consumidor de diésel y gasolina. Los dos combustibles de mayor venta en Costa Rica.
La base de datos la construimos manualmente, extrayendo toda la información que creímos vital de las 59 resoluciones de precios, ordinarias y extraordinarias, emitidas por la Aresep a partir de junio de 2009 y hasta setiembre de 2014. Los documentos están en línea, pero en formato de Word y PDF.
Incluimos solo la mitad del año 2009 porque las resoluciones anteriores carecían de datos importantes y de claridad; algo que también reconoció Ingrid Araya, coordinadora de Tarifas de Hidrocarburos de la Aresep, en una entrevista posteriormente.
La fórmula. Con esa base de datos pudimos desagregar los componentes de la fórmula para establecer cómo se incluyen los costos operativos de Recope (factor K) en el precio de cada litro de combustible. Hicimos nuestros propios cálculos para corroborar la validez de los incluidos por la Aresep en sus resoluciones.
Así encontramos que, aunque Recope tiene definido cuánto le cuesta poner en sus planteles cada producto (valor que incluye: seguro, transporte, almacenamiento, trasiego por poliducto, entre otros) la Aresep los recalcula aplicándole a cada uno un mismo porcentaje basado en su precio de importación. A ese rubro se le llama k%.
Para estimar ese k%, el ente regulador multiplica el precio de compra internacional de cada litro por la proyección de sus ventas totales anuales. El resultado de la sumatoria de esas operaciones lo divide entre los ingresos requeridos por Recope para cubrir sus costos.
Finalmente, para establecer cuanto debe pagar el consumidor como costo de Recope en cada litro, ese K% se multiplica por el precio de importación de cada hidrocarburo. De esa forma se vuelve a obtener un monto absoluto por producto que difiere de los costos reales de la Refinadora, generando el subsidio que perjudica al diésel y la gasolina.
Ejemplo:
Paso 1:
Paso 2:
Paso 3:
Para efectos de facilitar la publicación promediamos, para cada año, el monto por costos de Recope que Aresep cargó a los consumidores en cada resolución extraordinaria de precios.
Luego, para definir los montos pagados de más o de menos por el consumidor, según tipo de combustible, comparamos los costos recalculados por la Aresep con los reales de Recope. Esos costos reales de Recope son reconocidos por el propio órgano regulador en los estudios ordinarios, pero son cambiados en las resoluciones extraordinarias de fijación de precios, mediante la aplicación de su fórmula de K%.
Para determinar el monto de más o de menos pagado por los consumidores entre 2009 y 2013 se multiplicaron las ventas totales de cada tipo de carburante por los costos asignados por Aresep y también por los costos reales de Recope. Al resultado de la primera multiplicación se le restó el de la segunda.
Así determinamos que en los últimos seis años los clientes de diésel pagaron hasta ¢73.000 millones de más debido al subsidio mientras los del gas ahorraron, al menos, ¢33.000 millones.
Si desea más información, explore esta base de datos o interactúe con los gráficos y línea de tiempo que incluye este especial.
Metodología: Para crear la estructura de precios de la gasolina en cada país centroamericano se utilizaron los precios semanales, en dólares por galón, registrados por el Comité de Cooperación de Hidrocarburos de América Central (CCHAC), durante 2013. De la misma organización, también se tomaron los montos equivalentes al impuesto.
Los datos de ambos rubros se promediaron para obtener un valor único por país para 2013 y luego se dividieron entre 3,78 para definir el valor del litro y su correspondiente impuesto. Para calcular el precio de importación de cada litro se obtuvieron las cifras oficiales de importación y la factura pagada por compra de gasolina regular y súper en los ministerios de energía y minas, institutos de estadística, bancos centrales, organismos reguladores y otros entes responsables de ese sector en cada país de Centroamérica.
También se consignan datos de asociaciones de expendedores y cámaras empresariales para aproximar los márgenes de las distribuidoras y de las gasolineras en naciones donde esa información no es del todo pública, como en Nicaragua. Los montos locales se convirtieron a dólares para facilitar la comparación.
Finalmente, para la aplicación que compara los precios de Costa Rica con 160 naciones del mundo se usaron precios compilados por el sitio www.globalpetrolprices.com. La información sobre el consumo per cápita por país se tomó de la página de la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA).
Este reportaje también incluye la evolución de precios de la gasolina regular y el diésel a partir de octubre de 2010 y hasta el mismo mes de 2014. Para neutralizar las variaciones abruptas de los precios se calculó su valor promedio trimestral. A esos precios corrientes se les quitó el efecto de la inflación, para precisar su valor real y determinar cuánto crecieron o decrecieron en el lapso estudiado.
Para este reportaje se recopilaron los precios de la gasolina y los montos del impuesto que rigieron en 2013. Con ellos se calculó un promedio simple para todo el año y el porcentaje que el tributo representó del precio final.
Además, se analizó la estructura de distribución del impuesto en Costa Rica. Los montos que recibe cada entidad beneficiada por el mismo y su uso. De los informes de fiscalización de vías de Lanamme se extrajeron los datos para determinar la calidad de las vías por provincia. Finalmente, del sitio web del Ministerio de Hacienda se tomaron los saldos que por concepto de impuesto de combustibles no han sido utilizados por las municipalidades.
Para este análisis se utilizaron los presupuestos reportados por Recope ante la Contraloría General de la República, los cuales se contrastaron con datos brindados por la Refinadora. Además, se revisaron reportes hechos ante la Aresep como parte del último ajuste ordinario de precios autorizado a esa empresa este año.
Para este reportaje, La Nación creó una base de datos a partir de los reportes publicados, entre 2010 y junio de este año, por el programa de control de calidad de los combustibles, a cargo de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos.
En ellos se evaluó a las 347 gasolineras, que según el último informe había en el país hasta el primer semestre de este año. Para facilitar el análisis, este medio construyó una base de datos copiando de los reportes en PDF la información de los 113 incumplimientos detectados en dispensadores de 91 gasolineras y la ubicación geográfica de cada estación.
Finalmente, se incluyó un campo para detallar si el problema se produjo en el diésel o la gasolina y otro más para definir si la falla fue por octanaje, color, inflamación, sedimentos o agua.
En esta entrega, también se consigna información recopilada por el Comité de Cooperación de Hidrocarburos de América Central sobre la calidad de los productos que se venden en la región.
Los cálculos incluidos en esta publicación se basan en los precios recopilados, semanalmente y en dólares, por el sitio Global Petrol Prices, en 160 países.
De esa información se separaron datos de 27 países de América y las naciones se clasificaron según su pertenencia o no a Petrocaribe.
Se estimó la mediana general de precios para el continente y también para los países que están fuera y dentro del club (en ese último cálculo se excluyó a Venezuela).
También se incluyen cifras de la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos y de la Agencia Internacional de Energía (IEA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Finalmente, del informe: Centroamérica, Estadísticas de Hidrocarburos, 2012 de la Comisión Económica para América Latina, se procesó la información necesaria para determinar la procedencia de las importaciones de hidrocarburos en el Istmo.
Créditos:
editor general: armando gonzález, editora: Hassel Fallas, análisis de data e investigación: mercedes agüero y hassel fallas, diseño digital e infografía: Pablo Robles y Marco Hernández, EDITOR DE DISEÑO E INFOGRAFÍA: MANUEL CANALES, QA: Emilio Venegas, productor audiovisual: rené valenzuela, guiones: adrian soto, mercedes agüero y hassel fallas, locución: Maria Luisa Madrigal, gestor de ti: polette brenes, programación: pablo robles, josué muñoz, Bryan Gutiérrez y Leonel López Ing. sistemas: Daryl Zuñiga, Correción de estilo: ismael venegas, fotografía: Alonso Tenorio, Luis Navarro, Carlos Hernández, Jorge Navarro