Montevideo (DPA). El árbitro uruguayo Líber Prudente tiene custodia policial en su casa y no puede ir a trabajar como médico por temor a represalias debido a su discutida decisión de suspender un partido de futbol por la tardanza en ingresar al campo de juego del equipo de Nacional , el pasado domingo.
“Está muy preocupado y amargado por la situación”, informó la radio Carve de Montevideo, que conversó brevemente con el árbitro internacional, quien no hace declaraciones públicas. La emisora afirmó que Prudente se encuentra con custodia policial y no va a trabajar porque teme sufrir represalias por su decisión de suspender el partido entre Nacional y Villa Española.
Desde el domingo, Prudente es el blanco de todas las críticas de la prensa y aficionados de su país que le cuestionan la decisión, a pesar que muchos reconocen que está amparado por el reglamento.
El escándalo llegó hasta el gobierno central que anunció su intención de reunir elementos para plantear, eventualmente, una denuncia penal como consecuencia de los hechos de violencia que se derivaron de la suspensión del partido.
Nacional fue sancionado con la pérdida de tres puntos y una multa equivalente al porcentaje de dinero que le corresponda en los tres partidos consecutivos siguientes, pero apeló y ahora se aguarda la sentencia del tribunal que actúa en el caso.
El reglamento interno del Colegio de árbitros establece que “debe hacerse respetar estrictamente la hora fijada por los órganos competentes para la iniciación de los partidos, que indefectiblemente tienen que comenzar a la hora estipulada, no admitiendo salvo que dichos órganos lo establezcan expresamente, ningún tipo de tolerancia”.