Álvaro Saborío es un depredador del área, le encanta castigar a sus rivales. Cada vez que suma una víctima, tarde o temprano regresa para anotarle de nuevo, como ha sucedido con el 75% de los porteros batidos por sus goles.
Debería tenerlo claro Kevin Ruiz, el portero de Grecia, quien la noche de este sábado se convirtió en el guardameta 35 vulnerado por el atacante. Fue el gol 100 del artillero, logrado con mucha suerte y buena ubicación. Cuando el guardameta intentó despejar de puños un centro, tan solo consiguió estrellar la pelota en el muslo de Saborío, quien cerraba al acecho por el centro del área.
El tanto le permitió a Saborío poner el 1 a 1 momentáneo en el minuto 45 y correr hacia la malla a tachar una pancarta con el número 100.
Muchos guardametas han sufrido su dotes de goleador: a 24 les ha marcado al menos dos tantos.
El actual cuidapalos del Antigua de Guatemala, Adrián de Lemos, es quien más lo ha sufrido, superado por Saborío en siete ocasiones.
Otros quedaron cerca de De Lemos con seis dianas recibidas. Se trata de los exporteros Donny Grant, Rodolfo Álvarez, Alexánder Jara y Jorge Vindas.
Este dato también llama la atención, debido a que demuestra como el goleador ha logrado mantenerse a través del tiempo: todos los que recibieron media docena de sus tantos se encuentran retirados.
El estratega Hernán Medford, con quien el atacante vivió la época dorada del Saprissa del Mundial de Clubes 2005, fue enfático en que si el jugador se hubiera quedado en el país los 100 tantos ya serían cosa del pasado.
“Es probablemente el mejor centro delantero que yo he dirigido. En el caso de Saborío de él no se habla, sino que por el contrario se ven sus hechos. Es más, le voy a decir, si él no se va del país, hubiera sido el jugador más joven en llegar a los 100 tantos”, destacó.
Igual criterio tiene Rándall Azofeifa, excompañero del futbolista en la S, equipo en el que consiguió la mayor cantidad de sus celebraciones.
“Él es muy fuerte mentalmente; en ese aspecto es admirable. Jugando se mueve súper bien, sabe cómo ubicarse y, si fallaba, practicaba horas extra para afinar el fallo. Ahora juega igual, usted lo ve y es pura potencia. Cuida mucho su físico”, valoró.
Con el Saprissa, Saborío marcó 96 goles y el estadio tibaseño fue su gran escenario para mostrar su poderío.
En la Cueva gritó 58 veces gol, mientras que en otros escenarios lo hizo 42 veces, una cifra para nada despreciable teniendo en cuenta que la mayoría de veces actuó como visitante en los diferentes reductos deportivos.
A ocho arqueros, el artillero les hizo dos goles, siendo la cifra que más anotó entre los guardavallas.
Desde que debutó en la máxima categoría, el exmundialista de Alemania 2006 siempre anotó más de 10 goles por torneo, excepto en la última campaña disputada en la división de honor con el cuadro morado. Entonces, en el Apertura 2017, hizo solo un gol y decidió retirarse del fútbol en los inicios del campeonato.
En el presente campeonato, tiene cuatro tantos en la misma cantidad de partidos, por lo que su promedio goleador sigue intacto.
“La calidad no se pierde porque el fútbol no es de edad y él lo demuestra. Esto es de rendimiento y en él se ha visto, es importante que noten eso en Costa Rica”, concluyó Hernán Medford.
Por último y como detalle no menos importante está que Álvaro no perdonó a ningún club, sin importar colores.
El plantel al que más le anotó fue a Carmelita, con 15. En cambio, solo le hizo una diana al Saprissa, pero en un juego. En total, el ariete le marcó a 17 equipos.
Álvaro Saborío por fin llegó a los 100 goles, sumó una nueva víctima y avisa que ya tiene como pasatiempo castigar en más de una ocasión a sus contrincantes.