Martín Arriola asumió la brasa más caliente en el fútbol nacional; tomó a Cartaginés en un momento en el que los brumosos naufragaban en lo deportivo, con un rendimiento del 30%, se quedaron sin técnico ante la salida de Paulo Wanchope a Herediano y la planilla sufría por los atrasos salariales. Pese a todo esto, bajo su mando el equipo registra un desempeño del 76% y tiene opciones de clasificar.
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Arriola tuvo una plática distendida y a solas con La Nación, en la que profundizó en las razones por las que asumió el club, su sentir por las críticas que recibió como gerente deportivo y su trabajo con Paulo Wanchope.
El timonel reconoce que vive un desahogo, se siente motivado y recalca que con Wanchope del todo no tuvo relación.
Su presente y las razones de asumir Cartaginés
¿Cómo vive y cómo se siente Martín Arriola con lo que pasa?
Me siento cansado (entre risas). Es difícil disfrutar, porque de inmediato se tiene otra responsabilidad cerca y de nada sirve lo que conseguís si no se logra lo que viene. Cuesta un poco desconectarse y caer en la realidad de que venimos haciendo bien las cosas y que hay que disfrutarlo.
”Sin embargo, siempre les digo a los jugadores que no hay tiempo para distraerse, el único espacio que tenemos es para trabajar cada quien en lo suyo. Nosotros enfocados en lo que corresponde como cuerpo técnico y los jugadores en descansar, en alimentarse bien y estar enfocados”.
Fue muy criticado por la afición como gerente, pidieron su salida y lo consideraban el culpable de lo que sucedía en Cartaginés, ¿qué le dice a toda esa gente y cómo se siente con esto ahora?
No les digo nada y no deparo en eso. Me parece que mucha gente también está como que no acepta la situación. Sin embargo, no me preocupa. Ni antes era tan malo y ahora tampoco soy tan bueno, simplemente trabajo y trato de hacer lo mejor.
Sin embargo, aguantó el vendaval, ¿esto es un desahogo?
No, para mí es un desahogo poder demostrar mi capacidad, en definitiva de esto se trata. A lo largo del camino muchas cosas han sido por intereses creados de algunos, otras por desinformación y también porque las redes sociales dan impunidad y cualquiera dice lo que se le viene a la mente.
”En realidad ni me preocupo por lo malo y tampoco por lo bueno. Lo que me ocupa es seguir mejorando y darles las mejores armas a mis jugadores, para que ojalá se sigan dando buenos resultados”.
Retrocediendo un poco al momento que se dio la salida de Paulo Wanchope y asumió en medio de la incertidumbre y atrasos salariales, ¿qué se encontró cuando entró por primera vez a ese camerino?
Era un desafío demasiado difícil, incluso, mucha gente me dijo que estaba loco por asumir, más que todo porque había sido muy criticado y por lo mismo me decían que mejor tomaran la batuta quienes había lanzado las criticas. Sin embargo, mi personalidad es de asumir retos.
”Me encontré con un grupo que estaba golpeado por la situación, porque lo que ocurrió no es normal y tampoco es muy común, entonces, el equipo estaba afectado. Intentamos que entendieran que el fútbol tiene este tipo de situaciones y en definitiva los entrenadores pasamos y lo que quedan son las instituciones.
”Con el pasar de los días tocamos algunas cosas desde el punto de vista táctico, de lo futbolístico, trabajamos y conseguimos algunos resultados, pero el gran porcentaje de responsabilidad de esto lo tienen los jugadores, quienes se brindan día a día y luchan hasta el último momento".
¿Asumió la brasa más caliente del fútbol nacional por convicción o por obligación?
Lo hice porque usted sabe que estábamos a dos días de una asamblea, porque la situación del club era muy complicada y posiblemente no había gente para asumir con el perfil de lo que necesitaba el club. Si estamos acá Danny Fonseca (asistente), Greivin Mora (asistente y preparador físico) y yo es para ponerle el pecho a las balas, tenemos la convicción y el temperamento de que siempre hay que luchar por el bien de la institución. Esto demuestra una vez más el grado de compromiso que tenemos y siempre hemos tenido.
Al asumir, ¿tenía temor de fracasar y de quemarse como entrenador?
Nunca tengo miedo, pero estaba esa posibilidad. Eso sí, tenía claro de que peor de lo que estaba mi nombre en la institución y afuera no iba a estar. Tenía el deber de aparecer cuando el club lo necesitaba, ya con esto me bastaba y estaría moralmente complacido de que hice lo que debía. De igual forma, muchas veces hice cosas y otras no, pero me criticaron, así que era lo de menos para mí.
Su papel en la etapa de Paulo Wanchope
Una vez indicó que en la época de Paulo Wanchope su interacción fue más con los jugadores que con el técnico, algo extraño si se toma en cuenta de que usted era el gerente deportivo. ¿Su relación con Paulo fue mínima o nula?
Sí, fue prácticamente nula. Tampoco es que tenía mucha relación con los futbolistas, es que conocía a algunos desde tiempo atrás, pero no es que participaba mucho.
”No voy a profundizar sobre esto, porque tendría que meterme en otros temas y no es conveniente hablarlos ahora, posiblemente cuando esto termine si me pregunta, le contestaré. Sin embargo, no había mucha comunicación”.
Interpreto que la relación estaba rota con Paulo Wanchope, ¿fue así?
No estaba rota porque nunca hubo, hay razones, pero no son momentos para hablarlo. En el momento que conversemos de esto, la gente se dará cuenta del por qué de muchas cosas. Sin embargo, no fue que había una relación y se rompió por algo en especial.
Si se tuviera que definir a este Cartaginés de este momento, ¿tiene la esencia de Paulo Wanchope o de Martín Arriola, Danny Fonseca y Greivin Mora?
Es un equipo que lo conformó Wanchope, de esto no hay duda. Mucha gente ha tratado de minimizar lo que está sucediendo para encontrar el por qué, pero no me interesa llevarme méritos que no son míos, lo que realmente me importa es que los méritos nuestros se nos den.
”El grupo fue conformado, pero la realidad está en que tomamos un equipo en la fecha 11 y los resultados son estos, mientras que los resultados antes de la jornada 10 son otros. Sin embargo, ni uno es tan bueno y el otro es tan malo, tampoco uno tiene responsabilidad y el otro no. Muchas veces pasa que cuando un entrenador conforma un plantel y no se dan los resultados lo quitan y viene otro y le va bien, es parecido a lo de ahora. No le busco mucha vuelta y lo único que me interesa es lo que nos sucede hoy”.
Sus cambios en el equipo
Los cambios tácticos se notan: el equipo se defiende mejor, arma un bloque más compacto, la presión se ejecuta adecuadamente, saben jugar largo cuando se necesita y físicamente no se da un desgaste innecesario, pero ¿cuál fue el principal cambio que ejecutó, más allá de lo futbolístico?
Le hicimos entender a los jugadores que están en una de las instituciones más grandes del país y que por diferentes circunstancias esa imagen y ese nombre se habían perdido, al punto que cada vez que jugábamos éramos irrespetados, en el buen sentido. Debíamos poner a este club en donde se merece y la forma de hacerlo es jugar siempre a ganar, aunque esto no significa que no se puedan buscar otras alternativas para triunfar o no perder dentro de un mismo partido.
¿Por qué los jugadores dicen que Martín Arriola, Danny Fonseca y Greivin Mora tiene una empatía diferente con ellos y los entienden bien?
Posiblemente porque jugamos y conocemos al club desde adentro. Soy de los que creen que el futbolista no debe ser un enemigo del entrenador, ni el entrenador del futbolista. Debe haber una buena relación, respeto y comprensión de las dos partes, siempre priorizando el bienestar del grupo. El jugador debe tener su espacio, se les puede escuchar y al final el técnico toma las decisiones.
”Estoy agradecido con el grupo, porque ha entendido esto. Tenemos muy buena relación, ellos comprenden cuáles son los roles y todos tenemos mucha honestidad. Las decisiones que se toman son en beneficio de todos”.
¿Qué es lo que más le ha inyectado como técnico a Cartaginés?
El hambre de ganar y el temperamento. No estoy diciendo que no lo tuvieran, pero hay ciertos detalles que posiblemente mucha gente no los vea, como cuando hicimos el empate ante San Carlos y Herediano, en ambos casos los futbolistas no celebraron, agarraron la pelota y buscaron un gol más. Esto demuestra el hambre que tienen de ganar.
¿Qué papel juegan Danny Fonseca y Greivin Mora en su cuerpo técnico?
Lo de Greivin porque lo conozco de hace mucho tiempo, él trabajó conmigo como preparador físico en las ligas menores y confío en su capacidad y como persona. Mientras que lo de Danny es porque creo que es un referente del club y más allá de que tiene poco tiempo en la faceta de técnico, tiene experiencias acumuladas que son importantes, él está en un periodo de crecimiento y aprendizaje.
¿Con qué sueña Martín Arriola y para qué está este Cartaginés?
Todos soñamos con ser campeones y llegar a la final, pero también sabemos que en medio tenemos muchas dificultades, entre ellas clasificar. Si avanzamos tenemos la semifinal, luego la final y de pasar, otra final más. Soñamos, porque de lo contrario no podemos estar en esto y menos en este club.
”Vamos a dar pelea, es un plantel corto, pero hasta ahora hemos jugado contra siete rivales y el porcentaje de puntos es algo, lo que no significa que nos alcanzará”.