Alajuela. La felicidad fue incontenible. Una vez que Allen Guevara anotó el penal definitivo para llevar a Liga Deportiva Alajuelense a la final, la mayoría de futbolistas rojinegros corrió hacia donde el héroe de la jornada: Patrick Pemberton.
El arquero voló una y otra vez para atajar tres penales ante San Carlos, en la serie que finalmente quedó 3-1 a favor de los erizos, luego del segundo empate 1-1 en el tiempo regular.
El primer disparo de los norteños, desde los once pasos, llegó a las redes, obra de Álvaro Saborío.
No obstante, a partir de ahí Patrick se transformó en aquel portero que le dio títulos a Alajuelense cuando el técnico era Óscar Ramírez.
Primero le negó el gol a Fernando Brenes, luego sacó un fuerte remate de Pedro Leal y por último logró ganarle el pulso a Esteban Ramírez.
En medio de la algarabía de los aficionados, Pemberton corría por la gramilla felicitando a sus compañeros, como quitándose el traje de salvador para los rojinegros.
“Dios me ha dado la fortaleza en los momentos difíciles, en los pasajes turbios por los que he pasado en este torneo. También mi familia, que ha estado conmigo en esas ocasiones, así que se lo dedico a ellos, también para estos cabrones (compañeros)”.
“La campaña no ha sido fácil para mí, ha sido muy difícil”, dijo en alusión a los partidos en que estuvo en banca, cuando fue banqueado por Mauricio Vargas.