El pasar de los años no ha sido en vano para el volante Ricardo Blanco, quien en sus inicios fue catalogado como un jugador malintencionado, pero los golpes de la vida no se los llevaron precisamente los rivales.
Blanco vio cómo sus constantes expulsiones y amonestaciones hicieron que su madre no quisiera ver los partidos en los que defendía los colores del Saprissa, pues se avergonzaba del comportamiento de su hijo.
“(Mi mamá) lo pasaba mal, decía que le daba vergüenza ver esos berrinches y hoy día tal vez me veo hace tiempo y me hubiera dado vergüenza también”, confesó entre risas Ricardo Blanco.
Doña Sonia Mora tuvo que soportar cuatro expulsiones de Ricardo Blanco en su primera etapa con el Saprissa, algo que terminó pesando para que el futbolista saliera de la institución tibaseña.
Luego de esas cuatro tarjetas rojas, Ricardo Blanco jugó con Belén, Herediano y Cartaginés, pero solo registró una expulsión desde el 2012 cuando salió de Saprissa.
“Tengo gracias a Dios a mi madre y mi padre que siempre han estado. Mi mamá siempre me lo decía que no le gustaba ver los partidos antes porque solo chichas. Gracias a Dios llegué a entenderlo, ahora mi mamá me felicita porque no respondo (ante los rivales)”, destacó Ricardo Blanco.
Blanco tuvo un capítulo muy difícil el 26 de julio del 2010, cuando jugando para Saprissa lesionó a Kenneth Vargas, que era delantero de San Carlos y sufrió una luxación completa en la rodilla derecha.
Ese momento siguió el inicio de la carrera de Blanco y al día de hoy lo recuerda, pues lo encasilló como un jugador artero.
“La verdad me etiquetaron, también por mi carácter, me expulsaban a cada rato, era muy malcriado. La inmadurez me pasó factura, pero todo eso ya es pasado, lo importante es que aprendí de eso y lo uso como experiencia. Fui y maduré afuera (de Saprissa)”, agregó el volante.
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El paso por otros clubes, verse lejos del Saprissa y con un rol menos protagónico hizo que Blanco reflexionara sobre su modo de jugar y afrontar los partidos.
“He cambiado mi carácter, uno poco a poco aprende y sabe que eso no deja nada. A cada rato me expulsaban por esas mismas chichas y por ese mismo carácter hacía jugadas arteras en las que llegaba tarde”, señaló.
Ricardo Blanco vio en los otros tres clubes en los que militó la oportunidad para regresar a la que considera su casa y nunca desmayó en su anhelo de volver.
“Síme costó, la verdad pasé seis años fuera (de Saprissa). Trabajé día a día y mi meta era regresar acá, aprovechar la oportunidad y quedar campeón. Gracias a Dios que me da la salud, quiero quedar campeón acá y mejorar todo lo que hice en el pasado”, manifestó el jugador.
Vladimir Quesada le dio la oportunidad de arrancar como titular la temporada con los morados, pero como lateral, debido a la ausencia de Luis Hernández.
“La verdad me dije desde que llegué aquí que quería disfrutarlo y aprovechar la oportunidad, es lo que trato de hacer. Me esfuerzo cada día al máximo, la verdad que hay muchos jugadores de calidad y el profe me está dando la oportunidad”, finalizó