Gilberto Martínez está muy emocionado al desempolvar los tacos y volver al fútbol con el F. C. Calcio Acri, de la quinta división italiana. Lo que más lo ilusiona es que el contrato que firmó en esta oportunidad es por una razón muy distinta.
“Salió esta oportunidad, es una cuestión más de obra benéfica porque en realidad es para una asociación que ayuda a niños. Es una cosa que sentía y lo quería hacer, no es nada que regresé, porque el salario se dona a esta asociación”, comentó el defensor costarricense en charla con La Nación.
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De hecho, esta vez todo es diferente, porque su presencia con el equipo será solo los días de partido.
“Estoy inscrito, entre semana tengo mis cosas que hacer, solo que el fin de semana uno aporta ese beneficio para la institución de ayudar (jugando). Pero el salario y esas cosas va directamente a la asociación”, explicó, que el lunes cumplirá 39 años.
Cuando se dio a conocer que el zaguero retornaría a las canchas, la noticia dio de qué hablar en redes sociales y eso es algo que ni él mismo creía.
“No pensé ni que fuera a salir alguna nota porque es un equipo de quinta división, no pensé que le fueran a dar cobertura de esa manera, pero bienvenido sea. Haberle abierto el camino a muchos costarricenses que hoy están en Italia pienso que ha sido en parte por el buen trabajo que hice los primeros años que estuve acá”, mencionó.
Aunque en diciembre pasado había anunciado su retiro y este retorno es por un fin benéfico, Martínez no oculta que cada vez que entre a la cancha jugará con todo, como siempre, con ese estilo aguerrido de no dar ninguna bola por perdida que siempre lo caracterizó.
“Te soy sincero, siento las mismas cosquillas que cuando uno comenzó a jugar, las ganas siempre existen porque uno es competitivo y le gusta. Mientras el físico te lo permita, podés seguir, solo que ahora en una condición diferente”, citó.
En principio, él firmó por un año con el F. C. Calcio Acri.
“Después, ellos te brindan la opción de si querés seguir o hacer otra actividad, porque organizan varias actividades para aportarle a la asociación”, destacó.
La responsable de que él vuelva a jugar es su esposa Priscilla Solano, pues fue a ella a quien contactaron para que convenciera al Tuma.
“Lo que hacen es contactar a las mujeres, sean esposas de jugadores o personas del medio para poder ayudar a la fundación que se llama Filo de Oro, que es para personas y niños ciegos, sordos, mudos y ellos necesitan un apoyo para poder salir adelante. Es una organización fundada en 1964 y ayuda a las familias con atención médica, con fisioterapeutas o psicólogos”, mencionó Solano.
Ella dice que se siente muy orgullosa de que podrán tenderle la mano a quienes lo necesitan y que no le costó convencer a su esposo de que diera el sí.
“Es una bendición poder ayudar a personas que lo necesitan, sean niños o adultos, con mucha más razón niños. Uno es bendecido en tener niños sanos, pero esas pobres familias que no cuentan con esa fortuna y recibir alguna ayuda económica es muy importante para ellos que uno pueda ayudar”.
La quinta división de Italia es la que representa el paso entre el balompié amateur y el fútbol profesional en Italia. De hecho, es un campeonato que se juega por regiones, es decir, utiliza un método similar al que usa Linafa en Costa Rica.
La también conocida como Liga Excelencia posee 466 equipos y 28 regiones, y otorga 36 boletos a la Serie D, liga que ya compite en la misma llave de ascensos hacia la Serie A.
En el caso del plantel del tico, el Acri juega en la Excelencia Calabria, que agrupa a los equipos de la región sur de Italia; en ella hay 16 escuadras.