Completar una maratón es una prueba mayúscula, no apta para cualquiera, pero hacer 53 de estas carreras en solo 27 años es una cifra alucinante.
Esa es la marca que ostenta el costarricense Alberto Murillo, quien empezó a correr la distancia de 42,195 km en 1991 y desde entonces no ha parado.
El atletismo no fue su deporte de juventud ni mucho menos. Practicó baloncesto e incluso jugó en Primera División, pero a sus 30 años se aburrió de esa disciplina y subió un poco de peso.
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Ante ese panorama y sin ningún tipo de influencia, este educador físico de profesión empezó a correr. En mes y medio hizo la media maratón de San Juan (1990) y en menos de un año debutó en maratón.
Murillo cuenta que se sintió muy cómodo sobre el asfalto y eso provocó que rápidamente fuera quemando etapas.
En la desaparecida maratón Maxi Malta devoró por primera vez los 42,195 km de un total de 2.236 que acumula hoy, tras las 53 carreras.
Esa competencia salía de Cartago, pasaba por San José, Heredia y finalizaba en Alajuela, una experiencia que Murillo recuerda con mucho cariño.
“Yo jamás pensaba correr tantos kilómetros y cuando me di cuenta estaba inscrito. La terminé bastante bien, entero. Recuerdo que correr en cuatro provincias me pareció muy bonito, lo disfruté montones y eso me impulsó a seguir”, recuerda.
Sin proponerse una cantidad específica de carreras fue acumulando experiencias. La famosa maratón de Chicago, que hoy la corren cientos de ticos, fue su primera prueba fuera de las fronteras nacionales, también en 1991.
Viajó con amigos que estaban más empapados en el mundo del atletismo y cuando cruzó la meta, tras 2 horas y 57 minutos, estos le hicieron ver que era un buen tiempo.
"Hizo mucho frío, fue algo impactante, en ese entonces era una maratón bastante pequeña, pero había gente de experiencia y además de hacerlo por diversión ya ahí también era contra el reloj y al final fue una motivación extra", comentó este sancarleño de nacimiento.
Dos maratones en su primer año era un indicador claro de que se había enamorado de la prueba madre del atletismo.
Su instinto por seguir corriendo lo llevó a clasificar a Boston, aunque no estaba consciente que lo había logrado, hasta que, nuevamente, amigos de este deporte le hicieron ver esa posibilidad.
La maratón de Boston es considerada la más importante del mundo y para entrar se necesita un tiempo específico según el rango de edad, por lo que se debe clasificar en otro evento.
Varios ticos han tenido ese privilegio, pero probablemente ninguno lo ha hecho 20 veces y de esas 17 consecutivas, como sucedió con Murillo.
Su primera clasificación a esa competencia se dio en Nueva York, en 1993, y al año siguiente debutó en las calles de la capital de Massachusetts.
“Me di cuenta de lo que había logrado y fue una sorpresa, entonces dije: ‘voy a ponerle cariño y amor al asunto’”, cuenta entre risas.
De 20 ediciones, Alberto ha estado en algunas de mucho significado y dolor. Por ejemplo, Alberto estuvo en la edición 100 de Boston. También en la 2013, cuando se dio un atentando con bombas en línea de meta, provocando la muerte de tres personas y cientos de heridos.
¿Pero esa es su carrera favorita? “Es una pregunta que siempre me hago, pero cuando uno pasa la meta y cumple los 42,195, te vaya bien con el cronómetro o no, la emoción y sensación es la misma, aquí o en Boston, aunque sí es cierto que tiene un ingrediente especial”.
Sus 53 maratones se han dividido entre Estados Unidos y Costa Rica. En el país también participó en la Maratón de Cartago, Correcaminos y la Internacional, la cual incluso repetirá en diciembre próximo.
Esa será su carrera 54, pero su idea es seguir sumando para llegar a los 60 años con 60 maratones. En noviembre cumplirá 58, por lo que le quedarán el 2019, 2020 y parte del 2021 para cumplir con ese objetivo.
"Tampoco me presiono, los tiempos ya son más lentos, pero la preparación se me hace más sencilla. Lo que siempre le digo a la gente es que sigo teniendo esa sensación de mariposas en el estómago, la misma sensación de la primera vez. Cuando eso desaparezca ya no tendrá sentido", agregó.
Murillo tiene noción y guarda evidencia de sus maratones, sin embargo, hay dos ediciones de la Maratón Internacional de Costa Rica que no indican en qué año las corrió y no lo recuerda.