La mayoría aún no sale del colegio, pero eso no les impide competir y proyectarse como las grandes promesas de recambio generacional en el deporte tico.
Un grupo de jóvenes se perfila para afrontar los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, Argentina, a disputarse entre el 6 y 18 de octubre próximo.
Los nacionales compiten en disciplinas tradicionales como el atletismo, la natación y el voleibol de playa, pero también irrumpen con fuerza en otros deportes menos populares, como el caso de la esgrima y la gimnasia artística. Además, por primera vez en la historia habrá una representación de fútsal en unas justas olímpicas.
Estos jóvenes combinaron el estudio con los entrenamientos y diversos eventos internacionales para lograr el boleto a estas justas. Esta será su primera experiencia olímpica antes de buscar un espacio en el deporte de élite.
Voleibol de playa se forjó su camino a Buenos Aires lejos del hogar
Alexander Lezcano dejó su natal Puerto Jiménez, mientras que Criforth Fallas abandonó a su familia en Ciudad Colón para afincarse en Atenas, en donde entrenan voleibol de playa. Los jóvenes de 17 años ganaron el Centroamericano Sub-19 y posteriormente consiguieron el boleto a los Juegos Olímpicos de la Juventud.
Lezcano cambió radicalmente de deporte. Hace unos años fue portero en las divisiones inferiores de Alajuelense e incluso compartió camerino con Miguel Ajú y Adonis Pineda, hoy piezas del primer equipo rojinegro.
“Es un gran orgullo representar al país y a mi pueblo. Hemos trabajado muy fuerte para mejorar, pero valió la pena. Conforme pasa el tiempo nos hemos compenetrado más como compañeros. Tenemos la oportunidad que muchos jóvenes quisieran tener, por lo que hay que aprovecharla", aseguró Lezcano.
Fallas, en cambio, reconoció que no ha sido sencillo. Tanto él como Alexandre dejaron sus hogares para cumplir el sueño de convertirse en atletas de alto rendimiento.
“Fue un gran sacrificio dejar nuestros hogares para entrenar juntos y mejorar otros aspectos. Acordamos vivir en Atenas y estudiar en el Liceo de Atenas”, explicó Fallas.
Vallista cartaginés se inspiró en Carolina Vargas
Ingresó al equipo de atletismo de El Guarco para mejorar su condición física y así ganar terreno en el deporte que más le gustaba, el fútbol. Lo que no imaginó Mauricio Lizano es que en poco tiempo se metería de lleno en una disciplina totalmente distinta: Los 400 metros con vallas.
Empezó en la distancia de 800 metros, pero luego conoció la historia de superación de Carolina Vargas, la tica que rompió todas las marcas en los 400 m con vallas y está a punto de sellar su boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio. Esto lo llevó a experimentar en esta categoría y sin darse cuenta empezó a mejorar muy rápido.
Con un crono de 55.62 ganó el oro en este evento en el Campeonato Centroamericano juvenil de El Salvador, lo que permitió clasificar a las Olimpiadas de la Juventud.
“Carolina Vargas me inspiró a participar en vallas. Ella es mamá y es un ejemplo para las mujeres. Yo también quise seguir ese ejemplo de superación”, contó Lizano.
El joven cartaginés afirma que todo atleta aspira a competir en una cita olímpica. La cita en Argentina es el primer paso y le permite seguir creciendo para cumplir su meta.
“Es un sentimiento muy grande. Jamás pensé competir a tan corta edad en un evento tan importante. Sin embargo, todo se dio gracias a la constancia, los entrenamientos y el sacrificio. Quiero mejorar mis marcas y seguir creciendo", agregó Lizano, de 17 años y estudiante de décimo año del colegio Elías Leiva.
Tiene 15 años, pero lleva una década dedicada a la gimnasia
Apenas tiene 15 años, pero diez de ellos se los ha dedicado a la gimnasia. Su perseverancia la llevó a clasificarse a las Olimpiadas de la Juventud, cuando logró ubicarse entre las siete primeras competidoras del Campeonato Panamericano de Gimnasia Juvenil realizado en Buenos Aires.
“Hace tres años tenía el sueño de estar en los Juegos Olímpicos de la Juventud, pero lo veía muy lejos. Es por eso que cuando me dieron la noticia fue emocionante. Seré la primera gimnasta en asistir a una olimpiada por Costa Rica y eso me llena de orgullo. Todo el sacrificio que dediqué al acomodar el estudio con los entrenamientos valió la pena", expresó Montoya.
La gimnasta practica este deporte desde los cinco años y su especialidad son las vigas y el salto del potro. Actualmente cursa el noveno año del Gregory School.
A su corta edad, Montoya tiene una premisa muy clara: “Si uno se esfuerza se pueden lograr los objetivos. Las olimpiadas es una oportunidad para dejar en alto el país, presentar rutinas limpias y tener una buena actitud".
Natación busca salir a flote con nuevos valores
Con experiencia en mundiales junior, Juegos Centroamericanos y Centroamericanos y del Caribe, los nadadores Beatriz Padrón y José David Solís tienen la meta de continuar su progresión en la natación y convertirse en los referentes de está disciplina en el mediano plazo.
Padrón tiene 14 años y compitió en diciembre pasado en las justas de Managua, en donde ganó la medalla de oro en los 50 mariposa e impuso récord nacional.
En Barranquilla 2018 clasificó a la final de la misma prueba con un tiempo de 27.52 lo que le valió su boleto a las justas.
“En realidad yo le estaba apuntando a las Olimpiadas de la Juventud, antes de pensar en los Centroamericanos y los Centroamericanos y del Caribe. Sin embargo, gracias al trabajo y al esfuerzo se dieron los otros eventos donde me fue muy bien”, indicó la joven.
De padres venezolanos pero nacida en Costa Rica, la nadadora vive el día a día y no se siente como uno de los futuros de la natación tica. Por el contrario, asegura que debe esforzarse más para cumplir lo que le pide su entrenador Pablo Camacho en el equipo de Belén.
“A mi edad por el estudio (cursa noveno año en el colegio Saint Paul) es difícil centrarse solo en el deporte. Hay mucha presión por mejorar, pero la verdad no me siento como el futuro de la natación. Solo creo que estamos abriendo camino para otros deportistas porque mi generación está bajando muchos tiempos".
Mientras tanto, Jose David Solís fue elegido como el mejor nadador en los pasados Juegos Nacionales Icoder 2018. Además, es seleccionado mayor y entrenó durante las últimas semanas en Estados Unidos, con el objetivo de alcanzar el mejor rendimiento posible para las justas en Argentina.
El joven aspira a conseguir una beca en una universidad en Estados Unidos que le permita combinar sus estudios con la natación. De esta forma seguirá progresando.
“Mi expectativa es mejorar los tiempos y con ello vendrán mejores resultados. Empecé a nadar a los seis años al padecer de asma, pero como era muy competitivo, a mi familia le recomendaron estar en un equipo que me brindara la oportunidad de surgir y mejorar", recordó Solís.
La pasión por el esgrima surgió de la invitación de una amiga
Karina Dyner ganó la presea de oro y un bronce en los Juegos Centroamericanos de Managua del año anterior; también un segundo lugar en el Panamericano Juvenil y un tercer puesto en una Copa del Mundo de esgrima disputada en El Salvador. Sí, y apenas tiene 16 años.
La joven esgrimista ya sabe lo que es competir en el alto rendimiento y ahora se alista para afrontar los Juegos Olímpicos de la Juventud.
“El sueño de un atleta es representar al país. La verdad estoy emocionada. Obviamente será una competencia muy dura, pero hemos entrenado muy fuerte”, dijo Dyner.
Ella clasificó a las justas en la modalidad de espada; justo ahora recuerda que todo este sueño nació cuando acompañó a una amiga a un entrenamiento.
Al mirarla competir, se entusiasmó con la idea de hacer lo mismo y desde entonces le apasiona mucho más que el voleibol, el otro deporte que solía practicar.
“Soy de ir paso a paso, competencia a competencia. No tenemos que pensar en el futuro, sino en nuestro próximo desafío. Si estamos acá es porque tenemos la pasión y el talento. Vamos por buen paso", agregó Dyner, estudiante de décimo año del Country School.
Fútsal prepara su debut en unas justas olímpicas
Con la Sele Sub-20 dirigida por el entrenador Esteban Jiménez, Costa Rica enfrentará a potencias del fútsal en la Olimpiada de la Juventud en Argentina. Es la primera vez que este deporte disputa un torneo avalado por el Comité Olímpico Internacional. Costa Rica consiguió el boleto luego de clasificarse al Mundial de Colombia en 2016.
Ahora la ilusión de los jóvenes es trascender y demostrar un sistema de juego agresivo.
“Queremos mostrar un juego de mucho velocidad, en donde se busque atacar con y realizar transiciones explosivas", explicó Jiménez.
El estratega explicó que la Tricolor tendrá un duro desafío, pues le tocó un grupo muy difícil en las justas olímpicas, con el campeón de Suramérica Brasil; Rusia, monarca de Europa; Irán e Islas Salomón, dos planteles muy competitivos en el fútsal.
“El grupo es muy fuerte, pero es un bonito reto para los muchachos”, agregó Jiménez
La representación de Costa Rica la conforman: Gabriel Garro, José Mairena, Josué Chavarría, Yosel León, José Pablo Madriz, Sebastián Mora, Jafeth Carvajal. Dilan Báez, Kevin Vado e Ivan Corrales.