Santa Ana, San José. El rostro desencajado, su uniforme abierto al frente y la respiración acelerada.
El estadounidense Lance Armstrong sufrió en demasía en su primera participación en La Ruta de los Conquistadores.
La fuerte humedad en el Parque Carara, el ascenso interminable a San Pedro de Turrubares y la extenuante caminata en el sector de La Pita, antes de llegar a Grifoalto de Puriscal, pusieron a prueba no solo la fortaleza física del texano, sino su espíritu combativo.
Desde el arranque en Playa Jacó, en Garabito, Lance tuvo varios inconvenientes, quizás como presagio de la dura mañana que le esperaba hasta completar los 86 kilómetros de la primera fracción, de la edición 26 de la competencia que concluyó en la Hacienda El Rodeo, en Santa Ana.
Después de darse el banderazo de salida, el texano caminó los primeros 100 metros en la arena y cuando intentó dar el primer pedalazo no tuvo tracción. Volvió a montarse a su bici y cuando se impulsó, se le metió una aficionada a la cual por poco atropella, aunque logró maniobrar y empezar su camino.
Rápidamente el español Josep Betalú, de Constructora ARPO, y los nacionales Carlos Arias y Federico Lico Ramírez, del equipo Pasión MX, se disputaron el liderato de La Ruta, mientras que Armstrong empezaba a sufrir.
Betalú al final fue el mejor con un crono de 4:57:16, seguido del ramonense Arias a 12:13 y el interminable Lico Ramírez fue tercero a 19:28, mientras que Lance se ubicó de 82 en la general con un registro de 8:31:34, a 3:34:17 de la primera posición.
Y es que cada pedalazo se le dificultó más a Lance, que pese a contar con dos coequiperos, no fue suficiente y el esfuerzo minó poco a poco su fortaleza, al punto de ponerlo malhumorado, debido a que no esperaba la exigencia de la prueba.
Lo que no faltó fue el apoyo de los aficionados al ciclismo, quienes cada vez que reconocían a Armstrong corrían a su lado con la finalidad de hacerse fotografías, mientras con palabras en inglés y en español trataron de alentarlo. En el sector de Lagunas y San Pedro de Turrubares se detuvo para alimentarse e hidratarse y allí no faltó quién quisiera saludarlo.
Los kilómetros transcurrían y el texano se fue retrasando más y más, las fuerzas empezaron a abandonarlo, ante la dureza de la competencia, que le cobró la factura al no reconocer el recorrido o llegar mejor preparado.
El retraso de Armstrong empezó a impacientar a los aficionados, quienes en línea de meta llegaron con la ilusión de ver al estadounidense culminar la competencia; no obstante, al perder más tiempo de lo que se esperaba los puso a pensar si iba a terminar.
¿Se retiró Lance? ¿Lance llegará a la meta? Esas fueron las preguntas más frecuentes de las docenas de seguidores del ciclismo que deseaban un recuerdo del ciclista.
La duda surgió aún más cuando se filtraron unas fotografías donde el estadounidense estaba sin camisa, sentado en un negocio en Salitrillos de Puriscal, donde se sentó a descansar, alimentarse y tomar líquido para recobrar fuerzas y terminar la competencia.
En cuanto a la rama femenina, las tres primeras de la categoría élite fueron la estadounidense Larissa Fitchett (7:04:39) y las nacionales Eunice Rojas (7:33:37) y Katherine Herrera (8:00:32).
No obstante, al final Armstrong tuvo el coraje para terminar, pero vivió en carne propia el por qué se dice que La Ruta de los Conquistadores es la competencia de ciclismo de montaña más dura del planeta.
Para este viernes está programada la segunda fracción entre Tres Ríos, Cartago, faldas de volcán Irazú y descenso a Turrialba, para 80 km.