Cartago. Gesticula y señala para colocar a sus compañeros en la defensa.
María Fernanda Quesada levanta las manos, se comunica por señas y pone atención a los labios de las jugadoras, tanto de su equipo como las rivales.
De 18 años, la portera titular del equipo de fútbol sala femenino de Cartago es sorda pues nació con problemas auditivos y de expresión.
Sin embargo, su condición no la ha limitado para representar a su cantón y terminar su bachillerato en el Colegio Vicente Lachner, de Cartago y destacarse como titular en su equipo, en el que es todo un ejemplo para sus compañeras.
Su entrenador Jonathan Arce indicó que María Fernanda pertenece al equipo desde hace cuatro años, participó en las justas del 2016 y ahora en la actual edición del 2018.
“María Fernanda es un ejemplo para nosotros por la dedicación, el apoyo que le brinda a las compañeras y el empeño que pone en cada entrenamiento. Ella es muy expresiva a la hora de mostrar ese cariño que le tiene a sus compañeras”, comentó Arce,
María Fernanda, a nuestro lado, atentamente lee los labios de la conversación. Nos mira al rostro sonríe y con una tímida sonrisa aprueba las palabras de su entrenador.
“Con ella nos comunicamos por señas y nos escribimos por WhatsApp antes de los entrenamientos. Ella le imprime mucha fuerza a sus compañeros a su estilo. Las regaña y ordena la defensa y ellas entienden sus indicaciones”, agregó Arce.
Quesada empezó atajando en el colegio, en el que demostró buenas condiciones que la llevaron a los Juegos Nacionales y actualmente participa en el campeonato Sub 20 nacional con el equipo de Cartago.
“Ella es una portera de grandes reflejos, tiene mucha agilidad, una gran concentración durante los partidos y es muy estable emocionalmente. Es un ejemplo para el equipo por su entrega, dedicación, motivación y esfuerzo. A pesar de las limitaciones se graduó de bachiller y es una gran portera”, puntualizó Arce.