Gustavo Matosas ya debe tener claro el panorama. La derrota de esta noche contra Colombia 3-1 confiró los yerros de la Sele y lo que debe hacer el nuevo seleccionador para reestruturarla. La tarea no pinta sencilla, pero tampoco imposible.
La transición de defensa a ataque sigue siendo deficiente. Cuando se hace es sin dinámica. Prueba de ello es que el único tanto de la Sele fue por vía de la táctica fija.
Hay poco criterio con balón producto de que la recuperación del mismo se da muy lejos del arco rival.
Se continúa apostando por jugadores que no tienen ritmo en sus clubes, situación que se señaló en las conclusiones de la Fedefútbol luego del Mundial de Rusia 2018. Aún no hay remedio.
De los jóvenes que se convocaron el único que gozó de regularidad fue Allan Cruz, pues los restantes jugaron poco.
Colombia fue un digno rival. Apretó el acelerador y no lo soltó. Siempre quiso más.
Desde el inicio del compromiso, el juego fue intenso. Colombia se apoderó del balón, aunque no llegó con verdadero peligro más allá de sus intentos desde fuera del área. La Sele controlaba el poderío de Radamel Falcao, Carlos Bacca y James Rodríguez.
Los colombianos se acercaron con remates desviados de Falcao, James y Juan Quintero, pero hasta ahí.
En el 29’, Bacca abrió el marcador luego de una acción personal en la que dribló a Cristian Gamboa y a David Guzmán y definió casi a quema ropa de Keylor Navas.
Esta acción confirmó que ya Gamboa no es el único carrilero derecho que tiene la Tricolor. Ahora está Ian Smith, sí, es joven (19 años), pero una intensa y sana competencia le permitirá crecer a ambos. Ya debe dejarse de lado la idea de que Gamboa siempre será titular aunque no sume ni un solo minuto en su club en quién sabe cuántos meses, como sucedió hasta ahora.
Destacable de nuevo lo de Cruz. Este jugador no para de sorprender. Se le plantó a James, le robó el balón, le echó cuerpo, no le negó pata a nadie.
Una recuperación de balón suya generó la falta con la que Costa Rica puso el empate en la cebeza del de siempre: Kendall Waston.
La torre tica con su especialidad de la casa volvió a celebrar.
Esta acción inició con un rápido cobro de tiro libre de David Guzmán y un centro perfecto de Gamboa, quien en esta jugada resolvió a la perfección.
David Ramírez aportó poco o nada en ofensiva.
Situación contraria a la decisión de Rónald González de alinear a Bryan Oviedo como lateral izquierdo y a Rónald Matarrita como volante por izquierda. Al menos por este juego se acabó el debate de si uno u otro. Puso a los dos.
En el complemento llegaron los otros dos goles. Juan Camilo Hernández anotó doblete (71’ y 90+3’) y con sus dardos desnudar una vez más a la Sele.