En el 2011 escuché Levels de AVICII; me recordó Call on me de Eric Prydz, no porque se parecieran, sino porque, a pesar de que no suelo oír música tan comercial, me hacía sentir lo mismo: felicidad, y es que al final el arte se trata de eso, hacer sentir.
Investigué sobre la vida de AVICII (nacido como Tim Bergling) y el primer dato biográfico que encuentro es el significado de su nombre artístico: Avici (con una sola “i”; al final) es el nivel más bajo del infierno budista. Para alguien que gusta de este tipo de tópicos, por supuesto no podía dejar pasar la oportunidad de conocer un poco más acerca de su propuesta y contenido.
Empieza su carrera a los 18 años influenciado por la música pop de su natal Suecia y de grandes DJ del momento como Eric Prydz y Swedish House Mafia pero no fue sino hasta que en el 2008 hace una remezcla de la canción del videojuego de Commodore 64, Lazy Jones con la que se empieza a lograr importante reconocimiento del público. Ese mismo año produce su primera canción propia llamada Manman la cual ganó el concurso Fast Trax promovido por el legendario Pete Tong, consiguiendo así su primer contrato discográfico importante.
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A dos años de su incursión en el mundo de la música, logra entrar en el 2010 a la lista de los mejores 100 DJ del mundo de acuerdo a la revista especializada DJMag, ocupando la posición número 39. Su posición más alta fue en el 2012 y 2013, cuando se ubicó en la casilla #3 de forma consecutiva.
Paralelamente, logra importantes colaboraciones con artistas del nivel de Coldplay, Lenny Kravitz y Robbie Williams, además de seguir publicando material de su propia autoría que llegó a impactar prácticamente a toda una generación y posicionarse dentro de las canciones más importantes de esta década, como la ya mencionada Levels, además de otros éxitos suyos como I Could be the One, Wake Me Up, Hey Brother, You Make Me, The Nights y Waiting For Love.
Debido a su gran éxito comercial se ve inmerso inevitablemente en extensas giras mundiales, presentándose en los más importantes clubes y festivales con lo que logra ganar sumas multimillonarias de dinero, hasta llegar al punto de manifestar en una entrevista: “Descubrí que realmente no necesitaba tener tanto dinero. Cuando tienes tales excesos, te das cuenta de que no necesitas tanto y lo más sensato y completamente obvio es dárselo a la gente que está pasando necesidades”. Fue así como nacieron varias causas benéficas que apoyó el artista como su gira House For Hunger (House por el Hambre), bajo la promesa de destinar $1 millón a Feeding America, una organización de caridad que combate el hambre en Estados Unidos con bancos de alimentos para las comunidades más desfavorecidas, además de abordar temas como tráfico humano y violencia pandillera cuando dirigió los videos de sus canciones For a Better Day; y Pure Grinding.
Con tanto éxito, fama y dinero a tan temprana edad y en tan poco tiempo, AVICII se ve en riesgo al no poder sobrellevar su vida de excesos. Durante varios años, sufrió de pancreatitis, debido al consumo excesivo de alcohol. En marzo del 2016 anuncia su retiro temporal señalando: “Mi camino ha estado lleno de éxitos, pero no exento de sobresaltos. Me he convertido en adulto mientras crecía como artista, he aprendido a conocerme mejor y darme cuenta que hay muchas cosas que hacer con mi vida”.
El pasado 20 de abril, despertaba luego de haberme presentado en Vértigo la noche anterior. Encendí mi celular y lo primero que vi fue la noticia del deceso de AVICII y las publicaciones de muchos otros top DJ, incluso los de géneros electrónicos más subterráneos, lamentando su muerte por razones que su misma familia aún hoy día ha decidido reservarse.
Nunca fui verdadero fan de AVICII pero cualquier artista que luche contra el hambre y los problemas sociales de la forma en que él lo hizo merece todo mi respeto y admiración.
El autor es DJ de música electrónica y promotor cultural.