Desde la religión más antigua hasta el último libro, película o serie subida a Netflix, el ser humano se ha visto acompañado de historias. El 2018, con su carácter tan espontáneo, no escaparía de sumarse a las nuevas maneras de contar relatos.
En el Marco de la Feria del Libro de Madrid, ocurrió algo inesperado. Paralelamente al evento, se generó en Twitter una sección llamada La Feria del Hilo, que atrajo la atención de los consumidores de redes sociales.
¿De qué se trataba? Pues considerando un hilo como una suma consecutiva de tuits (formato en que se publica en la red social de Twitter), un comité organizó una festividad de relatos en línea para comprobar los alcances de la literatura.
A pesar de provocar un debate por la posibilidad de considerar una cadena de mensajes como arte, la Feria del Hilo abrió un espacio para repensar las maneras de comunicación y la forma en que nuevas publicaciones pueden alcanzar a un grueso de la población mundial.
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Lo que comenzó como una broma
Ando de vacaciones desde hace un par de días, en un hotel cerca de la playa. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras. pic.twitter.com/6gd7Rqs6bL
— Manuel Bartual (@ManuelBartual) August 21, 2017
En agosto del 2017, el dibujante de cómics Manuel Bartual estaba de vacaciones en la playa. “Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras”, escribió con inocencia en un tuit.
A partir de ese mensaje, contó una historia cautivante: tras conocer la ciudad y caminar con cautela, se enteró que un hombre lo seguía. La sorpresa se agigantó cuando Manuel Bartual se entera que su persecutor es un hombre duplicado a él.
Durante una semana, y de manera esporádica, Bartual mantuvo a miles de personas en todo el mundo atentas a su investigación, en primera persona, sobre el juego de espejos, gemelos y acertijos interactivos.
No fue hasta el final de su cadena de tuits que el ilustrador confesó que se trataba de un simple juego ficticio que se agigantó (nunca imaginó tener un séquito tan gigantesco). Bartual escribía día con día –con apenas una escaleta previa– acontecimientos que completaron una estructura dramatúrgica llamativa.
La historia de Manuel Bartual generó algunos comentarios durante el 2017 que se han ido fortaleciendo con el paso de los meses. La manera de resumir sus consecuencias es simple: ya no se lee de la misma manera.
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Esta premisa no significa que todo tiempo pasado haya sido mejor o peor, sino que han aparecido nuevas maneras de contar historias.
Con los ya conocidos hilos la gramática narrativa es clara: se puede leer fragmentado, acompañado de movimiento (gifs o videos), audios y todo lo que disponga el autor tuitero.
El recorrido visual tampoco es problema: la audiencia no debe adaptarse a un ritmo ejecutado por un editor (como lo haría un audiovisual) y quien lee tiene la capacidad de repetir la información cuantas veces quisiese, incluso con la oportunidad de interactuar.
La estructura segmentada de los hilos también pone en evidencia una de las características que hacen irresistibles a los productos culturales. Lo que en un inicio dividió a Twitter de Facebook (su límite de caracteres) se convirtió en el gran caldo de cultivo de lo que algunos llaman tuiteratura.
Además, como si se tratara de una serie de televisión subida a Netflix, el lector puede elegir cuántos “capítulos” ver. Puede leer cuantos tuits quisiese sin costo alguno (a diferencia de una plataforma de streaming) y no desgastarse con la lectura contínua pues, si se considera que el promedio de un hilo ronda los cincuenta caracteres, un relato podría alcanzar los 14. 000 caracteres, lo cual podría ser poco más de tres páginas de Word en tipografía Times New Roman en tamaño 12.
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Más allá del tuit
Para este año, las cadenas se rompieron y un grupo de escritores y celebridades de Twitter España (entre ellos el mismo Bartual) consideraron oportuno generar un espacio llamado Feria del Hilo, en el marco de la celebración literaria española más importante.
Dentro de este formato, se establecieron ciertas reglas para el concurso.
Los hilos presentados debían estar compuestos como mínimo por cinco tuits, y con un máximo de 100. Se permitió el uso de imágenes, vídeos, encuestas e incluso la intervención de otras cuentas de la red. Para participar, solo se necesitaba mencionar a Twitter España y colocar el hashtag #FeriadelHilo en el último tuit de la cadena de mensajes.
Como en el mejor de los festivales de cine, por ejemplo, hay reconocimientos a documentales, ficciones y hasta un premio del público.
El mejor hilo de ficción, por ejemplo, recibió un Samsung Galaxy S9+, 500 euros y un regalo por parte de Twitter. Además, se llevó el premio del público.
Se trata de un hilo desarrollado por el usuario Mr. Brightside que envuelve a quien lo lee de manera insistente y frenética.
Como un libro o una película, el hilo se ha catalogado dentro del género thriller. Cuenta la historia del fallecimiento de Jorge A. (un usuario creado exclusivamente para este relato) quien murió por un supuesto suicidio.
El drama aparece cuando Mr. Brightside reconoce una particularidad en la última foto que Jorge A. subió a Twitter, lo cual desencadena una serie de eventos detectivescos con giros de tuerca y muchas sorpresas. “El asesino está en la foto”, sentencia el tuitero.
¡@Policia! Acabo de resolver un crimen a través de Twitter y tenéis que tomar cartas en el asunto inmediatamente. Hace días falleció @jor_g_t (en el centro de la foto), y el caso se cerró como un suicidio, pero fue un asesinato y puedo demostrarlo. El asesino está en la foto. pic.twitter.com/AItVxWdEwF
— Mr. Brightside (@plot_tuit) June 2, 2018
A diferencia del hilo de Manuel Bartual –que no logra resolverse con la fuerza deseada ya que fue escrito sobre la marcha–, el relato de Mr. Brightside está calculado con precisión y plantea una estructura literaria más nítida. Miles de interacciones demostraron el poderío y verosimilitud que logró obtener el usuario.
Por su parte, el mejor hilo de no ficción fue una crónica periodística que arranca diciendo “vamos a cruzar el Atlántico a bordo de un Airbus 330 y estáis invitados a venir en cabina. 11 horas para unir Los Ángeles con Madrid. Empezamos”.
El festival –premiado con regalías de selecciones literarias, miles de euros y regalos por parte de la red social– fue respaldado por miles de lectores.
Los usuarios en Twitter reconocieron que autocontestarse sus tuits no sería una manera ridícula de comunicarse. Todo lo contrario: abrieron el debate para emular grandes monólogos que, para muchos, no tienen nada que envidiarle a los rapsodas y sus épicas historias.