Los sicarios encargados de matar al líder narcotraficante conocido como El Gringo habrían recibido una paga de ¢100 millones, según informó en conferencia de prensa el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Erwin Guido Toruño, El Gringo, de 34 años, fue asesinado el 16 de diciembre del 2017.
Su cuerpo recibió 139 heridas de arma blanca, principalmente en cara y cuello, detalló el OIJ. Además, presentaba signos de tortura y marcas de defensa en sus brazos.
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Las autoridades presumen que el narcotraficante fue sacado encañonado de una “vivienda de seguridad”, ubicada en Grecia, Alajuela.
Sin embargo, aún no se ha determinado el lugar donde le dieron muerte aunque, se presume, que pudo ocurrir dentro del vehículo mientras los sospechosos se desplazaban de Grecia a La Uruca.
La información fue difundida por la Policía Judicial para pedir a la ciudadanía información sobre un carro Mazda 6, color negro, en el cual se presume, los homicidas lo habrían trasladado.
Precisamente, saben que el automotor salió del centro de Grecia y llegó al lugar donde apareció el cuerpo. No se descarta que hubiera un segundo carro que sirviera como escolta, pero esa posibilidad no está confirmada.
Por el momento, saben del Mazda porque coincide con la descripción aportada por testigos que vieron a los sospechosos dejar el cuerpo en el Bajo Los Ledezma, en La Uruca.
Según el OIJ, en el crimen participaron al menos tres personas. Dos que ejecutaron y una tercera que grabó el hecho como prueba para cobrar el acto de sicariato.
“Muestra de poder”
Este ataque habría sido ordenado por otro líder narco, Luis Ángel Martínez Fajardo, conocido como Pollo, quien descuenta prisión en una cárcel de Nicaragua desde setiembre del 2015.
Sería él quien costeó los ¢100 millones y quien habría exigido el video para pagar el encargo, según Marco Carrión, jefe de la sección de homicidios del OIJ.
“El ataque fue sanguinario, brutal podríamos decir y obedece a una necesidad de demostrar poderío o dar una lección al grupo rival, cuál grupo es más fuerte y cuál va a causar más dolor al otro, en caso de conflicto”, explicó Carrión.
En diciembre del año pasado, a Toruño se le vinculó con varios homicidios; entre ellos, el de dos hombres, cuyos cuerpos fueron localizados el 13 de diciembre dentro de un vehículo en La Sabana.
Al ser buscado por las autoridades decidió refugiarse en la casa de uno de sus hombres de confianza, identificado como Alexander Rodríguez. Este sujeto fue exjugador de fútbol de Primera División y militó hasta finales del 2017 con el Municipal Grecia.
“Le prestó auxilio para esconderlo, o inicialmente eso era lo que creía el ahora occiso pero, realmente, este exjugador de fútbol estaba aliado al grupo rival del Gringo, que es el grupo liderado por un sujeto alias Pollo”, agregó Carrión
Rodríguez informó al grupo rival dónde estaba escondido el líder narco y el 16 de diciembre Toruño fue privado de libertad y luego llevado hasta La Uruca, donde los asesinos dejaron su cuerpo.
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Al día siguiente del homicidio, circuló en redes sociales la imagen de un chat donde los asesinos dan cuenta del homicidio. La Policía Judicial corroboró la existencia de esa comunicación.
Para el OIJ, tanto la cantidad de heridas, como la zona donde fueron infligidas, así como la difusión de las imágenes del crimen serían un mensaje del grupo rival a los aliados de Toruño, como “una muestra de poder”.
Apenas el mes pasado, las autoridades anunciaron el desmantelamiento de la banda de El Gringo, a la que estaban vinculadas más de 50 personas, no todas detenidas.
Por su parte, el exdeportista fue detenido el 12 de abril junto con un hermano y otras diez personas en una serie de allanamientos realizados en Grecia.
"La investigación inició desde el año 2016 y, aún luego del fallecimiento de este sujeto, la organización continuó operando. Al día de hoy tenemos 56 personas adscritas a este grupo criminal”, dijo en aquel momento Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial.
La organización se dedicaba al narcotráfico y también al sicariato, desde el 2015. Según Espinoza, operaba en San José, San Ramón, Aserrí, Grecia, Palmares y en Pavas, principalmente en narcomenudeo, con un liderazgo muy “fuerte y agresivo” de Guido Toruño.
El grupo obtenía droga, principalmente cocaína en la zona sur y la llevaba hasta el Valle Central para distribuirla en puntos de venta ubicados en La Uruca, principalmente en La Carpio y Bajo Los Ledezma, en Pavas, Alajuelita, Hatillo, Grecia, Naranjo y Palmares.
Además, se disputaban zonas de ventas con los grupos liderados por un sujeto de apellidos Martínez Fajardo, conocido como Pollo, detenido en Nicaragua y Édgar Marcia Cruz, conocido como Tío, y quien fue arrestado en enero de este año en playa Guacalillo de Garabito.
A la organización se le vinculó al menos con nueve asesinatos, ya sea de rivales en la actividad o por encargo.
En fuga
Entre las personas de este grupo que están en fuga, está una joven de 23 años, quien figura como una de las principales proveedoras en la zona sur del país para esta y otras organizaciones narco.
La sospechosa, de apellidos Gómez Espinoza, es conocida, supuestamente, como la Reina del Sur, y opera en el sector de La Cuesta, en el cantón de Corredores.
Contra ella pesa una condena de 15 años de prisión, dictada desde el 2015, pero por razones que aún no se han dado a conocer, estaba libre.
A la mujer se le halló responsable por al menos una infracción a la Ley 8204 sobre estupefacientes, sustancias psicotrópicas y drogas de uso no autorizado.