El transportista informal asesinado este martes en San Rafael de Naranjo, Alajuela, recibió amenazas hace dos meses, por el atraso en el pago de una deuda.
Así lo manifestó Pablo Calvo, jefe regional de la Policía Judicial en San Ramón, al detallar que esa es la línea más fuerte de investigación que están manejando.
El fallecido fue identificado como Jeison Gerardo Quesada Murillo, de 23 años y vecino de Grecia de Alajuela.
“La víctima debía una cantidad de dinero importante y estuvo recibiendo amenazas. Al parecer, hace dos meses tanto él como su compañera sentimental recibieron amenazas de parte de un sujeto, pero no hemos podido determinar quién es la persona que hace las amenazas”, explicó Calvo este miércoles por la mañana, en conferencia de prensa.
El jerarca judicial mencionó que aparentemente el préstamo fue informal, por lo que mediante la investigación tratarán de establecer tanto la cantidad de dinero que obtuvo el fallecido, como la procedencia de esa plata.
Actualmente, los familiares de Quesada están bajo custodia de la Policía Judicial, bajo el programa de protección de víctimas y testigos. Además, están recibiendo tratamiento psicológico.
Quesada se dedicaba a labores de transporte informal y el carro que utilizaba estaba a nombre de una sociedad anónima que alquila carros con la posibilidad de compra en el futuro.
El cuerpo de la víctima tenía un balazo en la cabeza y, según la inspección judicial, portaba pertenencias como billetera y celular.
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El joven no contaba con antecedentes y el fin de semana estuvo de paseo en Jacó, Puntarenas, con algunos familiares, mientras que el domingo se le ubicó en un bar en la entrada de Naranjo.
Amigos de Quesada llenaron las redes sociales de mensajes de solidaridad para la familia del muchacho.