Extender la ropa en pupitres y sillas, convivir con desconocidos, alimentarse con lo que cocinen los encargados del albergue y dormir en una colchoneta al lado de otras familias es la realidad a que enfrentan 1.173 personas, quienes abandonaron sus viviendas a causa de las fuertes lluvias del fin de semana y encontraron refugio en escuelas, colegios, iglesias o salones comunales habilitados por los comités de de emergencia.
La escuela El Tigre, en Horquetas de Sarapiquí, es una de las estructuras que acogió a hombres, mujeres y niños durante las últimas dos noches, luego de que la crecida de un río inundara varias casas de la zona.
Elmer Quesada, vecino de esa zona, contó que a las 4 a. m. del sábado todo el pueblo estaba inundado y que pese a la alerta que se hizo entre vecinos, algunos no resguardaron sus pertenencias a tiempo.
“En mi propiedad sacamos las vacas, los chanchos y los perros, pero dos reses murieron al chocar con un cable eléctrico. Creo que esta es la llena más fuerte desde el 2005, pero gracias a Dios logramos salir a tiempo”, manifestó Quesada.
A varios kilómetros de esa zona, en Tres Equis de Turrialba, Cartago, también hay varias familias que encontraron refugio en el salón de la iglesia católica de la comunidad. Tal es el caso de Valeska Nájera, quien junto con su familia tuvo que abandonar la casa para resguardar sus vidas.
“Nunca habíamos visto algo así. Nuestro carro fue arrastrado por la corriente y quedó dentro del cauce, lo sacaron con un chapulín”, afirmó Nájera.
En ese mismo sitio, Ayrthon Lawrence contó que no pudo sacar nada material por el rápido desbordamiento de la quebrada Calvario, pero que todas las personas que habitan con él salieron justo cuando el agua les llegaba a la cintura.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) informó este domingo por la tarde que en total hay habilitados 20 albergues, nueve de ellos en Sarapiquí, cinco en Matina, dos en Turrialba, dos en Talamanca, uno en Guatuso y uno en el centro de Limón.
“Del viernes a este domingo contabilizamos uno 400 incidentes por lluvias. En total son 291 familias afectadas, por lo que vamos a mantener la alerta amarilla en los cantones de Sarapiquí y San Isidro de Heredia; Jiménez, Alvarado y Turrialba, en Cartago, así como Limón centro, Matina, Siquirres y Talamanca”, manifestó Lorena Romero, directora de Gestión de Riesgo de la Comisión.
Las autoridades esperan que la cantidad de agua en las comunidades inundadas comience a bajar y que eso les permita cuantificar la cantidad de daños en viviendas y otras estructuras.
Werner Stolz, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), manifestó que las condiciones del tiempo han mejorado, por lo que solo esperan lluvias normales de la época para los próximos días.
“Las precipitaciones serán mucho más aisladas, no tenemos ondas tropicales a la vista, por lo menos en las próximas 72 horas (tres días)", aseguró.
Aunque hay afectaciones que no han podido ser cuantificadas, el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) estima que los daños en las 19 rutas que han registrado algún tipo de inconveniente es de unos ¢5.000 millones; no obstante, esa cifra podría variar conforme se avance en la limpieza y se realicen nuevas evaluaciones.
Actualmente son 11 las carreteras que permanecen cerradas, entre ellas la ruta 32, que comunica San José con Limón. Ahí se rescataron a unas 450 personas que quedaron atrapadas por más de 12 horas entre derrumbes, pero el paso no se ha habilitado ya que las labores de limpieza persisten.
"Pudimos entrar por los flancos que habilitamos por la zona Atlántica y por San José. Evacuamos a las personas con un trabajo conjunto entre Bomberos, Cruz Roja, CNE, Fuerza Pública y Policía de Tránsito. En el lugar quedaron algunos vehículos cuyos dueños salieron, pero ya algunos fueron retirados. El rescate nos liberó la presión, porque dependemos de las condiciones meteorológicas.
“Calculamos que unos dos o tres días vamos a poder habilitar la carretera”, explicó David Meléndez, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
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Los carros que todavía permanecen en la estación de Tránsito del Zurquí, que hasta las 8 p. m. de este domingo eran unos 30, deben ser retirados por el propietario, quien debe presentar cédula, licencia y documentos que los acredite como dueños.
Meléndez hizo un llamado a la precaución a quienes transiten entre Siquirres y Turrialba, así como Vara Blanca, para que respeten los límites establecidos por la ley en esas rutas.
Además de la alerta amarilla, que es preparatoria y hace que se activen los comités, se verifiquen suministros, revisen los protocolos de emergencia con los equipos de primera respuesta y, de ser necesario, se proceda a la evacuación de personas y habilitación de albergues, hay cuatro regiones con alerta verde. Se trata de Guácimo, Pococí, la zona norte y el Valle Central.
Según la CNE, la alerta verde es informativa y permite a los comités de emergencia comunicar las condiciones que existen para que tomen precauciones.
Debido a la emergencia que se presentó este fin de semana, causado por un sistema de alta presión en el oceáno Atlántico, solo se registra una persona fallecida.
Se trata de Salomón Manuel Bolaños Cordero, de 36 años y quien era vecino de Toro Amarillo de Pococí, Limón.
El hombre falleció en la ruta 32, luego de que un deslizamiento cayera sobre su camión y lo sepultara.
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Las autoridades descartaron que haya personas desaparecidas, ya que hasta este domingo no hubo reporte de familiares o allegados que los hagan rastrear gente en las zonas de la emergencia.
5.700 abonados sin electricidad
En tanto, en su último reporte, emitido al mediodía de este domingo, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) contabilizó 5.749 abonados sin servicio eléctrico.
Los afectados pertenecen a comunidades de Turrialba, Talamanca, Pococí y Siquirres.
De acuerdo con la entidad, las lluvias de la noche del sábado causaron nuevas averías en el sistema eléctrico y en el de telecomunicaciones, aunque para este momento se ha logrado recuperar el 48% de las radiobases que sufrieron daños.
El ICE determinó que las plantas hidroeléctricas no sufrieron ningún daño, aunque en los embalses de Cachí, La Angostura, Reventazón y Peñas Blancas se mantiene un vertido controlado para regular sus caudales.
Colaboraron los corresponsales Reiner Montero y Josué Hernández.
Información actualizada a las 8:54 p. m. con más datos y testimonios.