Un total de 15 personas, entre bomberos y cruzrojistas, caminaron seis horas para rescatar a una mujer de 63 años que quedó atrapada por un derrumbe que afectó su vivienda en Montaña Grande de Jicaral, Puntarenas.
Además, debido al siniestro, la afectada sufrió una herida de consideración, lo cual hizo que su extracción entrara en la categoría de urgente.
La alerta sobre el hecho se dio este sábado a las 7 p .m.; sin embargo, el único acceso a la zona era a pie y entre la montaña, por lo que los rescatistas se pusieron de acuerdo y lograron llegar al lugar este domingo por la mañana.
De acuerdo con Bomberos, a la víctima se le brindo asistencia médica y luego se procedió con las labores de extracción.
“Se logró salir por Lepanto, donde la mujer fue llevada en condición estable a clínica de la localidad”, informó Bomberos.
Este domingo por la mañana el vicepresidente de la República, Marvin Rodríguez; el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alexánder Solís, y el director de Bomberos, Héctor Chaves, así como representantes de otras instituciones y gobiernos locales se reunieron en Paquera para evaluar el informe sobre las acciones tomadas y las que se esperan implementar en las próximas horas en las comunidades afectas por las lluvias.
Hasta este domingo se mantenía la alerta roja para Cóbano, Lepanto y Paquera, en Puntarenas, mientras que en Puntarenas centro, Barranca, El Roble y Pitahaya, así como La Cruz, Santa Cruz, Nicoya y Nandayure, en Guanacaste, había alerta amarilla.
El temporal que afectó a Costa Rica desde la semana anterior golpeó con fuerza esas dos provincias, pero la mejoría en las condiciones climáticas ha hecho que en varias comunidades las personas regresen a sus casas poco a poco.
Actualmente, se mantienen abiertos 20 albergues, en los que en total hay 1.109 personas.
En Paquera, uno de los lugares más afectados por las inundaciones, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) distribuye agua, mientras que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) trabaja en la habilitación de caminos.
Según estimaciones del Ministerio, el costo por los daños en carreteras es de aproximadamente ¢8.000 millones.
“Se reestableció el funcionamiento de las Plantas de Tratamiento de Agua Potable que se vieron afectadas por los sedimentos en los días más lluviosos. La institución mantendrá un constante monitoreo de los sistemas de abastecimiento principalmente los administrados por Asadas, hasta que se normalicen todos los acueductos”, detalló el AyA.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), por su parte, informó de que se logró restablecer el servicio de electricidad en las zonas afectadas por anegamientos.