Los suelos saturados en Paquera, Lepanto, Cóbano y otras regiones del sur de la península de Nicoya no aguantaron el agua de tres días de aguaceros persistentes y eso generó los desbordamientos e inundaciones que obligaron a más de 1.000 personas a dejar sus casas.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) elevó a roja la alerta en la península de Nicoya y el cantón central de Puntarenas, debido a las primeras valoraciones de los daños y a que todavía este sábado se esperan algunas lluvias en las zonas más afectadas.
Esa alerta máxima cubre los cantones de Nandayure, Hojancha, Nicoya, Santa Cruz y Puntarenas. El resto de regiones que estaban en alerta amarilla y verde mantienen esa condición.
El IMN espera que con excepción de Guanacaste y el norte de Puntarenas, el resto del país quede fuera de la influencia del temporal este sábado.
Los cuerpos de socorro todavía no han podido entrar a muchos de los lugares afectados por los dos sistemas de baja presión.
Daniel Poleo, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), explicó que en 24 horas el acumulado de lluvias en esa zona llegó a 400 litros por metro cuadrado, lo que constituye ya una situación extrema pues normalmente, durante todo el mes, caen 350 litros.
El IMN no tenía en sus registros históricos un temporal de esa magnitud en Paquera.
Como todavía faltan varias horas de lluvia, que persistirá hasta la mañana de este sábado en el Pacífico norte, la emergencia podría tornarse más grave una vez que los cuerpos de rescate logren entrar a evaluar daños.
Hay casas, negocios, cultivos, acueductos, escuelas, carreteras y puentes afectados por las inundaciones.
De igual manera, la Cruz Roja y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmaron la muerte de José Luis López Carrillo, de 33 años, al caer un árbol sobre una casa en Nandayure. López era padre de dos menores y oriundo del lugar donde falleció.
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Alexánder Solís, presidente ejecutivo de la CNE, dijo que más de 1.000 personas siguen en 19 albergues en todo el litoral.
Una de las principales dificultades que han afrontado es la falta de electricidad, lo que dificulta las labores de rehabilitación pues incluso las gasolineras tuvieron que dejar de vender el producto que tenían en los tanques, al no poder bombearlo por falta de fluido eléctrico.
Solís agregó que hasta la 1 p. m. de este viernes tenían 106 comunidades afectadas, pues hay sitios de Nandayure y Paquera a los que no se había podido llegar porque todos los ríos se desbordaron.
Yamileth Astorga, presidenta ejecutiva del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, expresó que más de 27.000 personas sufrieron por daños en el servicio de agua potable, debido al temporal.
En Cerrillos de Esparza 1.150 personas estaban al mediodía sin agua por afectación de la toma de San Jerónimo. En Salinas 2 y Tivives, 2.000 personas estuvieron sin agua e igual cantidad en la región brunca, ya que ahí muchas tomas son superficiales y la turbiedad obligó a cerrarlas.
Las Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados (Asadas) de la región Chorotega dejaron a 1.208 personas sin agua y una de las mayores afectaciones surgió en las asadas del Pacífico central con 16.817 personas afectadas por daños en los sistemas a su cargo.
Otro sector afectado está en Turrialba, donde 4.000 personas quedaron sin agua porque los ríos arrastraron parte de la tubería y no se ha podido entrar a determinar la gravedad de los daños y proceder luego con las reparaciones.
En Puntarenas se logró restablecer la toma que está cerca del río Barranca que abastece al cantón central y que también sufrió daños.
De acuerdo con datos del IMN, en el Pacífico central los acumulados por precipitaciones llegaron a 350 litros en cinco días, siendo que el promedio mensual para octubre es de 600 litros, por lo que tampoco se debe bajar la guardia.
Además de ríos crecidos, en la península de Nicoya se reportan otros como el río Abangares a su paso por el cantón del mismo nombre; el Tempisque, en Cañas, y los ríos Naranjo, División y Savegre, en Quepos.
Hay derrumbes e inundaciones en las carreteras que comunican con los muelles de embarque y desembarque en Paquera, playa Naranjo e isla Chira, en la península de Nicoya, lo que obligó a suspender los servicios de cabotaje a esos lugares.
Según detallaron en la División Marítima Portuaria, del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), los ferris a Paquera y playa Naranjo, como el servicio de lancha a isla Chira se mantendrán suspendidos de manera indefinida.
Incluso, la noche de este jueves, unas 30 personas durmieron en el ferri, ya que al llegar a la península, se toparon con el camino bloqueado por un derrumbe. Posteriormente se les movilizó a zonas seguras.
La División Marítima también giró instrucciones a las capitanías de puerto para que no autorice el zarpe de embarcaciones con 20 o menos metros de eslora (distancia entre popa a proa), pues se esperan olas de hasta 3,9 metros, cuando las normales son inferiores al metro de altura. Asimismo, advirtió de un aumento en la velocidad de los vientos que podrían llegar a 70 kilómetros por hora.
Conforme se avance en la atención de la emergencia, se considerará la restitución de los servicios de transporte marítimo y la navegación.
Daños en estructuras viales
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, ofreció un informe sobre carreteras en el que dijo que la mayoría de rutas nacionales están habilitadas.
Sin embargo, admitió que otras requieren la urgente intervención de maquinaria, como ocurre en Paquera, donde este viernes se movilizó maquinaria a bordo del ferry para habilitar las rutas lo antes posible.
Explicó que en Llano Bonito y otros puntos de la carretera a Zarcero se removieron rápidamente los derrumbes porque se tenía maquinaria cerca de los puntos vulnerables, lo mismo ocurrió con otros puntos de la interamericana sur, cerca del cerro de La Muerte y otro en el sector de Cataratas en el cantón de Buenos Aires de Puntarenas.
El jerarca del MOPT también dijo que colapsó el puente sobre el río Ora, camino a Sámara, donde habrá que colocar un puente armable de manera temporal. Otro puente dañado es el de Cabo Blanco, que une Jicaral y Lepanto.
Otras vías afectadas y atendidas por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) son la que comunica Miramar con Cambronero, la de León Cortés, la que comunica Dota y Copey y la que está entre Hojancha y Nandayure.
Un comunicado del Ministerio de Educación revela que al menos seis centros educativos presentan daños por anegamientos e inundaciones. La escuela barrio Limón en Santa Cruz, Guanacaste, así como las escuelas El Carmen, Delia Urbina y Flora Guevara y el Jardín de niños Fray Casiano de Puntarenas.
Otro centro educativo afectado fue la escuela José Fabio Garnier en Rancho Redondo de Goicoechea.
De igual manera, muchas instalaciones del MEP funcionan como albergues con más de 1.114 damnificados.
Una vez que las aguas vuelvan a su nivel comenzará la valoración del Ministerio de Agricultura y Ganadería sobre la afectación en cultivos y fincas.
Tribunales de Puntarenas con afectación por lluvias
Las autoridades judiciales de Puntarenas acordaron suspender el funcionamiento de los servicios tecnológicos del edificio de los Tribunales que recientemente fue rehabilitado por daños que sufrió con el terremoto de Sámara del 2012.
La medida fue tomada para minimizar cualquier daño a los equipos tecnológicos, producto de filtraciones de agua en el techo de la edificación.
Las puertas siguen abiertas y se atiende a los usuarios únicamente con diligencias básicas, que no requieran el uso de sistemas tecnológicos.
Otras oficinas judiciales que están fuera del edificio tuvieron que suspender el servicio por problemas de inundación, como el caso de los Juzgados de Familia y Contravencional, la oficina del Programa de Justicia Restaurativa y la Fiscalía de Flagrancia.
Las autoridades administrativas trabajan para reestablecer el servicio a la brevedad, pero considerando la evolución en las condiciones del tiempo.