Luis Guillermo Rivas Loáiciga, magistrado de la Sala I, desiste la mañana de este miércoles de seguir en la competencia por la Presidencia de la Corte.
De esta forma, solo tres aspirantes expusieron eventaules planes de gobierno. Entre ellos, hubo coincidencias en las disertaciones de Orlando Aguirre y Fernando Castillo.
Aguirre se presentó como un “soldado dispuesto al diálogo” tanto con sus compañeros de la Corte como con organizaciones gremiales para solventar las dificultades del Poder Judicial.
Al alto juez, el de mayor edad y más tiempo en el Poder Judicial (desde 1964) también resaltó la necesidad de blindar a la entidad ante peligro de la corrupción.
Por su parte, Fernando Castillo, de la Sala IV, manifestó que uno de sus propósitos es aumentar la productividad, pues argumentó que el país tiene la mayor cantidad de jueces.
Castillo fue cuestionado por el magistrado suplente Jaime Robleto, quien desde sesiones anteriores se ha manifestado de forma crítica.
Robleto le preguntó a Castillo si creía en Dios además de aspectos relacionados con diversidad sexual. Castillo se abstuvo de responder estos últimos al alegar que antes del Día la Madre, los magistrados de la Sala Constitucional deben resolver acciones sobre matrimonio de personas del mismo sexo .
“Según la Constitución no podría referirme a ese tema”, dijo.
Fernando Cruz, el tercero de los aspirantes, se apartó de la temática de sus colegas y se refirió más a la necesidad de que la Corte mantenga la independencia, sea transparente y tome resoluciones de forma prudente.
Asimismo, señaló la necesidad de mayor capacidad de actuar a la Fiscalía en especial para investigar casos de corrupción, 'hay que fortalecer la autonomía de la fiscalía''.
Cruz advirtió de que la Corte plantea una serie de reformas que han sido presentadas desde un punto de vista judicial. “No sabemos si van a ser aceptadas en órganos políticos”, expresó, al recordar que esas reformas tienen que ser aprobadas por la Asamblea Legislativa.
Jornada
La sesión para elegir al nuevo presidente de al Corte Plena, máximo órgano del Poder Judicial, comenó a las 9:30 a. m. de este miércoles con la participación de 10 magistrados suplentes y 12 propietarios.
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Para ser electo el candidato debe obtener el apoyo de 12 magistrados es decir la mitad más uno. La votación es secreta y será mediante la marca en papeleta debidamente impresa de antemano.
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La Presidencia de la Corte quedó vacante el pasado 16 de julio, cuando Carlos Chinchilla Sandí anunció que se acogía a la jubilación, luego de recibir una sanción administrativa decidida por sus colegas de Corte Plena y relacionada con la desestimación de una causa penal contra dos exdiputados ligados al caso del cemento chino.
Denuncia amenazas
El proceso para elección del futuro presidente, sin embargo, se vio interrumpido esta mañana con una denuncia que planteó el magistrado Jaime Robleto.
El suplente manifestó que luego de la sesión del lunes anterior, cuando adelantó que no votaría por un candidato homofóbico, recibió amenazas.
Incluso, dijo este miércoles, una persona le dijo ‘ya vienen las locas’ y de seguido dos taxistas no lo dejaron pasar durante un lapso de 15 minutos.
Agregó que este mismo miércoles presentará la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ)
“Si me pasó a mí, qué no le puede pasar a un ciudadano", planteó Robleto.