“Es muy impresionante para mí verlo por primera vez frente a frente, no hay odio en mi corazón para él (sospechoso de atropellar y matar a cuatro ciclistas). Gracias a Dios no arrastro esas cadenas tan pesadas, pero sí me dio dolor verlo ahí, caminar tan tranquilo, como si no hubiera hecho nada (...).
“Lo que pido es justicia, lo perdono de corazón, pero quiero que tenga una lección para que no lo vuelva a hacer”.
Con esas palabras resumió Ana Lorena Quesada su sentimiento al encontrarse con el hombre de apellidos Mora Monge, presunto responsable de la muerte de su hijo, Lenin Manrique Ortiz Quesada. Él fue uno de los cuatro fallecidos en el atropello del 29 de enero del 2017 en Curridabat, San José.
Ese día perdieron la vida tres ciclistas y días más tarde hubo un cuarto deceso.
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Quesada brindó declaraciones este miércoles por la mañana, minutos antes del inicio de la audiencia preliminar por el caso, la cual se realizó en los Tribunales de Goicoechea.
Para ella, una conciliación económica no es suficiente, ya que considera que los errores deben ser castigados de alguna forma.
“Uno tiene que aprender de los errores y ser castigado de alguna manera. De mi parte no aceptaría (solo un acuerdo económico), pero tampoco juzgo a las otras personas porque no conozco la condición económica de ellos, ni estoy en sus zapatos”, agregó la madre de Ortiz.
El martes, José Pablo Badilla, uno de los defensores del sospechoso de las cuatro muertes adelantó que buscarían una conciliación para evitar que el caso llegue a juicio; sin embargo, será hasta este jueves que el juez defina si se realiza un debate.
Mora Monge, el imputado, también cuenta con la representación de Carlos Chinchilla, expresidente de la Corte Suprema de Justicia.
‘Que pague por el daño que fijó el perito’
Por su parte, Juan Diego Castro, abogado de Ericka Parra Camacho –esposa de Pablo Enrique Alcócer Alcócer, otra víctima– aseguró que ellos para acceder a una conciliación esperaban que Mora aceptara un proceso abreviado, para que descontara una pena de prisión.
“Si quieren conciliar que hagan el cheque y acepten un abreviado, que cumpla algunos años de prisión y que pague por el daño que fijó el perito.
“Ha causado mucho dolor y no ha dado condolencias o muestras de arrepentimiento a las familias de las víctimas”, afirmó Castro.
Parra detalló que ella y sus tres hijos reciben una pensión de ¢135.000 desde que falleció su esposo, con lo cual deben mantenerse todos.
Además, agradeció a quienes le han ayudado, pese a que está consciente que esas ayudas no estarán siempre.
“Han sido dos años muy duros, yo dejé mi trabajo porque tengo que ver a mis hijos (de 10, 14 y 17 años), ellos me necesitan (...). No es por lo monetario ni por lo que vale la muerte de mi esposo, es porque yo necesito sacar a mis hijos adelante y mi esposo era el sostén”, manifestó la mujer.
Los hechos
El 29 de enero del 2017 un hombre de apellidos Mora Monge atropelló y mató a cuatro ciclistas en Curridabat.
Un año después, la Fiscalía acusó al sujeto de homicidio culposo.
Las víctimas mortales del percance fueron Mario Enrique Retana Pérez, de 49 años; Lenin Manrique Ortiz Quesada, de 46; Pablo Enrique Alcócer Alcócer, de 54, y Lucía del Carmen Mata Durán, de 38 años, quien murió casi dos meses después del incidente, el 21 de marzo del 2017.
Ese día los deportistas se dirigían hacia el volcán Irazú y, cuando transitaban frente al Walmart de Curridabat, fueron arrollados por un vehículo Ford Mustang, modelo 2015, que fue ubicado por las autoridades en San Juan de La Unión, Cartago, a 500 metros de donde ocurrió el hecho.
El sospechoso del atropello, actualmente de 33 años, se entregó 10 horas después de los atropellos
Las autoridades estiman que el sujeto iba a alta velocidad cuando se dio el accidente, ya que en el lugar no quedaron huellas de frenado.
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Información actualizada a las 6:10 p. m. con más declaraciones.