Un yemení de 47 años llegó el 9 de julio del 2017 al puesto migratorio de Paso Canoas, en la frontera con Panamá. Su pasaporte no tenía visa de ingreso al país, como se exige a los ciudadanos de la República de Yemen.
Sin embargo, este migrante alegó que no deseaba quedarse en Costa Rica, sino que su interés era obtener un permiso temporal de estadía por 25 días para continuar su viaje terrestre hacia Estados Unidos.
El hombre, identificado solo como Ammer, llenó la solicitud y fue sometido a la toma de huellas dactilares y biométricas.
Al día siguiente el sistema de control de migrantes Bitmap (donado por el Gobierno de Estados Unidos) alertó “esta persona es un posible tratante de personas”, por lo cual se le detuvo y fue enviado al centro de aprehensión para migrantes en San José.
Ammer estuvo preso hasta el 22 de diciembre del 2017, cuando lo liberaron con la obligación de firmar mensualmente y mantener domicilio fijo. Se presentó a firmar en enero y febrero, pero después desapareció.
El caso de este yemení es el reflejo de lo que sucede con los ciudadanos extracontinentales que desde hace casi tres años que cruzan Costa Rica en su viaje hacia los Estados Unidos.
En promedio, 700 al mes pasan por territorio tico en ese periplo hasta tierras del norte.
Tránsito seguro
Según la Dirección General de Migración y Extranjería, la mayor oleada ocurrió durante el 2016, cuando ingresaron 18.301 ciudadanos originarios de países de África y Asia. Todos llegaron a Paso Canoas, donde pidieron un permiso temporal de estadía y después, utilizando pasos ilegales, cruzaron a Nicaragua, debido a que este país les cerró la frontera.
Aunque en el 2017 la cantidad de migrantes bajó (se otorgaron 5.984 permisos), en el 2018 el arribo de extracontinentales volvió a subir. Hasta noviembre se registraban 8.090 haciendo trámites en Paso Canoas, que equivalen a 700 por mes, en promedio.
A la mayoría de esas personas, como ocurrió con Ammer, se les pierde el rastro. Lo que extraoficialmente se sabe es que salen ilegalmente y luego llegan a Honduras, desde donde siguen el camino a Norteamerica.
Según los datos de Migración, “unos pocos” extracontinentales, al no poder pasar a Nicaragua de forma legal, deciden abortar el viaje y regresar a sus países de origen. Este año, unos 10 foráneos formalizaron el proceso para quedarse en el país.
Para tratar de controlar este tráfico, a finales del 2016 las autoridades ticas crearon un permiso de tránsito temporal que le otorga a los extracontinentales un plazo máximo de 25 días para cruzar el país.
“En definitiva hemos tenido resultados muy positivos porque todas estas personas en el 2016 hacían un tránsito irregular. Es decir, pagaban a una red de tráfico para de forma completamente ilegal y peligrosa transitar por el país a escondidas. Con el permiso se le permite a estas personas hacer el recorrido al cabo de 25 días, de una forma legal y autorizada”, manifestó Raquel Vargas, directora de Migración.
La funcionaria agregó que no pueden determinar la forma en que los migrantes abandonan el suelo costarricense. “Emitimos un documento para que la persona pueda abandonar el país por cualquier vía. Lo que hacemos es asegurarle a esas personas en tránsito que mientras estén en suelo nacional estén seguros y que no tengan que pagarle a traficantes" advirtió.
Respecto al yemení Ammer, se tienen datos de que logró su objetivo y se encuentra en algún lugar de Norteamerica, aunque su pasaporte quedó en poder de Migración y Extranjería.
El abogado Marco Badilla Chavarría, quien lo representó mientras estuvo detenido, dijo que familiares lo llamaron para comunicarle que había logrado llegar a su destino.
“A él lo detuvieron porque entró con cuatro o cinco personas que eran sus hermanos. Le decían que era un grupo, una estructura de trata de personas. Lo que yo vi era un grupo familiar. Solo a él detuvieron.
"Él me dijo que él llevaba los pasaportes porque era el hermano mayor y por un asunto de seguridad solo una persona lleva los pasaportes y las tarjetas de teléfono. Cuando se logró la libertad, yo renuncié. No sé cómo salió, sí me dijeron que había llegado a su destino”, relató Badilla.
Nueva oleada
Raquel Vargas, la directora de Migración, en una entrevista con La Nación, explicó las medidas que se aplican con la llegada de extracontinentales. Además, reconoció que existe inquietud de que el ingreso de migrantes se intensifique durante el 2019. Esta es parte de la conversación:
– ¿Cual es la estrategia al permitir el ingreso de estos migrantes?
– Desde el 2016 se emitió una resolución administrativa para proteger al migrante que proviene del sur y estaría haciendo el tránsito por el país. La idea es proteger a esas personas para evitar que tengan que pagar a redes de traficantes al pasar por el país.
– ¿En que consiste ese permiso?
– La persona entra por Paso Canoas. Nos presenta el pasaporte o alguna identificación, con eso se procede a someter a la persona a un proceso biométrico, que nos permite conocer si esa persona es la correcta y si es buscada internacionalmente. Si tiene los datos correctos, se le entrega un documento de ingreso y tránsito. Esa persona debe abandonar suelo nacional al cabo de 25 días, que es el lapso de permanencia legal autorizado.
– ¿Que beneficio trajo esa medida?
– En definitiva hemos tenido resultados muy positivos porque todas estas personas en el año 2016 hacían un tránsito irregular. Es decir, pagaban a una red de tráfico para de forma completamente ilegal y peligrosa transitar por el país. Con el permiso se le permite a estas personas hacer el recorrido de una forma legal y autorizada.
– ¿Hay migrantes que se quedan en el país?
– No hay personas extracontinentales o haitianas que hayan tomado la decisión de permanecer en el territorio nacional. Solo una familia de personas haitianas solicitó refugio y se aferró a ese recurso para quedarse aquí. El resto abandonó el país.
– ¿Nicaragua todavía mantiene cerrado el ingreso?
– No pueden determinar la forma en que estos migrantes abandonan el suelo costarricense. Lo que pueden decir es que emitimos un documento para que la persona pueda abandonar el país por cualquier vía. Lo que hacemos es asegurarle a esas personas en tránsito que mientras estén en suelo nacional estén seguros y que no tengan que pagarle a traficantes.
– ¿Se teme la llegada de una nueva oleada?
Hay información de que personas que se encontraban refugiadas en países de Suramérica es posible que inicien el tránsito. Sin embargo, esto no está confirmado, es solo información que se maneja y estamos preparados para esta posible situación.