El error de un ingeniero informático que abrió una billetera de bitcones desde su casa en Cartago fue el indicio que guió a la Policía para poder aclarar el secuestró del estadounidense William Sean Creighton Kopko, dueño de un sportsbook en el país.
Wálter Espinoza Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), explicó que esa huella detectada por investigadores informáticos los guió, primero a identificar a un joven de 25 años de apellidos Morales Vega, como la persona que hizo la revisión de la cuenta y, posteriormente, de todos los cómplices, que en total suman 11.
“Ese fue el insumo más importante que nosotros utilizamos para poder orientar la investigación e ir definiendo los sujetos que participaron en el hecho. A partir de ese dato pudimos hilvanar todos los acontecimientos”, recalcó.
El secuestro de Creighton se produjo la noche del pasado 24 de setiembre luego de que la víctima, que es dueño del sportsbook 5Dimes –cuyas oficinas están en el edificio Equuos en Montes de Oca– regresaba de Curridabat a donde fue a dejar a una compañera del trabajo.
El ofendido fue interceptado por dos policías del Tránsito que le pidieron parar y luego cuatro sujetos que llegaron en un pickup alquilado, se lo llevaron hasta una casa en La Trinidad de Moravia. Desde ese momento se desconoce el paradero del empresario.
Golpe a grupo
Precisamente, Wálter Espinoza, anunció este viernes en conferencia de prensa que se detuvieron a 12 personas sospechosas de participar en el secuestro.
Tres fueron capturadas en Zaragoza, España. Se trata del ingeniero informático de apellidos Morales Vega, su madre Vega Aguirre de 45 y su compañera sentimental, de apellidos Solís Chaves, de 24.
En el país capturaron a la abuela de Morales de apellidos Aguirre Leal, de 71 años, un hijo de ella apellidado Vega Aguirre de 46, una mujer Sanabria Martínez de 35 y cinco hombres Martínez Chacón, de 39, Sánchez Gamboa de 45, Ford Dowdon de 37, Rivera Masís de 64, Medrano Vargas, de 34 y Jirón López de 36. Los dos últimos son policías de Tránsito.
El director del OIJ dijo que todas las personas que en algún momento de la pesquisa fueron identificados como partícipes están detenidos.
Según él, cada uno de los implicados desarrolló un rol diferente con la motivación de conseguir dinero, por lo que el propio día del secuestro pidieron el pago de $5 millones a la familia, a cambio de la liberación del empresario.
No obstante, luego de varias negociaciones con los parientes de la víctima, la suma se bajó a poco menos de $1 millón, los cuales fueron pagados con moneda virtual, conocida como bitcóin. A pesar del pago, el estadounidense no fue liberado.
Diez de los miembros del grupo no tienen antecendentes. Solo Sanabria y Ford fueron detenidos con anterioridad por robos y hurtos.
Wálter Espinoza señaló que el líder de la organización era Morales Vega, quien además por el tipo de profesión que ejercía entendía las labores a las cuales se dedicaba el empresario (apuestas deportivas).
“Morales tiene un perfil informático, conoce de finanzas, del manejo de bitcoines y cuáles empresas manejan este tipo de moneda (...) a su madre la ubicamos el día del secuestro en las afueras de la empresa (del sportsbook 5Dimes). Ella realiza labores de vigilancia. Tuvo comunicación con el resto de las personas, ayudó con la evasión, en el manejo y distribución de los fondos” explicó.
También mencionó que Morales fue la persona que alquiló el pick-up usado en el secuestro y relató que la casa en La Trinidad de Moravia, pertenece a Aguirre Leal (la abuela).
El director del OIJ finalmente dijo que en este caso seguirán realizando acciones sobre todo de tipo técnico científico con la finalidad de establecer que pasó con William Sean Creigton.
“Hay lugares que van a ser sometidos a un escrutinio más fuerte, más constante y con más presencia policial para tratar de levantar algún dato que nos pueda orientar a la ubicación de la víctima".
Este viernes la propiedad en La Trinidad de Moravia era sometida a una rigurosa inspección. La Policía no detalló al final de la tarde si había encontrado algún indicio importante.