Gorras de diversos cuerpos policiales rodean un espejo que el ministro de Seguridad Pública, Michael Soto Rojas, tiene colgado en su despacho. En su escritorio, una botella con agua y otra con té lo acompañan desde las primeras horas del día y constantemente escucha por un radio de comunicación los hechos que atienden los distintos cuerpos policiales.
Casi ocho meses después de llegar por primera vez a su oficina, en barrio Córdoba, San José, Soto recalca que él no prometió nada, ya que su costumbre es trabajar en la incidencia y el análisis, para que sean los números los que dirijan los trabajos que desarrollan.
Soto conversó con La Nación de su experiencia al frente de la cartera de Seguridad y en la charla destacó que, en ocasiones, los programas televisivos hacen apología del delito y eso permea en la sociedad.
– ¿Cómo encontró el Ministerio de Seguridad Pública?
– Cuando llegué aquí descubrí una falta de recurso material. Por ejemplo, desde el 2015 no se compraban vehículos. Ahora estamos a punto de adquirir 90, entre carros y motocicletas.
“También, desde el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) yo veía una falencia en la articulación policial y ahorita eso ha mejorado. Trabajamos de cerca con Migración, con la Policía Judicial, con la de Tránsito y, en general, hay una muy buena unión entre los grupos policiales buscando objetivos similares.
“No necesariamente estas acciones han logrado bajar las cifras, por lo que ahí, desde el punto de vista criminológico, hay algo que analizar pero todos tenemos que contribuir desde nuestros ámbitos”.
– ¿Qué otras limitaciones encontró?
– El país tiene un problema económico grave. El presupuesto para el 2019 me lo mantuvieron, pero para el tamaño del Ministerio y lo caro que es la seguridad, hay algún tipo de dificultad.
– ¿Han disminuido los policías corruptos?
– Ningún cuerpo policial del mundo está exento de problemas de corrupción y nosotros tampoco. Han habido problemas en el pasado, los hay en el presente y los va a haber en el futuro, lo que hemos hecho para colaborar es tener una coordinación en el tema con el OIJ para que, cuando se están desarrollando investigaciones y aparecen oficiales del Ministerio involucrados, se ayude con información y coordinación. Así seguirá siendo.
“Quisiera tener un cuerpo policial total y absolutamente transparente, pero bueno, no es fácil, no es sencillo, por lo menos coordinamos todo lo necesario para que si hay que limpiar y sacar a alguien detenido porque olvidó su juramento policial, se haga sin ningún reparo”.
– ¿Ha logrado todo lo que tenía contemplado para este periodo al frente de Seguridad Pública?
– Yo no prometí nada, estoy acostumbrado a trabajar en la incidencia y el análisis y así es como hemos venido trabajando, la misma actividad criminal nos va marcando pautas.
“Tengo claro que el tema de homicidios es importante para el país, pero cuando todo el mundo me decía insistentemente que si prometía que iba a bajar los homicidios, tenía claro que eso era irresponsable, ya que algunos dependen de la presencia policial, pero otros ocurren en la intimidad de una vivienda y son difíciles de prevenir”.
– ¿Cuánto cree que le ha aportado su experiencia en el OIJ en su labor como ministro?
– Yo quiero ser un ministro realista y sincero, en el sentido de mostrar el tema de la criminalidad tal cual y hacer ver cuáles son las estrategias en las que puede incidir la Policía. También, ser claro en que los problemas de criminalidad en otros países no los han resuelto necesariamente con estrategias policiales, han recurrido a otro tipo de opciones. Pero tengo clara cuál es mi función: policías en la calle.
“Obviamente, mi formación profesional de conocer los números y de estudiarlos creo que aporta en el sentido de buscar estrategias. Todo lo que hacemos es con notitia criminis, basados en las denuncias.
– Usted ha sido insistente en el abordaje integral, ¿en qué consiste eso?
– El abordaje integral tiene que ver con muchos temas. Con presencia policial, educación, deporte, trabajo, principios, valores e infraestructura, porque el lugar en el que uno se desenvuelve incide en que una persona tenga algún tipo inclinación hacia una actividad o no.
“Ciertamente tenemos que hacer un abordaje todos, desde todas las áreas. Desde medios de comunicación y cuando digo medios de comunicación no necesariamente son los medios que informan, sino el Internet, los sitios streaming y lo que publican, las películas y programas que transmiten.
“Hay películas, narconovelas y series que hacen apología del delito, es decir, que muestran al narcotraficante como el héroe y eso está influyendo y permeando mucho. Nadie me lo contó, yo lo he vivido en las calles, hablo con la gente y los delincuentes nacionales hasta utilizan palabras de otros países o de estas narconovelas para causar temor”.
– ¿Cómo se lucha contra la influencia de estos programas?
– Precisamente con un abordaje muy, muy integral. Volviendo a la raíz del costarricense, a los principios y valores, trabajando en la cultura y en tener y apropiarse de los espacios públicos.
“Si a usted no le dan las oportunidades de estudiar y de vivir mejor, hay una predisposición, porque se ve al delincuente y al narcotraficante como el sujeto a seguir.
“A veces me pregunto si será que nosotros, los policías, tenemos que reeducar algo que no educaron padres, entonces es cuando digo: ‘Juepucha, ¿qué hacemos?’ y me siento a pensar con los compañeros.
“El Gobierno tiene una estrategia en lo social que probablemente el otro año va a ser más agresiva, donde habrá cultura en las barriadas y deporte en las plazas de fútbol. Cuando se ve a países con poca criminalidad, tiene que ver con muchos lugares para esparcirmiento, muchos pulmones en la ciudad, mucho trabajo. Aquí tenemos problemas de desempleo, problemas económicos y esto no es de ahora. Lo venimos arrastrando hace años y reventó aquí y seguirá reventando”.
– ¿Los megaoperativos han dado los resultados esperados?
– Puedo decirle que hay resultados importantes con decomisos de armas, recuperación de vehículos robados, detención de personas, etc. Sin embargo, siendo absolutamente transparente y honesto, a pesar de las actividades policiales, los resultados no han sido tan positivos como yo quisiera.
“Obviamente, quisiera que todas las incidencias criminales disminuyeran. Tenemos disminuciones en asalto y robo a viviendas y algunas otras modalidades, pero tenemos, por ejemplo, aumento en asaltos, que es un tema que a mi me preocupa bastante.
“Creo que en un amplio sentido, desde el punto de vista profesional y técnico, estamos haciendo contención, pero la prevención de la criminalidad va con otras estrategias”.
– Pese a las estrategias persiste la sensación de inseguridad...
– De ninguna manera voy a ocultar la realidad, ciertamente tenemos una cantidad importante de delitos. Hemos hecho trabajos importantes con resultados importantes, pero bueno, la percepción sigue siendo esa. Sin embargo, la actitud es la mejor, no vamos a desmayar, vamos a seguir en la calle haciendo operaciones policiales, trabajando tenaz y arduamente para mantener la seguridad del país.
“Desde el principio sabía que esto no iba a ser fácil porque necesariamente la solución no es policial, pero tengo clara cuál es mi función y seguiremos buscando otro tipo de alternativas”.
– Hay casos recientes que han generado tensión…
– Con el tema de las turistas (asesinadas este año en el país) tengo una frustración, especialmente con esta última muchacha que murió (la venezolana Carla Stefaniak). Yo me pregunto cómo hacemos nosotros para prevenir una muerte que se da dentro de un cuarto y le pido a Dios sabiduría, porque, por ejemplo, con los casos en las playas lo que hicimos fue poner más policías a patrullar.
“La violencia doméstica también me preocupa porque son casos terribles, pero cómo hacemos para que un hombre no mate a su pareja dentro de la casa, para que no se peleen, ¿será que tenemos que poner un policía fuera de la casa de cada uno de estos? No, eso es cultural, tenemos que trabajar con las masculinidades desde chiquillos”.
– ¿Cómo se fijan los objetivos de los megaoperativos?
– Se hacen basados en la cantidad de denuncias que se formulan. Nosotros, todos los días antes de salir a la calle, trabajamos con la notitia criminis, revisando todas las denuncias que ingresan en los diferentes lugares del país para ver qué fue lo que ocurrió en las últimas horas y basado en eso se plantean los objetivos.