Solo psicólogos con tres años o más de afiliación al colegio profesional correspondiente podrán realizar pruebas y extender certificaciones para que una persona porte un arma de fuego, según lo dispuso una modificación al Reglamento de Evaluaciones de Idoneidad Mental para esos fines.
Anteriormente, no existía ningún requisito que los profesionales en psicología hicieran estas evaluaciones, por lo que, con la incorporación de este lineamiento, se busca que los evaluadores hayan dado consultas a pacientes y tengan experiencia.
“Nuestro objetivo máximo es que el proceso de evaluación sea más riguroso, técnico y ético, con esto ayudamos a que menos armas legales circulen en la calle”, aseguró Waynner Guillén, presidente del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica (CPPCR).
Los cambios al reglamento entraron en vigencia el 27 de setiembre, luego de su publicación en el diario oficial La Gaceta, y también buscan que los periodos de evaluación y la capacitación para poder hacer las evaluaciones sean más extensos.
Por ejemplo, la capacitación que deben llevar las personas que vayan a aplicar las evaluaciones pasó de 40 a 50 horas, lo cual permite tener un panorama más amplio del proceso que deben seguir.
Asimismo, el tiempo mínimo recomendado para hacer una evaluación es ahora de seis horas y media, con la idea de que se pueda hacer una entrevista, aplicación y revisión de pruebas, realización y entrega de informe, así como la elaboración e incorporación del certificado digital en el Servicio de Idoneidad Mental (Sedim).
El Sedim es una plataforma que permite digitalizar el proceso de venta y uso de los Certificados de Evaluación de Idoneidad Mental para laborar en seguridad privada y portar armas de fuego. Su uso es exclusivo para los profesionales habilitados para realizar las evaluaciones.
"Una evaluación adecuada conlleva tiempo, para que todo se pueda realizar con calma (...). Lo que buscamos es contribuir a una cultura de paz y permitir que la Fiscalía del Colegio tenga una mayor regulación en el tema de la calidad de las evaluaciones.
“Con estos filtros buscamos evitar que personas que no son aptas para tener armas, las porten", explicó Guillén.
En Costa Rica, cada día los diversos cuerpos de policía decomisan en promedio cinco armas de fuego como parte de sus operaciones.
Los decomisos incluyen pistolas, revólveres, escopetas, rifles o carabinas, armas de fabricación artesanal y armamentos que no son permitidos en el país. Además, según estadísticas policiales, en el 70% de los crímenes en el país se utilizan armas de fuego.
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El reglamento modificado puede leerse a partir de la página 25:
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