Moscú. El cosmonauta ruso Alexei Ovchinin comparó el martes la presión experimentada durante el procedimiento de aterrizaje de emergencia de su nave Soyouz la semana pasada a “un bloque de cemento en el pecho” y el astronauta estadounidense Nick Hague, recordó las violentas sacudidas.
Los miembros de la misión 57 deberían estar ahora a 400 km en órbita sobre la tierra, a bordo de la Estación espacial internacional (ISS), pero un problema ocurrido dos minutos después del despegue desencadenó la eyección automática de la torre de salvamento del cohete en la que estaba la cápsula con los dos astronautas.
Cada uno contó su experiencia el martes: uno desde Rusia, el otro desde Houston, en Estados Unidos.
Entrevistado por la televisión pública Rossiya 24, Alexéi Ovchinin explicó que "la presión experimentada durante el descenso va del pecho a la espalda, entonces imagínense que alguien le pone a uno en el pecho un bloque enorme de cemento que equivale a siete veces tu peso".
El cosmonauta de 47 años, quien viajaba por segunda vez al espacio, subrayó que la presión no era "tan intensa, un poco menos de 7-g", o sea menos que las presiones a las que se enfrentan los espacionautas en sus entrenamientos.
Pero era más que los 5-g de los descensos normales de Soyuz, dijo Nick Hague, de 43 años, y que viajaba por primera vez.
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Bien de salud
"Me siento bien, como mi colega estadounidense Nick Hague", agregó Alexéi Ovchinin, quien señaló que "los médicos concluyeron que nuestra salud es buena, e incluso excelente".
“La primera cosa que sentí es la de haber sido sacudido violentamente de un lado al otro”, dijo Nick Hague en una sesión de preguntas y respuestas con medios de prensa transmitido en Internet por la Nasa. Estos sacudimientos se debían a que la cápsula se alejaba a toda velocidad del cohete, gracias a sus propios motores, antes de que se abrieran los paracaídas.
Vieron las señales de alarma prendidas. "Todo lo que se ha aprendido en el entrenamiento se aplica", dijo el estadounidense. Pero "para lo esencial, el sistema automático de salvamento hizo todo, únicamente lo seguimos", precisó el ruso.
Rusia creó una comisión de investigación para determinar las razones del fracaso, que podría tener consecuencias para la agenda de la Estación espacial.
Por supuesto, está presente la decepción de no estar en el espacio. Nick Hague dijo que se entrenó dos años para esta misión. Otros astronautas se entrenan desde hace años para las próximas misiones.
"Estoy listo a volar cuando la Nasa quiera", dijo el astronauta, inclusive a bordo de una Soyuz, que es por ahora el único vehículo capaz de llevar humanos al espacio.
El sistema de urgencia “no había sido activado en 35 años, pero lo activamos la semana pasada y funcionó”, dijo.