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La pulseada, la madrugada y la asoleada valieron toda la pena del mundo para los fanáticos Allan Alvarado y Joe Mena, quienes fueron dos afortunados que pudieron conocer a Roger Waters en persona.
Estos dos amigos son parte del grupo de Facebook Pink Floyd Costa Rica y este sábado lograron que el músico les firmara unos discos y hasta se tomaron fotos con el bajista.
“Fue demasiado breve el encuentro, pero tuvimos la oportunidad de decirle que lo amaba”, comentó muy emocionado Alvarado mientras esperaba en primera fila de la zona de pie a que comenzara el espectáculo de su ídolo.
Alvarado es seguidor de Waters desde hace más de 12 años y desde entonces su pasión por la obra del músico lo ha cautivado, tanto así que hizo una bandera gigante de Costa Rica y la hizo firmar por varios seguidores para llevársela al cerebro de Pink Floyd. Esa bandera también lleva la firma de los niños del coro Oratorio Don Bosco que estarían presentes en el espec táculo de anoche.
Los amigos llegaron hoy al hotel a eso de las 10 a. m. para probar suerte e intentar conocer a Waters aunque fuera de lejos, pero esa suerte les tenía preparado algo más.
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“Había como 100 personas esperándolo, apenas y dio tiempo de la firma y de intercambiar algunas palabras. Yo le dije que gracias por venir a Costa Rica y él contestó que estaba muy emocionado por estar aquí”, recordó Mena.
Búsqueda. Alvarado y Mena tuvieron contacto con Waters cuando el artista de 75 años iba saliendo del hotel Intercontinental la tarde de este sábado con dirección hacia el Estadio Nacional, pero no crea que fue algo fácil, estos fanáticos montaron todo un plan de inteligencia desde hace varias semanas para dar con el paradero del compositor.
“Tengo unos amigos que estudian aviación y me adelantaron algo sobre la hora de llegada del vuelo y por dónde iba a salir. También otros contactos me dijeron que se iba a hospedar en un hotel en San José”, explicó Allan.
Aseguran que investigaron por todos sus medios con tal de saber dónde iba a dormir Waters, sacaron conclusiones y dieron con el lugar.
“Tenía que ser un hotel cinco estrellas. Además pensamos que por su edad hay que evitar contratiempos y es mejor tener un hospital cerca, así que la mejor ubicación era Escazú”, analizó Alvarado
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El viernes, con la confirmación de que Waters había llegado al país el viernes, los fans se fueron desde muy temprano a investigar al hotel. A eso de las 8 de la mañana ya estaban instalados en las afueras para analizar cualquier tipo de movimiento fuera de lo normal.
“Empezamos a ver a personas de su equipo de trabajo como guardaespaldas”, recordó Mena.
La emoción no podía ser mayor, ellos sabían que ahí estaba la leyenda de la música internacional.
Sin embargo, no hubo suerte el viernes. Pero como el que persevera alcanza, ellos no se iban a dar por vencidos y este sábado lo volvieron a intentar.
“Nos llevamos una asoleada tremenda, pero todo valió la pena cuando de lejos vimos al guardaespaldas que lo acompaña. Hasta nos emocionamos la punto de que queríamos una foto con el de seguridad”, bromeó Alvarado.
Por fin se dio el animado encuentro. “Nos sudaban las manos, el corazón estaba agitadísimo”, dijo Mena.
Ahí estaba en persona Waters, atendiendo a esa centena de fieles seguidores que se aglutinaron en una salida privada del hotel con el fin de conocerlo. Mena y Alvarado lograron algo más... Una foto y un autógrafo que guardarán como el recuerdo del mejor día de sus vidas. Y eso que todavía faltaba que diera comienzo el gran show.
